Facultad de Ciencias
Facultad de Ciencias
Recientemente he buscado llegar a un punto de conciliación con mi edad, lo cual ha sido causante de muchas penas estos últimos meses, es a partir de estas sensaciones que me pregunto, ¿algún otro miembro de la generación Z está teniendo las mismas dificultades para asumirse como adulto? La sociedad mexicana da por hecho que al cumplir dieciocho años automáticamente te conviertes en alguien responsable, y si bien es cierto que los universitarios ya no somos adolescentes, eso no significa que como personas estemos exentas de tener problemas para dar el salto a la vida adulta.
Algunos amigos míos se identifican como adultos chiquitos, concepto que en sí mismo me provoca acidez. Pero antes de criticar a quienes se asumen de esta manera, considero importante tratar de entender un poco por qué tantos universitarios se identifican como miniadultos. Es momento de admitir que la juventud, para la generación Z, ha sido una montaña rusa de tragedias sociales, económicas y culturales. Pero en particular, quisiera que entendiéramos brevemente qué significó ser adolescente durante la pandemia.
La adolescencia para la generación Z
Veámoslo así, un buen día lograste entrar a la Escuela Nacional Preparatoria, al día siguiente te encerraron por la propagación de un virus del que nunca habías escuchado, pasaron otras veinticuatro horas convertidas en días, meses y años, y de pronto te encontraste en tu ceremonia de graduación. ¡Cursamos la mitad de la preparatoria encerrados en nuestras casas, cuando la pandemia terminó ya era momento de entrar a la universidad!
Muchos abandonaron sus estudios para poder apoyar a sus familias en plena crisis, y quienes tuvimos el privilegio de continuar estudiando, convivimos a diario con la impotencia de sentirnos aislados de nuestros amigos y seres queridos. Cada uno de nosotros trató de sobrellevar la pandemia como pudo, el mundo siguió su curso y eventualmente la pandemia acabó. Pienso que no estábamos preparados para asumir la responsabilidad de entrar a la universidad o empezar a trabajar sin haber podido vivir un poco de las mieles de la juventud.
No sé si alguien sienta lo mismo, a veces creo que estoy tratando de recuperar una adolescencia que nunca volverá. Quizás el concepto de adulto chiquito exista debido a una sensación de rabia e impotencia contra el mundo, éste nos robó dos años de vida, el tiempo sigue avanzando y sólo queda preguntarnos: ¿qué nos queda por hacer si sólo somos adultos?
Al menos para mí, un primer paso para dejar de ser adultos chiquitos es empezar a valorar y ser conscientes de los pequeños momentos de nuestra vida, tarde o temprano éstos se irán en un parpadeo al igual que nuestra juventud.
Por: Tania Maite Ortega Valtierra
Poema sobre lo que amamos de una persona
Por: Astrid Guadalupe Tufiño González
Enmarañamos la indiferencia como símbolo de una sociedad cansada y sin cuidados
Por: Ángel Gabriel Pérez Gaytán
Hablemos de extorsión y el miedo constante a la humillación