Facultad de Ciencias
Facultad de Ciencias
Se suele utilizar el término “esnob” para describir a una persona que remeda el comportamiento, forma de actuar o pensar de personas a las que considera “distinguidas”, apropiándose de su opinión pero desvalorizando la suya propia y la de sus congéneres para ser aceptado en un círculo social determinado.
Es intelectual cuando al imitar la opinión o el comportamiento de una clase a la que aspira pertenecer la reformula en aspectos políticos, sociales, económicos y científicos con consecuencias importantes al desarrollo de una nación, puesto que al ser parte del arsenal de la dominación intelectual sirve a los intereses de quien la impone.
El esnobismo intelectual por antonomasia es clasista, racista y displicente porque parte de una intelectualidad dominante, la del personaje distinguido/exitoso e influyente que muestra su imagen acabada en el terreno donde se siente más cómodo: el capitalista.
Sí, el de la prensa capitalista cuyo baluarte principal es la defensa del liberalismo económico como orden natural sin cuestionar el origen de esa construcción social, el del negocio capitalista que esquilma sin miramientos propiedad ajena; propiedad privada otorgada “legalmente” o legítimamente concesionada dirían ellos a pesar del todavía evitable pero negligente colapso climático.
Omitimos como sociedad preguntarnos sobre nuestras élites: ¿cómo obtuvo su riqueza esa clase, es legítima y bien habida?, ¿porque las personas de tez morena y rasgos autóctonos viven en la periferia y en la pobreza?, ¿porque el discurso meritocrático cuando se analiza con discernimiento conlleva contradicciones históricas?, algunas de ellas se muestran como obsequios estatales, por que de la tierra y naturaleza resulta ser la esencia de su ofensiva opulencia.
Solo revisemos la lista de los más acaudalados, escudriñemos su historia y podremos dar cuenta de cómo han logrado su fastuosa posición social. Según la lógica (la suya, que también es dominante, enseñada en las escuelas como dogma) es preferente siempre es que sea oligopolio o monopolio privado.
En el discurso hipócrita suelen condenarlo, pero subrepticiamente suelen defenderlo por cabildeo o imponiendo empleados coimeados en Organismos gubernamentales y no gubernamentales que pretendan regularlos y desmantelarlos como ejemplo tenemos a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) que actúa como abogado defensor de los monopolistas o Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Allí es donde el esnobismo intelectual sigue su cauce hacia un interés; el de la clase alta “chic”[elegante].
Por años se ha enajenado el pensamiento y moldeado por una minoría que a su vez bajo su mecenazgo encuentra en sus ideólogos demagogos entiéndase como intelectuales autoproclamados la forma de imponer sus ideales de libertad, justicia, moral, y en su su pragmatismo: las políticas sociales y económicas.
Durante décadas en eventos culturales, en la prensa, en la radio o en la televisión se nos ha mostrado información ‘teledirigida’, eran discursos incuestionables los de Carlos Denegri, Jacobo Zabludosvky, Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre, Ciro Gómez Leyva, entre muchos otros los que nos “nutrían” de información moldeada conveniente al establishment “traficantes de influencias que desean seguir manteniendo el control social preestablecido”.
Por eso no es raro que en época de cambios coyunturales sean muy evidentes las contradicciones sociales que ya existían pero actualmente bajo el término polarizante, pretenden hacernos creer que es fenómeno actual, y esto es a pesar de que solo se dan los primeros pasos tímidos hacia la dirección socialmente idónea para la gran mayoría, la de justicia social y equidad.
El esnobismo intelectual es solamente una de las hijas bastardas de la dominación intelectual de la burguesía. Actual creación del Demiurgo Capitalista productor de pobreza y concentrador de riqueza
En general se encuentra replicado el pensamiento de la clase alta en las grandes masas de la clase media y en su forma actual hasta en las clases más desprotegidas y ultrajadas, ya que carecen de medios para nutrirse de información que no sea de medios tradicionales ‘concesionados’ a los más grandes capitalistas del país.
Es imperativo buscar la alternancia informativa, por ejemplo en redes sociales, con periodistas independientes, contrastar información oficial en diferentes fuentes y estudiar formas de pensamientos antitéticos, solo entonces seremos capaces de procesar y tomar decisiones con raciocinio, con verdadera libertad porque en la pluralidad de opiniones es más difícil que nos sea impuesta la mentira y la post verdad.
Por Lotte Citlallicue García Bautista
Un amor onírico proveniente de una mística transformación
Por Óscar Alberto Pérez de la Rosa
¿Qué tienen que ver los nahuales con la psique?
Por Eduardo Gabriel Pérez
Las tradiciones indígenas conforman la identidad colectiva de todxs lxs mexicanxs
Por Natalia López Hernández
Las historias que construimos son una extensión de nuestra humanidad
Por Marlen G. Arzate
Mitos y leyendas que se crean en sociedad