Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creativdad.
Karen Paola Gallardo Rodríguez / Facultad de Química
Picture of Alexa Camacho Terán

Alexa Camacho Terán

Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán

Soy alguien en constante evolución, buscando reconectar con mi esencia y explorar nuevos caminos. Me encanta la música, especialmente géneros alternativos, y disfruto de la naturaleza, ya que me da paz. Estudio Derecho, me apasiona reflexionar sobre temas profundos, y también valoro las relaciones auténticas, tanto conmigo misma como con quienes me rodean.

El amor en las sombras

Número 17 / ABRIL - JUNIO 2025

Las paradojas de un “casi algo”

Picture of Alexa Camacho Terán

Alexa Camacho Terán

Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán

Nos enseñan que el amor es certeza, entrega, firmeza y tiene un final feliz, pero hay amores

que son todo lo contrario, que son incertidumbre, silencios y promesas sin cumplir.

El amor, a veces, no es más que una promesa que queda en pausa. Los “casi algo”, son

esa historia que nunca llegó a ser, pero dejan una huella. Son una pausa eterna donde el

amor vive, pero no florece.

Amar a veces duele, porque nos confronta con nuestras propias necesidades no cumplidas.

En los “casi algo”, siempre hay un desequilibrio. Una de las personas no está emocionalmente disponible, pero actúa como si lo estuviera, tal vez por miedo o comodidad. La otra, aunque lo sabe en el fondo, se aferra a la ilusión de que todo será diferente. 

En estas dinámicas surgen preguntas incómodas: la persona indisponible, ¿es consciente del daño que causa o actúa desde su propio vacío? La persona disponible, ¿está siendo engañada o también se engaña a sí misma?

 

La conexión oculta, se nombra pero no se siente

Hay vínculos que sólo existen en las sombras. Dos personas que están cerca, pero a medias, de una forma que no todos comprenden. Hablaré desde mi experiencia. Éramos cercanos de una forma que sólo nosotros entendíamos, pero nuestro vínculo existía en secreto. En público, éramos dos extraños, pero en los mensajes éramos todo lo contrario: complicidad, risas y, a veces, sueños compartidos.

Me decía que algo iba a pasar entre nosotros, y yo me aferraba a esas palabras como si

fueran certezas.

Sin embargo, me preguntaba, ¿cuánto tiempo puede sostenerse un vínculo que sólo existe

en las sombras?

 

El amor que no florece

El amor no puede vivir en secreto ni alimentarse sólo de palabras o mensajes. No basta con

querer, hace falta claridad y reciprocidad. Merecemos algo más, alguien que no tenga miedo de nombrarnos, de elegirnos, de construir algo real y visible. Aprendí que el amor, incluso en sus formas incompletas, tiene algo que enseñarnos. Me enseñó a reconocer lo que quiero, lo que necesito, y sobre todo, lo que merezco. Pero también me enseñó a reconocerme a mí misma. Porque a veces, el acto más grande de amor propio es soltar lo que no florece, incluso cuando duele.

 

Elegirse, un acto de amor propio y fe

Durante un tiempo esperé que alguien más me eligiera, que sus palabras y promesas llenaran los vacíos que yo no sabía cómo llenar. Pero entendí que el amor no puede vivir de

sombras ni de mensajes a medias. No somos una opción, no somos un “tal vez” ni un “después”. Somos personas que merecemos ser vistas con claridad, amadas con valentía y nombradas sin miedo.

A veces, soltar no es renunciar al amor, sino abrir espacio para algo que realmente pueda

crecer. Sostener lo que no avanza es traicionarse, es negarnos la oportunidad de ser feliz.

Decir adiós no es un fracaso, sino un acto de valentía: una declaración de que nos amamos

lo suficiente como para no conformarnos con menos de lo que valemos.

El amor no debería sentirse como una lucha constante, como un terreno incierto donde las

dudas pesan más que las certezas. Amar no debería doler. Elegirnos a nosotros mismos

significa construir algo con nosotros, ser nuestro propio refugio, nuestro lugar seguro.

No deberíamos depender de mensajes vacíos para sentirnos suficientes; merecemos

encontrar paz y plenitud en nuestra propia compañía. Elegirnos también es un acto de fe:

creer que somos suficientes y que el amor que merecemos llegará en su momento. Pero,

sobre todo, debemos vernos a nosotros mismos antes de esperar que alguien más lo haga.

El amor propio no se limita a la relación con uno mismo, sino que se expande a cada

interacción que tenemos. Si no aprendemos a establecer límites con nosotros mismos, será

casi imposible hacerlo con los demás. Esta práctica de autocuidado y respeto no sólo

fortalece nuestra relación interna, sino que también transforma nuestras conexiones con la

familia, los amigos, nuestras mascotas y el entorno. Al permitirnos ser auténticos y fieles a

quienes somos, abrimos el espacio necesario para cultivar relaciones más saludables, libres

de expectativas irreales y enriquecedoras en su simplicidad.

Elegirse no es egoísmo, es el acto más puro de amor propio y el primer paso hacia el amor

verdadero.

Más sobre Ventana Interior

Lux mea

Lux mea

Lux mea ¿Quién me diría a mí que una sola mirada bastaría para convertirte en mi destino, para encerrarme en tu luz cautivadora? Éramos extraños en un mundo sin palabras, pero el amor no necesita voces cuando el alma sabe escuchar. Quiero confesarte que te busco en cada rincón, que …

Leer
Notas de mis días con Yo se lo dije al presidente

Notas de mis días con Yo se lo dije al presidente

Por: Edgar Serrano Oyorzabal
Buscar para encontrar, el libro que me acompaña

Leer
¿Qué es lo opuesto al amor?

¿Qué es lo opuesto al amor?

Por: Ángel Venegas Fabián
Caras vemos, corazones no sabemos

Leer
Destiempo

Destiempo

Por: Alonso Cabrera
El tiempo del corazón, no siempre es el tiempo del amor

Leer
Baúl del amor que quedará

Baúl del amor que quedará 

Por: Citlali Núñez Téllez
Oda a las cartas en un mundo efímero y digital

Leer
El amor en las sombras

El amor en las sombras

Por: Alexa Camacho Terán
Las paradojas de un “casi algo”

Leer

Deja tus comentarios sobre el artículo

El amor en las sombras

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

fifteen + sixteen =