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En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Miguel Ángel Arroyo
Miguel Ángel Arroyo Álvarez

Miguel Ángel Arroyo Álvarez

Facultad de Derecho

Entre el infierno y el paraíso

Número 1 / ABRIL - JUNIO 2021

De un día a otro la vida de millones de estudiantes cambió de la noche a la mañana, y con ello, sus aspiraciones y posibilidades de su proyecto de vida

Miguel Ángel Arroyo Álvarez

Miguel Ángel Arroyo Álvarez

Facultad de Derecho

El infierno son los demás

Jean Paul Sartre

Cuando el infierno son los demás,

el paraíso no es uno mismo.

Mario Benedetti

Mucho podría decirse de lo que nos acontece actualmente, lo cierto es que nos enfrentamos a una situación sin precedentes, nunca antes en la historia se vivió una situación siquiera parecida a la que nos enfrentamos.

Una gran parte de los que cursamos una licenciatura en la máxima casa de estudios, nos hemos planteado, desde que iniciamos la carrera, o tal vez incluso antes de iniciarla, modelos a seguir; es decir, personas que por mérito propio han alcanzado metas más que admirables, personas que caminaron por los pasillos que en algún momento nosotros caminábamos, y que, probablemente, volveremos a caminar. Estos modelos a seguir por generaciones siguieron caminos muy similares, probablemente empezaron destacando en su vida universitaria y posteriormente eso les permitió la oportunidad de empezar a destacar en el ámbito laboral de su preferencia. Todo en gran parte debido a los consejos e instrucciones que recibieron de sus maestros, de aquellas personas que no se conformaron con cumplir su obligación con la universidad, sino que también se interesaron en ellos como personas, como seres humanos en el que veían un enorme potencial y un enorme deseo por superarse, creo que muchos de estos modelos a seguir podrían afirmar que si no fuera por estos maestros, nunca hubieran llegado a donde están, al igual que las personas que los apoyaron en el camino; amistades realizadas en la universidad y sus familiares como apoyo supremo a lo largo del camino.

Pero mi deseo no es abundar en este tema, mi opinión va en un sentido distinto. Se podría asegurar que estos modelos a seguir, siempre siguieron otros modelos a seguir, tal vez la situación histórica, política y económica del país era un poco distinta, pero en esencia la dinámica siempre fue la misma: destacar, demostrar tu interés y relevancia, dicho de una manera.

¿Pero qué sucede cuando te encuentras todo los días hablando con tu laptop? ¿Fuimos capaces de adaptarnos a tal punto que logramos hacer que la laptop reconozca nuestros méritos? Es admirable y evidente que gran cantidad de los docentes realizan un trabajo excelente día a día para mantenerse actualizados y procurar dar la mejor cátedra posible. Sin embargo, el problema no descansa ahí, el problema recae en la levedad con la que de un día a otro la vida de millones de estudiantes cambió de la noche a la mañana, y con ello, sus aspiraciones y posibilidades de su proyecto de vida.1

Para entender la magnitud del asunto, primero es conveniente señalar que un proyecto de vida no es algo simple de elaborar, muchas personas sueñan con ser astronautas, bomberos o incluso presidentes de pequeños, pero al llegar a una edad en la que son capaces de identificar lo difíciles y riesgosos que pueden ser esos trabajos, la mayoría opta por buscar alternativas más “cómodas”.

En un documental que revela la desigualdad excesiva que acontece en el ámbito laboral en Alemania, proporcionado por la empresa DW2 se le entrevistó a un empresario alemán y en unas de las preguntas que el entrevistador hace, se le cuestiona al empresario cuál cree que es la razón por la que una gran mayoría de la población en Alemania no es capaz de alcanzar un trabajo como el suyo, es decir, uno de excepcional remuneración, dado que Alemania es un país de primer mundo y pertenece a la Unión Europea. El empresario responde que se debe a que la mayoría de la población no quisiera tener su trabajo, ya que su trabajo conlleva grandes responsabilidades, gran estrés y muy poco tiempo libre.

Cabe señalar, que es una situación específica (aunque no única) de Alemania, país fundador de la Unión Europea y de primer mundo, con realidades muy diferentes a las nuestras, pero,  si bien es cierto que en nuestro país la mayoría de las veces nuestras opciones se reducen al trabajo que nos es posible obtener, y no al trabajo que quisierámos tener, enfocándonos en lo que implica un proyecto de vida, un trabajo como el de aquél empresario alemán, muy bien pagado y que te permite estar en una posición de decisiones grandes, factores como grandes responsabilidades, gran estrés y poco tiempo son factores que entran a consideración. Estos pros y contras existen en todo proyecto de vida, y, de cierta forma, nos permiten anticipar los retos a los que nos tendremos que enfrentar en tal proyecto de vida.

Entendido lo anterior, a la hora de elegir una carrera, es necesario identificar qué condiciones estamos dispuestos a soportar, cuáles serían de nuestro goce y cuáles podríamos identificar como insoportables. En este sentido, no podemos decir en ningún momento que las personas que adquieren un trabajo o una profesión específica son mejores que otros, ya que lo único que los diferencia son las oportunidades que fueron posibles, así como los factores que cada persona consideró como “aceptables” y/o “agradables” dentro de su proyecto de vida. Sin mencionar que todas las actividades laborales que entran dentro de lo lícito son esenciales para el correcto funcionamiento de un Estado.

Supuestamente se nos prepara desde la primaria para que a la hora de estar por concluir los estudios medios superiores sepamos con la certeza requerida cuál sería un proyecto de vida adecuado a nosotros. ¿Pero qué sucede cuando dentro de nuestro proyecto de vida nos enfrentamos a una situación que no supimos anticipar? ¿Qué nos queda entonces? ¿Qué sucede cuando por un acontecimiento irremediable a corto plazo ya no te es posible seguir tu proyecto de vida como lo habías planeado?

Esas preguntas me imagino que gran parte de los estudiantes universitarios nos hemos llegado a cuestionar desde marzo del año pasado. Lamentablemente las respuestas a estas preguntas suelen ser repetitivas y decepcionantes: “Espera, ya llegará el momento en que las cosas se solucionen, todavía tienes una vida por delante”. Si bien se agradece enormemente que esas palabras de aliento provengan de algún familiar o de algún maestro que se tomó la dedicación de verte más que un alumno al cual impartir clase. Lo cierto, es que en muchas ocasiones esas palabras sólo generan más impotencia y soledad.

Hannah Arendt, en su libro Los orígenes del totalitarismo, nos dice sobre la soledad que:“Lo que prepara a los hombres para el dominio totalitario en el mundo no totalitario es el hecho de que la soledad, antaño una experiencia liminal habitualmente sufrida en ciertas condiciones sociales marginales como la vejez, se ha convertido en una experiencia cotidiana.”3

Con esto no deseo hacer partida hacia discusiones políticas4, lo único que deseo, es hacer mención de las consecuencias graves que puede tener la soledad. Samantha Rose Hill, asistente de dirección del Hannah Arendt Center for Politics and Humanities, nos dice que: “Al escribir sobre la soledad a menudo se cae en uno de estos dos campos: la memoria excesivamente indulgente, o la medicalización racional que trata a la soledad como algo que puede curarse.”5

En pocas palabras tendemos a idealizar la soledad como un escape supremo de lo cotidiano o buscamos un estilo de vida que nos libere de ella por completo, las dos conforme a los mandamientos del kitsch, es decir, de acuerdo a lo que cada persona considera como estético o vergonzoso y repugnante. Y de acuerdo a esta concepción se niega absolutamente todo lo repugnante, la soledad incluida en algunos casos, ya que todo el mundo experimenta la soledad, pero lo hace de forma distinta. Este ideal me parece que muchos lo practicamos para hacer la condición de la existencia humana un poco más aceptable.

Actualmente me parece que hemos sido elevados por la infinita levedad de un mundo que ha perdido sus dimensiones6, la existencia humana ha perdido sus límites y se ha vuelto insoportablemente insignificante. Hemos sido transportados a un limbo entre el infierno y el paraíso, sabemos que estamos siguiendo un proyecto de vida, pero ya no sabemos con certeza adónde nos deparará dicho proyecto. Nos encontramos de lunes a viernes con nuestra soledad y con voces que salen de un dispositivo, por lo expuesto anteriormente sabemos que cada quien experimenta y lidia la soledad de manera distinta, por otra parte sabemos que son otras personas, pero sólo la visión nos lo confirma, y aquellos que hemos sido honrados con las enseñanzas de José Saramago, sabemos que no debemos confiar mucho de nuestra vista7.

Referencias:

Este es un término que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha utilizado reiteradamente en sus sentencias, y se entiende como las posibilidades que tiene una persona para superarse.

DW Documental, Alemania – País de desigualdad, DW, Alemania, 18 de agosto de 2018. httpss://www.youtube.com/watch?v=7-xTlRsI4NA

Arendt, Hannah, Los orígenes del totalitarismo, trad. de Guillermo Solana, Madrid, Alianza, 1951.

Rose Hill, Samantha, “Hannah Arendt: Cómo la soledad alimenta el autoritarismo”, México, Revista Letras Libres, diciembre de 2020.

5 Idem.

Kundera, Milan, La insorportable levedad del ser, México, Maxi en Tusquets, 2008.
Saramago, José, Ensayo sobre una ceguera, México, Debolsillo, 2015.

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