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En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
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Carlos Ramírez Montaño

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Soy un alumno que le gusta ayudar en temas sociales y de educación.

Echaleganismo: prejuicios de la sociedad

Número 7 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2022

Quizá, después de todo, lo único que nos queda es echarle ganas

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Carlos Ramírez Montaño

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Muchos universitarios hoy se plantean este problema, porque hemos visto en nuestro entorno de desarrollo que esforzarse por obtener una educación universitaria no nos garantiza un futuro próspero, podemos convertirlo en más que un problema de desigualdad social, una forma donde la sociedad limita algunas oportunidades para jóvenes talentosos donde importa a veces más amistad que talento.

Muchos de nosotros crecimos pensando en lo que nos decían nuestros padres: “Hijo, inténtalo, puedes tener un título y vivir una vida mejor”, pero la realidad ya no es el poder contar con un título universitario a la hora de buscar trabajo, es una prioridad adicional, pero no garantizada.

Todos estamos tratando de trabajar o conseguir el trabajo de nuestros sueños, pero en nuestra sociedad, en nuestro México 2022 actual, es difícil porque se sabe que estamos arrastrando los estragos de la pandemia. Todos los grupos de población se ven severamente afectados, las fuentes de empleo son limitadas y hay pocas oportunidades de trabajo.

Aquellos de nosotros que ya tenemos la suerte de estar trabajando, ya vemos esta brecha en la desigualdad muy grande: lo primero que te llegan a preguntar en una entrevista es tu institución de procedencia, desde ahí vemos que los puestos como direcciones o jefaturas son para los jóvenes de escuelas privadas, y los egresados de instituciones públicas son a veces excluidos de esas oportunidades.

En lo personal no me gusta usar el concepto de clase social, pero en las instituciones públicas se beneficia mucho a la gente que tiene acceso a estudios privados o en el extranjero, es un problema socioeconómico por nuestros valores en ese momento. La gente depende de su origen, al que ahora tenemos que cuestionar.

La pasión es algo que todos los estudiantes hacemos todos los días, algunos vivimos a 2 horas o más de nuestro centro de estudios, todos tenemos ganas de progresar, todos tenemos una meta diferente, pero el objetivo es universal, poder tener un trabajo estable, por lo que se debe incentivar a los jóvenes a dar lo mejor de sí, porque ese es el verdadero espíritu de los universitarios.

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