Facultad de Estudios Superiores FES Acatlán
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Actualmente pasamos por una era donde pareciera que las tendencias en línea empujan a que la moda sea más pasajera, últimamente vemos nuevos estilos como el “coquette”, “old money”, “Y2K”, y muchos más… pareciera salir un nuevo estilo cada semana, y en un intento de seguir estas tendencias, ya no sabemos qué ponernos de lo que tenemos en nuestro clóset: nos encontramos en la situación de “no tengo qué ponerme” y sentimos frustración al sentir que nuestra estética personal no evoluciona o está estancada.
De este problema está más que enterado el llamado fast fashion (marcas del grupo Inditex serían un ejemplo) y el no tan reciente ultra fast fashion (como SHEIN o el más reciente TEMU), en ambos casos, son alternativas baratas para conseguir prendas que se vayan ajustando a las tendencias actuales sacando colecciones dos o tres veces por mes. Pero ojo, según datos de la SEDEMA (Secretaría del Medio Ambiente) el 10% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial es producido por estas industrias y, al mismo tiempo, usan al año 93 mil millones de metros cúbicos de agua, en pocas palabras esto se traduce en una contaminación excesiva.
¿Qué podemos hacer? Pues mucho se habla de lo que contaminamos día con día, pero, ¿qué podemos hacer más allá? En la actualidad pareciera que el consumo responsable ya no es posible, ya que no importa en dónde compremos estamos apoyando a todo lo que está en el mundo y puede llegar a ser frustrante.
Una solución a esta situación podría ser la famosa “paca”, o ropa de segunda mano (o como algunos influencers “blancos” quieren llamarlo, el thrifting); esto sencillamente es comprar ropa previamente usada, aunque aún se tengan prejuicios sobre esta práctica, prejuicios acompañados de un discurso clasista. Pese a cualquier discurso, en la paca puedes encontrar prendas de marcas reconocidas mundialmente que en calidad son mucho mejor que el fast fashion y por ende, te pueden durar mucho más. La verdad que encuentras ahí marcas como Lacoste o Polo Ralph Lauren entre otras, a precios bastante accesibles y bueno, no estás comprando directamente a algunas marcas que podrían representar problemas ecológicos o de otro tipo. ¡No tengas miedo a buscar de entre los montones de ropa, si le dedicas tiempo a tu búsqueda encontrarás la prenda perfecta que se ajuste al estilo que buscas!
Otra opción es el upcycling que fue como nombraron a algo que se ha hecho toda la vida y es darle una segunda vida a una prenda que ya tengas, puede que tengas un pantalón que te gusta cómo te queda, pero le cayó una gota de pintura pues para no tirarlo puedes aprovechar esa gota y pintarle algo como unas flores o algo que te guste, el punto es dejar fluir tu creatividad. Con el uso de pintura, parches, bordados, apliques, estoperoles, y una larga lista de materiales, puedes usar nuevamente tu ropa cuando le salga un pequeño detalle y lo mejor es que será única, al ser una prenda intervenida por ti no habrá dos iguales en el mundo. Qué mejor que demostrar tu estilo con algo hecho con tus propias manos.
Lo más importante de vestir es estar cómodxs, no solo por la comodidad para realizar tus actividades, sino también en el sentido de que te guste lo que veas en el espejo. En el capitalismo no existe el consumo responsable, y esto no quiere decir que nos rindamos porque la indiferencia nos hace parte del problema. Aún podemos buscar alternativas para poder aportar algo al mundo desde nuestro nicho, si bien nosotrxs solxs no vamos a cambiar al mundo podemos formar parte de ese cambio ambiental, de la moda y de la humanidad.
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