Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Azcapotzalco
Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Azcapotzalco
Vivimos en un sistema patriarcal y opresor. Es lamentable, puesto que desde que se empezaron a formar los grupos y escalas sociales, se ha inferiorizado a la mujer, dejándola como “el sujeto secundario”, estableciendo un sistema de violencia machista. Esta idea perpetuada durante muchas generaciones, ha arruinado a la sociedad y es decepcionante ver que aún no cambia el panorama. Se han enseñado muchas ideas y frases desubicadas, como “no hay caballeros porque no hay damas”, “el hombre llega hasta donde la mujer permite”, y sobre todo los famosos roles de género, en donde se enaltece a la figura masculina dándole el poder económico, y se desprestigia a las mujeres al ser amas de casa que no tienen tiempo ni para ellas mismas. Esto afecta nuestra vida incluso desde el momento en que nacemos, porque crecemos con eso.
Otra forma de ver la diferencia entre hombres y mujeres podría ser la manera en la que la sociedad glorifica al hombre por acciones que también hacen mujeres, pero con el pesar de las críticas. Un ejemplo claro es cuando los compositores como Alex Turner escriben canciones en donde hablan de experiencias amorosas propias, pero si una artista femenina lo hace, es ofensivo. ¿Por qué tiene que ser así?
Gracias al machismo, la imagen de las mujeres cae por los suelos… incluso hoy en día. ¿Por qué tenemos que juzgar a las mujeres por como se visten? ¿Por qué se tiene que justificar el acoso que vivimos? ¿Por qué dicen que denunciar es una exageración? Creo que por ello, se ha desplazado a las mujeres de la sociedad. Nosotras vivimos incómodas por esta injusticia. Tememos incluso por nuestra vida, lo cual es deprimente. Vivimos en un túnel de oscuridad en donde no vemos luz y felicidad óptima con respecto de nuestros derechos.
¿Ser mujer es un pecado? No lo creo, y considero que no deberíamos dejarnos llevar por los estándares sociales que se imponen. Las mujeres hemos aportado al mundo en diversas disciplinas, como Rosalind Franklin en las ciencias o Janis Joplin en la música, por solo mencionar a algunas. Todos estos aportes son igual de relevantes, porque no es una competencia entre nosotras, es un apoyo mutuo para luchar contra el patriarcado.
Sí, el machismo afecta nuestra existencia porque nos pone como un ser inferior, insignificante y con la función de servir a los hombres. Pero no nos detenemos por eso, porque salimos adelante, poco a poco hemos logrado avances en nuestra lucha, como tener el reconocimiento de aportes importantes, emitir leyes y simplemente existir y seguir. La realidad es dura, por eso admiro a todas las que luchamos por nuestros sueños y exigimos un cambio, porque merecemos un sistema que no nos trate como menos.
El cambio está en todxs, porque es un problema individual-colectivo. La verdad, mi experiencia con la deconstrucción no ha sido la mejor, pero está lejos de ser algo perjudicante en mi vida, porque si bien he tenido conflictos personales en mi vida, he ganado más aprendizaje, más consciencia colectiva y he conocido muchas personas que han sido un apoyo, lo cual amplía mi mente para hacer el cambio por un mundo más equitativo. La deconstrucción abre puertas hacia la ruptura de pactos patriarcales y genera el desapego a la mentalidad machista que ya debería ser oprimida.
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