He oído muchas veces decir a los adultos que estoy en la edad en la que nadie me entiende, que me he vuelto rebelde aunque nunca salga de casa. Que después creceré y dejaré de pensar así.

Hago diez cosas bien, pero una mala, así que solo eso importa. La visión de los adultos es extraña, no debo cometer errores pero tengo que aprender de ellos. Tampoco debo quejarme, porque los adultos te humillan y te hieren para hacer ver tus debilidades, para que aprendas que sin importar cuanto te esté costando mantenerte con vida, nunca es suficiente.

Te preparan para la vida adulta pero olvidan que estás en la adolescencia. Se saltan etapas buscando nuestro bienestar cuando es su egoísmo el que no permite ver que necesitamos ver el presente. No puedo lidiar el mañana si estoy estancada en el hoy.

Porque yo vivo el ahora. Hoy no quiero estar aquí. Hoy deseo morir.

¿Por qué yo debo entender que ellos lleguen cansados del trabajo, pero ellos no pueden comprender que me estoy apagando?

Necesito ayuda, no un discurso de lo que pasará cuando crezca. Porque no me interesa el futuro si no puedo vivir mi presente.

El que ellos siempre lo mencionen me hace pensar que no estoy lista para llegar ahí. Lo hacen ver todo tan difícil y sombrío que me aterra no lograr mantener mi esencia.

Entiendo, cuando crezca estaré en tu posición y seré tan egoísta para olvidar los problemas de los jóvenes. Sin importar cuando me haya dolido, o cuanto me haya dañado.

Cuando me dé por vencida, cuando deje de imaginar, cuando deje de esperar que sea feliz… ahí podre reprimir mis emociones sin culpa alguna, porque sólo cuando sea una adulta muerta por dentro podría pensar en mis sentimientos como algo que merece ser embotellado.

Llora, grita si gustas, pero jamás digas como te sientes porque recuerda, todos pasamos por esto así que a nadie le importa. Pero cuidado, porque si la sangre deja de correr por tus venas será tu culpa, por no hablar de lo que nunca escucharon.

No me crean, adultos. Estoy jugando a la ruleta rusa. Cada día es un disparo y yo soy la única participante.

NOTA FINAL

Mi nombre Ximena Ayline Mendoza Benitez, desde pequeña me he interesado en diversas artes, siendo la literatura la que más destaca para mí. No sólo leo con frecuencia, sino que he escrito desde pequeña e intento aprender cada día más, pues mi objetivo es evolucionar en todo aquello donde encuentro mi pasión. Además, esta práctica me ayuda para sobrellevar mis emociones y pensamientos, ya que la tristeza es mi mayor fuente de inspiración, como se puede notar en este escrito.

Como muchas personas de mi edad, he tenido momentos donde siento que la vida no tiene sentido, viéndome envuelta en los típicos comentarios de los adultos. El escrito es pesimista, pero considero que tiene un impacto ya que muchas personas se podrían sentir identificadas, y también debería ser un tema para reflexionar, porque muchas veces lo minimiza cuando es algo verdaderamente importante.