Facultad de Filosofía y Letras
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Como bien sabemos, el tema de la salud mental es un tanto reciente, por lo que aún existen muchos puntos de vista que difieren entre sí, acerca de si es esencial o no. Y es que, como sociedad hemos aprendido a dejar al último nuestros problemas emocionales o mentales.
La mayoría de las personas que necesitan ayuda psicológica y crecen en una sociedad como esta, tiene que enfrentar el gran desafío de ser cuestionada por ello, pues se tiene una idea errónea de que tenemos que dejar que los problemas se superen por sí solos, o como la conocida frase: “Dejar que las heridas sanen con el tiempo”.
Sin embargo, es necesario entender que conformarse y aceptar esto cuando realmente se necesita ayuda, sólo lleva a la represión emocional, además de ser sumamente peligroso. Desafortunadamente aún hay muchas personas que no entienden el peso que tiene la represión emocional, muchas veces esto puede conllevar a traumas o actitudes que se quedan para toda la vida por no haber sido tratados profesionalmente, además, parte esencial de lo que representa la represión emocional, radica en que muchas personas se sienten avergonzadas de manifestar sus sentimientos, ya que a través de los años se ha vuelto símbolo de debilidad.
Si bien todo lo anterior ya es un gran desafío, también nos encontramos con un gran problema, que es tener las posibilidades económicas de atenderse psicológicamente. Actualmente el costo promedio de una sesión psicológica es de 500 pesos mexicanos, y teniendo en cuenta que la mayor parte de la población mexicana es clase baja o media, dicha cantidad representa un precio elevado. Es por esto por lo que podríamos considerar que la salud mental es un privilegio. No obstante, también es una realidad que para algunos de nosotros está en nuestras posibilidades permitirnos priorizar el dinero y administrarlo conforme a la importancia de nuestras necesidades. Por lo cual en este punto me parece importante recordar que la salud mental es tan importante como otros sectores de la salud, la única diferencia es que los problemas psicológicos son intangibles, o, mejor dicho, no se ven a simple vista.
Como dije anteriormente, somos muchos, pero no todos, los que tenemos esta posibilidad. Aún con esto, me parece importante que sin importar la situación en la que cada uno se encuentre, todos debemos aprender a llevar la salud mental de forma correcta. Y en mi punto de vista, hay tres puntos importantes a seguir para ello:
Finalmente:
La salud mental es un PRIVILEGIO que tiene que transformarse y ser un DERECHO más accesible, que nos lleve al entendimiento de que el problema no radica en si es un tema de MODA, el problema es la desinformación.
Por Axel Álvarez Barrientos
Del despertar erótico a la búsqueda de identidad
Por Alejandro Sánchez Campo
¿Es amor o es sólo dopamina?
Por María Fernanda Sánchez Badillo Si cuidamos a la naturaleza, nos cuidamos a nosotrxs mismxs
Por Nasya Michelle García García
Cuidarse, entenderse, desaprenderse y reencontrarse
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Entrega, subordinación y descolonización del amor romántico
Por Kiram Alejandro Castro Campos
Masculinidad, heterosexualidad y machismo en las estudiantinas
Una respuesta
Totalmente de acuerdo con este texto.
Todo tipo de salud, incluida la mental, es un derecho social incuetionable.