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Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
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Alvaro Abisait Velasco Castillo / Escuela Nacional Preparatoria Plantel 3
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Julio Emiliano Espinoza Montiel

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9

Actualmente soy estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9. Uno de mis principales gustos es escribir historias, ya sea de corta o larga extensión. Ha sido un gusto que trascendió en el tiempo, pues recuerdo hacerlo desde la primaria e ir mejorando con el paso del tiempo en redacción y gramática. He escrito en diversos géneros como terror, ficción, drama, aventura. Esta es la primera vez que publico.

Felicidad

Número 8 / ENERO - MARZO 2023

La sociedad está sometida por una pastilla que controla de manera asfixiante las emociones

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Julio Emiliano Espinoza Montiel

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9

Cenizas de cigarro caían al sucio asfalto desde las manos derechas del Ejército Diamante, los altos mandos, los favoritos de quien ocupaba el trono, los temidos por el pueblo. Lo único entendible a los oídos eran sus frenéticas risas oscilantes y unísonas, todo lo demás eran balbuceos entre tropiezos. Dejaron charcos de sangre de sus no iguales mientras se dirigían a un bar.

Sin duda, estaban bajo el efecto de la fórmula FEIS, siendo el acrónimo de “Fácil Exterminio de Ideas y Sentimientos”. Según su creador, sería la manera de alcanzar la “deseada sociedad feliz”, o mejor dicho “deseada sociedad felis”, pues dicha palabra fue cambiada para así aumentar el parecido en el nombre con la fórmula. ¡Así de fácil se vende un producto! ¡Tan sencillo como cambiar una palabra del diccionario!

Casi llegando al muro que marcaba el fin del país, se encontraba el apreciado bar al que entró toda la Escuadra Diamante para emborracharse nuevamente; si bien los efectos de FEIS eran bastos, ningún poblador lo consideraba suficiente para sentirse totalmente embelesado.

―Trae 7 de tus mejores tragos ―dijo uno de los soldados al camarero entre carcajadas.

―Enseguida.

―Oye ―el soldado dirigió su mirada a otro―, 43-T-3-A.

―¿Qué ocurre, 02-S-1-B? ―aquellos conjuntos de números y letras correspondían a sus nombres. Desde la aparición de FEIS, había sido así, pues eso eran las personas para los gobernantes y medios, ¿por qué lo ocultarían si a nadie le importaba?

―Escuché que mañana habrá una revuelta artística cerca de la zona centro. ¿Irás a amonestarlos?

―Por supuesto. ¿Tú no?

―Obviamente iré, después de todo, eso es lo que hacemos.

Lo que le siguió a esa plática fueron varias horas dentro del bar bebiendo todo lo que fuera posible, sin importar nada. Al salir todos de ahí ya era de noche. La cúpula artificial encargada de ocultar el exterior se encendió para soltar una leve lluvia. Aquel artificio era para ocultar el fatal estado del resto del mundo. Ese era el último país en pie, debido a ello, lo ocultaban; no querían problemas por el miedo de unos inútiles.

Al llegar a su hogar, 02-S-1-B se dirigió a la cómoda junto a su cama, abrió uno de los cajones superiores, se sentó e inició la búsqueda de otra pastilla FEIS, ya que el efecto de la del día anterior estaba terminando. Pero no las encontró por más que buscó. Rio por no poder hacer otra cosa. Finalmente, se acostó sabiendo que sufriría de las consecuencias producidas por la falta de constancia en ingerir las pastillas. Mañana tendría que volver a comprarlas.

Despertó con una jaqueca horrible, así como con un cansancio anormal. A pesar de todo, debía ir a trabajar, entonces hizo lo posible por ignorar su sufrimiento.

Llegado el punto del día más iluminado, los soldados del Ejército Diamante se dispersaron por toda la zona centro, preparando la redada con la que acabarían al nuevo grupo de rebeldes artísticos. Todos reían, a excepción de 02-S-1-B, sus dolores se lo impedían. Además, una sensación de extrañeza lo invadía al ver la casi nula capacidad de pensar de sus colegas.

El intento de revuelta no terminó en nada. Fueron masacrados por la fuerza militar. Ni con una capacidad de razón superior podían vencer a los altos mandos, solamente porque no tenían armas de fuego. Sus ideas tampoco podían llegar a nadie si no pensaban por causa de FEIS, o eso era lo normal, sin embargo, el cerebro de 02-S-1-B se estaba activando por falta del efecto generado por las pastillas.

Los ojos de 02-S-1-B captaron las frases de los carteles rebeldes manchados con sangre. Frases tales como: “feliz no es lo mismo que felis”, “la felicidad está en el arte”, “no hay alegría en la no razón”. Esa fue la primera vez que él se hizo una pregunta.

Culminado todo el asunto, se dirigió al barrio de mercancías para conseguir nuevas pastillas FEIS. Un raro remordimiento lo carcomía lentamente. Todo era culpa de no tener más pastillas. Mientras avanzaba entre los puestos, escuchaba los intentos de los comerciantes para vender sus “productos de la felicidad”, esos mágicos objetos que llenarían su vida de demasiada alegría al comprarlos.

Ya compradas las pastillas, fue a su casa aun pensando acerca de lo que leyó. Razonar lo comenzaba a agotar, así que quería tomar la pastilla con premura. Encendió su ordenador. Simultáneamente a la espera de que su máquina funcionara, miraba su pastilla, mas había algo que le impedía llevarla a su boca. Inmediatamente, luego de consumir la pastilla, su cerebro no volvería a razonar, ¿eso le preocupaba? No exactamente; quería deducir a lo que se referían los carteles de esa mañana. Esperaría un poco antes de anular su intriga. Su máquina por fin trabajaba como debería.

Tomó un trozo de papel y un lápiz. Comenzó a hacer trazos de manera aleatoria prestando suma atención a lo que yacía dentro suyo. Imaginó. Reflexionó. Todo para aplacar su curiosidad. Cuestionó. Observó. Recordó. Recordó… Recordó su infancia. Recordó la muerte de su familia. Cosas que nunca antes había meditado aparecían una a una. Los trazos se volvieron inseguros, erráticos y veloces. Imágenes de sus actos despreciables aparecían. Las lágrimas invadían sus ojos. Un chirrido triste emanaba de sus labios. Comenzaba a entender lo que los no anestesiados.

Finalmente, estalló en un agresivo llanto cuando escribió algo en el papel. Al terminar la frase, tragó la pastilla porque no soportaba esa sensación. Todo acabó. Las razones de su dolor fueron nuevamente olvidadas y enviadas a un vacío. Simplemente quedó el papel utilizado, pero que pronto sería desechado. El papel en el cual escribió: “ser feliz duele”.

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Felicidad

4 respuestas

  1. Está muy padre la historía. Ojalá continúes escribiendo, es una labor muy gratificante al interior y sobre todo muy necesaria para estos extraños tiempos que estamos viviendo. Un abrazo.

  2. Una gran reflexión en la Era de consumo de redes sociales. Felicitaciones a Emiliano! uno de los jóvenes que trazarán el futuro de las nuevas generaciones.

  3. ¡Es un texto increible!

    Disfrute mucho esta lectura, la forma en como metafóricamente habla de como las redes sociales han creado una falsa imagen de lo que es la felicidad, y que lamentablemente se ha vuelto en ese analgésico que la sociedad necesita para olvidar su dolor, el dolor de vivir, de realmente vivir en un mundo imperfecto, y nos ofrece la fabulosa oportunidad de vivir en un mundo fantástico, donde todo es risa y diversión, y el que no acepte esta idea está destinado a vivir aislado. Un gran precio que se debe pagar por la libertad, la libertad de pensar y decidir.

    !Gracias por esta magnífica historia!

  4. A veces la televisión nos anestesia; las imágenes de los supermercados nos anestesian, todo puede anestesiarnos y provocar no dar cuenta de las cosas. Felicidades por tu escrito.

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