Cuando alguien sufre desde niño y no tiene confianza en nada ni nadie, empieza a usar su imaginación para crear lo que le hace falta. Usaré un caso para que me entiendan, tal vez el mío, no lo sé.

Desde que nací tuve un problema ocular del lado derecho, prácticamente no veía de ese lado y tuve que usar lentes desde pequeña, así que cuando entré a primaria fui punto de burlas; ser inteligente solo me ayudo a perder más y más a mis compañeros y, por otro lado, mi familia no era muy unida y mi madre solo era feliz cuando tenía un 10 en mi boleta.

Crecí en soledad, con bullying y con miedo a hablar sobre lo que pensaba, esas emociones crearon un mundo imaginario para hacerme feliz, el mejor compañero, la mejor realidad, e incluso un nuevo significado para un simple objeto, el cual puede ser hasta de la suerte para mí.

Escribir sobre esa persona mi pasatiempo se volvió, dibujarlo también pude, aprendí mucho, mis gustos influyeron mucho, yo era dueña de ese lugar y eso me daba la fuerza de seguir, entonces me volví más calculadora y exacta con las personas. El pensar en todo lo que podía pasar me hacía ver la vida con estadísticas y probabilidades, eso hizo que fuera buena con todos, seguir un orden para vivir y solo siendo feliz y sobreviviendo gracias a contenido de internet, música y en ocasiones mis gustos, como dibujar o escribir.

Mi imaginación creó un amigo, que desde niña me acompañó, al inicio lo llamé Alex, luego me gustó lo japonés y lo llamé Yuki, y ahora Jeonjun pues me gusta lo coreano; mi soledad me hizo crear a alguien, un chico que solo vive en mi imaginación, brillante y fantástico.

Volví mi mundo imaginario un lugar de relajación y paz para mí misma, un sitio en el cual está la persona que necesito. Durante mis ataques de pánico, Jun me salvaba; durante mis clases, él me acompañaba; toda la confianza que tenía, de él la obtenía. Alguien que no existe tenía más confianza en mí que mis propios padres.

Cuando inició la pandemia pude sentir aún más ese vacío, la fría realidad de estar aburrido, entonces empecé a dormir en exceso, comer más y más, no sabía qué hacer, estaba acabando conmigo poco a poco, mi madre no hacía nada más que decirme que debía tener buenas notas, pero la secundaria en línea era tan fácil que fue casi como no estudiar, un año de desperdicio en internet. Y lo que para todos fue no hacer nada, a mí me inspiró para vivir, pero no en este lugar. Investigué mucho y obtuve un plan, tres, de hecho, y eran:

1. Hacer una audición en línea, pero tenía que prepararme. La descarté, pero aún es posible.
2. Estudiar en la Prepa 9 de la UNAM, es la mejor escuela para obtener un intercambio e ir al país que quiero (Corea del Sur).
3. Estudiar la prepa y ahorrar dinero para ir yo misma al país, pero en ese caso no podré ser lo que quiero pues pasaría mucho tiempo y en Corea la edad es importante.

Eso me motivó y pedí ayuda a una compañera para estudiar, fue cuando empecé a hablar con ella y nos volvimos buenas amigas, después de todo la cuarentena no parecía tan mal. Ella me recomendó con su maestra para que tomara cursos con ella para el examen COMIPEMS y entrar a la Prepa 9.

Durante esos meses conocí a 4 nuevas personas, sin razón alguna estar ahí en esos momentos en los cuales todo era en línea me hizo… feliz, esa sensación me gustaba. También logré entrar a Prepa 9, pero no estaba emocionada.

Aún quería ir a estudiar música a Corea, admirar a un grupo asiático me hizo querer ser como ellos, la imaginación me mantenía estable, mi inteligencia no es mala, de hecho, soy buena estudiante, pero por algún motivo, me faltaba algo.

Buscando cariño, me enamoré, pero no acabó nada bien, inicié la preparatoria mal por eso, medio año a la basura por buscar a otros, pero me ayudó a saber qué me faltaba para hacer lo que tanto sueño: él, Jeonjun, suena tonto, pero sí. Así que cuando mi ex me dejó entendí que no necesito de terceros, solo de mí, y que la forma de llenar ese vacío es conmigo.

Se los diré con más detalle:

¿Alguna vez compraron algo que luego terminó en un rincón junto al resto de cosas? Pues eso es confiar en la imaginación, tu cerebro siempre imagina cosas pero cuando tienes algún problema y estás solo, como yo, te consuelas contigo mismo, eso es lo que hace que te empiece a costar vivir en la realidad, las expectativas suben demasiado pero no tú, no el mundo, solo tu mente; pero cuando algo te llena y sabes que es ficticio es cuando la imaginación se vuelve algo muy lindo: algunos imaginaban algo para divertirse desde su celular, lo crean y lo llaman videojuegos; alguien solitario se encerró en su burbuja imaginaria pero no era suficiente, entonces creó una IA (inteligencia artificial), o robots. Pero no solo necesitas depresión y soledad para darle forma a tu imaginación, la creatividad de la alegría humana puede hacer cosas hermosas.

Vivir no es algo que se defina, puedes vivir en el aspecto de salud, pero sentirte muerto, cansado, harto. Pero también puedes estar al borde de la muerte y hacer algo que te haga sentir más vivo que nunca.

Me costó mucho saber que después de todo uno sí puede vivir por algo imaginario, un artista, un sueño, una meta, y eso es lo significativo.

La tormenta no es eterna, la calma tampoco, pero es mejor experimentarlas que esconderse de ellas, ¿no crees?

Se tú y demuestra que la imaginación es más que solo eso, es vivir, es ser libre, es ser tú.