Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
La moda representa un campo muy importante en mi vida, vivo rodeado de ella en el transporte público, en la facultad, en conciertos, en clase, en mis tareas, en las redes sociales, en mi propio hogar, escogiendo qué ponerme para ir a la universidad, resistiendo mediante ella al momento de usar algo que no le es “permitido” a los hombres usar, asimismo, experimentando con ella al momento de conformarme una identidad propia que resalte, desafíe mi género y a la sociedad que ha establecido cómo tiene que lucir el sexo masculino; por lo tanto, el cómo nos vestimos tiene un gran significado social, ambiental, político, cultural y hasta económico, es una manera más de comunicación y manifestación acerca de las problemáticas sociales que se quieran exhibir o solucionar. El cómo nos vestimos y qué prendas decidimos portar están cargados de símbolos y signos que muchas veces representan la existencia en la que una sociedad habita, una realidad de segregación, capitalismo, desigualdad, violencia, crisis económica y guerras.
El arte de la manifestación mediante la indumentaria es un espacio de libertad, de sentido de pertenencia y de individualismo que hace posible que, en primera instancia, el individux se desarrolle desde su propia experiencia como un agente de cambio y estilo, sin embargo, este desarrollo no le involucra solo a ese sujeto, sino que se vuelve colectivo porque hay más personas en el espacio que se sienten identificadxs y comparten factores comunes que surgen gracias a la interacción en la vida social que lxs origina; estos factores comunes no se pueden lograr individualmente, pues una sola voz difícilmente tendrá tanta fuerza, sino que la obtendrá de manera colectiva para que se oiga con mayor potencia, es por eso que toda una generación tiene cualidades estéticas que lxs identifican y lxs definen, como es el caso de las contraculturas que han existido y resistido a lo largo de los años y en distintas partes del globo terráqueo.
Cuando lxs individuxs se ven envueltos en una contracultura determinada con un modo de vestir específico, existe la acción de imitar, lo que hace que se desarrolle una relación íntima de encajar y sentirse aceptado, es decir, se encuentra una comunidad donde hay un respaldo por demás individuxs que lucen como uno mismo, pero cada persona tendrá diferencias que los hagan sentirse singulares y, a la vez, unidos porque pertenecen a un mismo grupo. Las juventudes serán aceptadas por el resto que lucirán como ellos, pero cada uno de estos agentes tendrá algo en su forma de vestir, en la manera de pensar y conducirse que le hará distinguirse del resto de personas pertenecientes al mismo grupo, algo que depende de cada vivencia particular y, por consiguiente, lo reflejará en la ropa como mecanismo de expresión.
Los prejuicios sociales que se ejercen sobre las subculturas juveniles son una manera de opresión directa, no solo hacia la forma de vestir, sino también a su ideología y su forma de vivir, es así como la moda es una de las herramientas que se ha utilizado para sentirnos libres tanto colectiva como íntimamente, oponiéndonos a las dictaduras morales que implementa la sociedad capitalista, que nos indica cómo lucir, qué tipo de cuerpo debemos tener, cómo comportarnos, etc.
Personalmente, trato, la mayoría de las veces, de vestirme para mí mismo, aunque hay muchos factores que me impiden hacerlo, como el clima, la seguridad, los lugares que frecuento que tienen una “regla social” que seguir, la opinión de mis padres y sobre todo el cómo en ese momento me sienta con mi cuerpo y mi autoestima; soy consciente que debe ser algo sin importancia, no obstante, los medios nos masifican y moldean de cierta manera tan intrínseca que es difícil zafarse y no querer seguir los patrones estéticos y estereotipos que impone la sociedad, patrones hegemónicos y occidentalistas que representan culturalmente a ciertas regiones del planeta y que no es posible ni justo que se vean replicados en otras regiones; es decir, la hegemonización de la estética y la belleza es tal, que al parecer una de las metas es que todxs tengamos que lucir con las mismas características fenotípicas y de estilo porque así lo dictamina occidente.
La industria de la moda tiene una función social muy importante, sobre todo en las juventudes que la consumen, pues puede distorsionar la realidades de muchxs de nosotrxs al momento de vestirnos; la industria es tan mediática que constantemente lanza tendencias que duran menos de dos meses y obliga a la población a comprar, desechar, comprar y desechar, creando un ciclo de consumismo repetible e interminable que provoca grandes daños al medio ambiente, desde desperdicio de agua, vertederos de ropa, explotación laboral en fábricas textiles, ríos contaminados, etc.
Es muy valioso concientizar acerca de todo lo que significa la industria de la moda, desde qué significa que sea una de las industrias que más contamina y afectan al medio ambiente, hasta el consumismo que ha generado, sus empleos de baja calidad en seguridad, salarios y condiciones laborales, como es el caso de las ciudades orientales que maquilan las prendas de moda rápida a muy bajos costos y que, además, venden a muy altos precios haciendo que los grandes monopolios textiles ganen millones mientras sus trabajadorxs se encuentran en condiciones laborales deplorables. Y finalmente, el hecho de que la moda es un factor social muy importante a la hora de manifestarnos y vivir una vida que nos llene de felicidad al momento de vernos al espejo provocándonos alegría y motivación el cómo lucimos, sabiendo quiénes somos y quiénes deseamos ser.
Considero que la moda es una herramienta política que puede ayudar a una sociedad a expresar sus descontentos, formas de vivir, ideas y puntos de vista acerca de lo que acontece en la realidad colectiva, donde las contraculturas juegan un papel indispensable a la hora de protestar por lo que ellos son y por lo que representan como una comunidad que demanda una mejor sociedad. Este hecho ha sido expuesto durante años, pero ha tenido más visibilidad e impacto durante el siglo XX y XXI, donde la moda se convierte en un discurso no hablado que le da voz a las poblaciones que han sido marginalizadas, como es el caso de las mujeres en el feminismo, lxs punks, lxs cholxs, la comunidad LGBTTQ+, lxs alumnns en los movimientos estudiantiles y me atrevo a decir que a toda la comunidad internacional hoy en día con las guerras y los genocidios que están ocurriendo ahora mismo, mientras escribo esto.
A modo de reflexión, finalizo con citas de sociólogxs que me han inspirado a lo largo de la carrera y para realizar este texto:
“La moda ha adquirido una connotación joven, debe de expresar un estilo de vida emancipado, libre de obligaciones y desenvuelto respecto a los cánones oficiales.” Lipovetsky
“La apariencia se ha convertido en un símbolo total que designa unos valores existenciales, un estilo de vida desclasada, una cultura de ruptura y una forma de contestación social.” Lipovetsky
“Con las modas jóvenes se consagra la extrema importancia de la imagen, que exhibe la desviación radical respecto a la media, y que juega a la provocación, el exceso y la excentricidad para desagradar, sorprender e impactar.” Lipovestsky
“No es moda sino una de las muchas formas que intenta el hombre para salvar en lo posible su libertad íntima”. Simmel
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