Edit Content
Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creativdad.
Kat Smith/Pexels
Mariana Ximena Soto Escoto

Mariana Ximena Soto Escoto

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo

Semblanza

En busca de mi abuelo

Número 2 / JULIO - SEPTIEMBRE 2021

Desperté y lo primero que hice fue ponerme a llorar

Mariana Ximena Soto Escoto

Mariana Ximena Soto Escoto

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo

Cabe aclarar que este sueño lo tuve hace mucho tiempo, pero jamás lo olvidaría porque me gustó mucho. Ha sido uno de mis preferidos, pues soñé con mi abuelito Ricardo, a quien por desgracia no conocí, pues hace unos 25 años murió. De hecho, ninguno de mis primos ni mi hermano, que tiene 23 años, tuvo el honor de conocerlo.

Mi abuelo era una gran persona. Cuidaba mucho de sus hijas  (mis tías) y de mi abuelita Elena y es por eso que ellas lo adoraban. Incluso el papá de mi abuelita Elena, mi bisabuelo Trinidad, se llevaba de maravilla con él. He tenido siempre la duda de cómo hubiera sido si él siguiera aquí con nosotros y cómo sería conmigo. Es decir, si sería tan maravilloso como  es mi abuelita conmigo, tan entregado a sus nietos.

Mi abuela Elena me ha contado muchas cosas de él: fue siempre dedicado a su familia y  trabajaba mucho para sacar adelante a sus cuatro hijas y a su mujer. Él era periodista y fotógrafo. Empezó en el periódico Excélsior y luego trabajó para algunas campañas del  Partido Revolucionario Institucional (PRI). En ocasiones ayudaba a mi bisabuelo Trinidad con su tortillería, incluso mi mamá y mis tías también lo ayudaban. Mi abuelito Ricardo jamás dijo una grosería a sus hijas o a mi abuelita. Él no se dirigía de esa forma.

En otro sueño que tuve, mi misión consistía en buscar a mi abuelito, pero yo estaba en el cielo. Aquela vez llegó un ángel que me daba pistas o más bien instrucciones para encontrarlo, pero me advirtió que yo sólo contaba con unas horas. Supongo que mi subconsciente supo que no tenía el tiempo suficiente, ya que en algún momento podría despertar y perdería mi oportunidad.

De momento tuve un escalofrío y se me enchinó la piel de sólo pensar en conocerlo una vez en la vida. Estaba nerviosa y asustada, pero feliz. Así me encaminé en el cielo para buscarlo y que viera a su nieta por lo menos una vez. Recuerdo que busqué a mi abuelito por un largo tiempo, preguntando a las personas que habitan el cielo si podrían decirme si lo conocían y, de ser así, dónde podría localizarlo. No tuve suerte, nadie lo conocía, lo cual me alarmó. De hecho, llegó un momento en el que me desesperé y perdí toda la esperanza de hallarlo. Justo en ese momento apareció delante de mí, pero de espaldas. Al instante supe que era él y sé que no lo conocí, pero sí sus fotos y ahí ví cómo se vestía. Era mi abuelito, no podía creerlo. Me paralicé cuando lo reconocí y quise acercarme a él para tocarle el hombro y que volteara a verme. En ese instante que le toqué el hombro debía suceder…

Desperté. Lo primero que hice fue ponerme a llorar. Estaba tan cerca de verlo y de decirle algo, lo que sea, no importaba con tal de hablar con él una vez. Pensé que si me dormía de nuevo, tal vez mi sueño se reanudaría, así que traté de dormir. Logré conciliar el sueño, pero ya no pude soñar con él. Esa vez sí me desanimé, pues tenía la esperanza de que lo pudiera ver una vez. Estaba casi segura de que sí era mi abuelo, pero jamás pude comprobar si estaba en lo correcto o era alguien al que se parecía mucho.

En fin, creo que siempre hay algunas cosas que es mejor dejarlas así, pues nunca sabrás la verdad que habita en ellas.

Más sobre Ventana Interior

México a blanco y negro

Por Natalia López Hernández
Matices sobre la desigualdad, el dolor y la rabia

Leer
Amor universitario (y latinoamericanista)

Amor universitario (y latinoamericanista)

Por Christian Osvaldo Rivas Velázquez
El romance y la teoría social se cruzan en C.U.

Leer
Obligación

Obligación

Por Aarón Giuseppe Jiménez Lanza
¿Cuál es nuestro deber en tiempos sombríos?

Leer
Los tolerantes

Los tolerantes

Por Andrés Arispe Oliver
Qué terrible paradoja fue haber tolerado al intolerante

Leer
Agua de sangre

Agua de sangre

Por Antonio Bernal Quintero
¿Hasta qué límites salvajes nos podrían llevar las disputas por el agua?

Leer
El DeSeQuIlIbRiO

El DeSeQuIlIbRiO

Por Carlos Damián Valenzuela López
Un caligrama describe mejor que mil palabras

Leer

Deja tus comentarios sobre el artículo

En busca de mi abuelo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

six − 4 =