Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala
Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala
Desde que inició la pandemia, he trabajado en el programa de la Red de Apoyo psicológico de la UAM y hace seis meses inicié mi travesía para dar apoyo psicológico en el Centro de Atención Psicológico y Educativa a Distancia de la UNAM.
A lo largo de estos dos pandémicos años, he visto la alta demanda de gente que solicita el apoyo psicológico gratuito que ambas instituciones públicas ofrecen para su comunidad.
De las cosas que más he escuchado en estos espacios de contención, han sido testimonios sobre la muerte, la escuela, relaciones amorosas y problemas familiares. Sin embargo, estos dispositivos de apoyo son de tiempo breve, de cinco a ocho sesiones, donde la mayoría de los casos son derivados a terapias privadas para atenderles de forma más amplia y especializada; pero, ¿a qué costo?
Quienes vamos a terapia sabemos el costo de ir, ya sea emocional como económico. Yo llevo un proceso de terapia psicoanalítica desde hace tres años. Me gusta, lo recomiendo, pero ha sido pesado pagar cada semana este espacio, por lo que me considero una persona privilegiada.
Al mismo tiempo, me es inevitable analizar desde mi posición como psicóloga y futura terapeuta, ya que vivimos en un país donde las emociones son comúnmente invisibilizadas. No hay cultura de tomar terapia y no todos tienen la posibilidad de pagar un psicólogx, puesto que los costos van desde los doscientos a quinientos pesos, siendo lo más barato.
Por todo ello, en primer lugar, considero que habría que reivindicar nuestros sentires y malestares de la vida cotidiana como personas, buscar tener un espacio de escucha y contención emocional, darles el valor que se merecen. Considero necesario visibilizar el quehacer del psicólogo: si se busca que las terapias se cobren con menor costo con la finalidad de que muchas personas tengan su espacio terapéutico, se den los apoyos económicos pertinentes para que los profesionales podamos dar un buen servicio y continuar con nuestra formación, y podamos vivir de esta vocación de vida.
Tomar terapia ha sido parte de mi vida, es un espacio que disfruto mucho tener porque es tiempo que me dedico para mí, para mi autocuidado y un acto de amor propio, cada semana tengo algo que decir(me). He estado en muchos lugares y espacios donde puedo conectar con mis emociones y autoconocerme, pero mi proceso terapéutico (como dije, de análisis) ha sido algo que no cambiaría.
Si eres alguien que quiere iniciar su proceso de terapia y tienes la posibilidad económica para tenerlo, busca los lugares donde más te sientas cómodx, lo más importante para que tu terapia sea efectiva es la confianza que te de tu terapeuta, puede ser el psicólogo o psicóloga más preparada, pero si no te dio confianza, no te va a servir de nada.
Si eres alguien que quiere, pero no tiene las posibilidades económicas, busca un espacio donde tengan costos accesibles, te juro que hay muchos colegas que hacen lo posible para que mucha gente tenga su terapia sin costos tan elevados, hay que recordar que, si bien es un gasto que a la larga puede ser pesado, lxs psicologxs le han dedicado tiempo a su formación y te darán su tiempo a ti, para escucharte, para acompañarte en esos procesos que no les cuentas a nadie.
Si eres psicólogo, psicóloga en formación y a parte quieres dedicarte al mundo de la salud mental, no te sueltes, también invierte en ti, toma terapias para poder escuchar a los demás sin meter tus problemas con los pacientes o clientes que vengan, sigue formándote, invierte tiempo en cursos, diplomados, hay que seguirnos formando en posgrados, no hay prisa, ve lento, disfrutemos cada información que llegue, sigamos formándonos para ser más de los que iniciamos la carrera para ‘’ayudar a las personas’.
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