Edit Content
Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creativdad.
Pixabay/Pexels
Picture of José Anastacio Ramírez Leñero

José Anastacio Ramírez Leñero

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Azcapotzalco

La angustia por el futuro

Número 3 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2021

Miedo, incertidumbre y ansiedad se reflejan en la literatura mientras el ser humano explora de dónde viene y a dónde va

Picture of José Anastacio Ramírez Leñero

José Anastacio Ramírez Leñero

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Azcapotzalco

Como seres pensantes e imaginativos que somos, la planificación de nuestros proyectos, individuales o grupales, es algo que nos caracteriza. Desde que el primer grupo nómada decidió cultivar y criar su alimento, consideramos los malos momentos y cómo debemos afrontarlos. Dicho pensamiento nos ha acompañado hasta nuestros días, pero al igual que nosotros, han cambiado. De la preocupación, nace la inquietud, de ésta, el miedo, la ansiedad y la angustia. Estos sentimientos se han plasmado en la tinta, en la literatura.

Antes de la Gran Guerra, el futuro se veía con ojos optimistas y positivos: las míticas imágenes de casas y coches voladores, las ciudades subacuáticas o los robots sirvientes, las obras literarias de Julio Verne, etc. Pero todo cambió durante las dos guerras mundiales, pues las predicciones se volverían más pesimistas. El miedo a una tercera guerra mundial, la amenaza de la bomba atómica y el crecimiento alarmante de Estados Unidos modificarían la literatura considerablemente. Ahora las máquinas comienzan a verse como una maldición y el futuro se vuelve incierto.

Un ejemplo externo a la literatura son las pinturas de Hans Rudolf Giger y su clásico “Xenomorfo”. En sus ilustraciones se representa la angustia antes mencionada: la fusión entre hombre y máquina.

El mundo feliz de Huxley

La imagen anterior se puede ver en Un mundo feliz de Aldous Huxley: John El Salvaje mira el mundo de Bernard como algo incorrecto por la simbiótica relación de hombre y máquina. Él, al vivir toda su vida en una reserva salvaje, desconoce el funcionamiento de la ciudad, del sometimiento de las personas y, por ende, busca una vida como la de su niñez, no sin antes intentar despertar a la sociedad.

Centrado en una sociedad futurista, Huxley muestra una utopía donde todo el mundo ha logrado encontrar estabilidad social. Gracias a la creación del soma, una droga que sirve como moneda para cualquier cosa, las personas han decidido vender su libertad y autonomía a cambio de la sensación de felicidad, manteniéndose sedados e ignorantes, pero funcionales y trabajadores para el mundo y para los llamados interventores mundiales.

El libro fue publicado en los años 30, pero ya habla de temas con los que hoy en día apenas aprendemos a familiarizarnos: la poligamia, tratada directamente con el lema “el mundo es de todo el mundo”, y la relación entre Lenina, Bernard y demás chicos del laboratorio; la aceptación de las drogas en la sociedad con el soma; la eugenesia; la forma en la que el ser humano se ha alejado de las creencias religiosas; y el libre albedrío, cuando John y Bernard son libres de escoger el estilo de vida que ellos consideran correcto. Pero lo cierto es que, al ser una novela futurista, hiperboliza muchas situaciones.

A diferencia de muchos libros con futuros utópicos como Los juegos del Hambre, Amanecer rojo, Divergente, etc., que siempre muestran un joven héroe que rompe el sistema opresor, en Un mundo feliz John fracasa al intentar despertar a un grupo de minorías y se le explica por qué sus intentos serán en vano aun cuando logre controlar a todos. Invito al lector a que profundice más en el tema y se dé el lujo de leer el libro, es una lectura corta pero muy interesante.

George Orwell: el presente y el futuro de la sociedad

Al igual que Aldous Huxley, las obras de George Orwell también reflejan su trauma posguerra. Directamente con 1984 y su aportación del así llamado Gran hermano, o indirectamente con Rebelión en la Granja, que a diferencia de los otros libros habla del presente. Los personajes de la novela hacen parodia de los sucesos históricos de la Unión Soviética. El viejo Manor es una ilustración de Karl Marx; tras su larga estadía en la granja concluye que los animales son sometidos, esclavizados y que “no existe un animal libre en Inglaterra” y, con su mítico canto “Bestias de Inglaterra”, alude a una libertad donde el sudor del trabajo individual pertenezca a todos.

Ya tras su muerte inspira a los animales a seguir su movimiento, entre ellos a Napoleón. El último es una parodia de Stalin, pues comienza buscando junto con Snowball (su amigo cerdo) libertad al grito de “cuatro patas buenos, dos patas malo”. Pero termina desterrando a su compañero, aprovecha los objetos del granjero, hace negociaciones con los humanos (a pesar de él mismo prohibirlo) y recurre al asesinato y al miedo para someter a los demás animales. Dejando entrever que ya no existe diferencia alguna entre la época anterior y la actual, y que todo puede ir de mal en peor.

Preocupación por el futuro en el presente

La angustia por el futuro sigue presente en nuestros días. Pero ocasionalmente se obvia como verdad que cualquier época pasada siempre es mejor. Dicha falacia es tratada en La soledad de los pájaros de David Pastor Vico. En el subtema “¿Qué puto mundo estamos construyendo?” escribe: “los burdeles y cantinas están llenas de adultos que se quejan amargamente de los jóvenes mientras no son capaces de reconocer que ellos han perdido la capacidad de amar y confiar […]”.

Al ser el futuro algo desconocido, la mayoría de las veces se opta por ilustrarlo como algo malo y perjudicial, ya sea por miedo o incertidumbre. Tras la equivocación de ilustrar el futuro con objetos voladores olvidando la mentalidad colectiva, muchas veces se habla del individuo codicioso y malo por naturaleza. A la par de las máquinas que reemplazan poco a poco a los humanos en todos los aspectos. Y aunque no estén del todo separados de la realidad, a veces pecan (de nuevo) de hiperbolizar las cosas.

A modo de conclusión…

La incertidumbre, el miedo y la angustia por el futuro es algo que ha existido desde siempre. Vivimos en un mundo al que rara vez llamamos hogar. Pero, ¿podemos cambiar un modelo que hemos tardado miles de años en construir? A mi parecer, la respuesta es que sí. Después de todo, nada es seguro y todo es posible.

Como ya hemos visto desde el principio, intentar predecir el futuro es un callejón sin salida. Tal vez los escritores de aquel momento pecaron de ser optimistas e ilustrar un mundo lleno de paz. Quizás nosotros estemos cometiendo la misma equivocación pensando que todo va a empeorar. Si se repite una y otra vez la frase “todo tiempo pasado siempre fue mejor”, es porque sin saberlo, estábamos viviendo una buena época y tal vez sin estar consciente de ello estamos en un tiempo de prosperidad.

A diferencia de Aldous Huxley, pienso que el mundo, después de todo, no es para todo el mundo. Al final del día, son las mejores ideas y sucesos históricos, las personas que no solo aportaron un grano de arena, sino que movieron desiertos y playas, las que generan los cambios. Es parte natural del ser humano buscar y alcanzar el futuro que considere sea el correcto, solo para darse cuenta de que todavía no ha llegado al final, que existe algo que aún puede ser mejorado y, por ende, se mantendrá en constante transformación. Y seguiremos rescatando los conceptos y la mentalidad de los primeros grupos sedentarios: cuáles son los malos momentos y cómo podemos afrontarlos.

Más sobre Ventana Interior

México a blanco y negro

Por Natalia López Hernández
Matices sobre la desigualdad, el dolor y la rabia

Leer
Amor universitario (y latinoamericanista)

Amor universitario (y latinoamericanista)

Por Christian Osvaldo Rivas Velázquez
El romance y la teoría social se cruzan en C.U.

Leer
Obligación

Obligación

Por Aarón Giuseppe Jiménez Lanza
¿Cuál es nuestro deber en tiempos sombríos?

Leer
Los tolerantes

Los tolerantes

Por Andrés Arispe Oliver
Qué terrible paradoja fue haber tolerado al intolerante

Leer
Agua de sangre

Agua de sangre

Por Antonio Bernal Quintero
¿Hasta qué límites salvajes nos podrían llevar las disputas por el agua?

Leer
El DeSeQuIlIbRiO

El DeSeQuIlIbRiO

Por Carlos Damián Valenzuela López
Un caligrama describe mejor que mil palabras

Leer

Deja tus comentarios sobre el artículo

La angustia por el futuro

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

19 + three =