Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán
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Cuando escuchamos la palabra “amor” lo que inmediatamente se nos viene a la mente es: besos, noviazgo, parejas, relaciones sexuales, intimidad, flechazos, citas amorosas y todo aspecto sentimental vinculado al romance, y por ende siempre la asociamos con todo aquello que vaya más allá del cariño y el respeto entre dos personas.
Sin embargo: resulta bastante equívoco y ambiguo pensar que solo se limita a una relación amorosa, puesto que también involucra a nuestras amistades, a nuestros familiares y a quienes más estimamos y queremos aún sin tener vínculos con ellxs que trascienden a ligues o amoríos. Y es aquí donde vale la pena preguntarnos: ¿Por qué se piensa que el amor es exclusivo de novios?, ¿Qué factores influyen para creer que no podemos amar sin alguna relación de por medio?, ¿A qué se debe que normalicemos dicha idealización?, y, ¿Cómo cambiar esta perspectiva?
En principio: hay que mencionar que el amor es bastante subjetivo, y por consiguiente muy difícil de definir; para unos es un sentimiento afectivo, para otros es un estado emocional, y para algunos más representa una relación con alguien encaminada a compartir felicidad, privacidad, ternura y espiritualidad de forma mutua. Existen puntos de vista encontrados, ahí es entonces cuando nos vemos inmersos en una serie de estereotipos y paradigmas totalmente superados, arcaicos, hegemónicos, machistas y heteropatriarcales.
Lamentablemente la mayoría de nosotrxs hemos crecido con la idea de que el amor únicamente se da en el noviazgo y no entre amigxs, porque según: se presta a interpretaciones de “querer tener algo” más allá de la amistad; y en el caso de los hombres: no podemos demostrarle nuestro afecto a un amigo ya que eso provocaría rechazo, burlas y hasta etiquetas de “homosexual”, “gay” y otras de índole homofóbico, por lo que tendríamos que ser bastante secos e indiferentes.
Esto se debe –en buena medida– a que vivimos en una sociedad donde el machismo es latente en todos lados y se reproduce mediante ciertos patrones que son normalizados en la actualidad y heredados a las nuevas generaciones, y de esta triste realidad es que surgen concepciones erradas que limitan el amor únicamente a parejas heterosexuales y lo excluyen de las amistades.
Aunado a lo anterior, encontramos que hasta nuestros días existen diversos pensamientos que fomentan la idea de que “no se ve bien decirle a un amigo que lo amas o lo quieres”, precisamente por seguir una visión superada y arraigada de limitar la forma de expresar nuestros sentimientos.
Me niego a aceptar que el amor no pueda darse entre reales o amigxs, puesto que al ser subjetivo y tener distintas interpretaciones no necesariamente implica un vínculo con deseos amorosos e íntimos que trasciendan a otro tipo de relación, sino más bien: un sentimiento y una aceptación que se dan y comparten a partir de las coincidencias, un sentido de pertenencia e identidad, la confianza, el respeto y el apoyo mutuos.
Por ende, es que cuando tenemos grandes amigxs expresamos todo nuestro cariño hacia ellxs no solo por los momentos que compartimos, también por la reciprocidad e incondicionalidad que existe ahí, y que no insinúa algún tipo de vínculo que rebase los límites de la amistad.
En mi caso particular: suelo decirles a mis amigxs lo mucho que los quiero, valoro y aprecio, así como el gusto que tengo de conocerlxs y la gratitud por sus amistades cuando les felicito por sus cumpleaños o compartimos algún momento inolvidable, pero esto no se queda ahí, también les brindo mi apoyo ante situaciones difíciles o complicadas que atraviesen y busco mantener con ellxs comunicación constante a través de Redes Sociales, WhatsApp y medios electrónicos para evitar perder su contacto por circunstancias que nos distancien y ocupaciones personales.
También, busco salir a divertirme, organizar un convivio y sacar planes con ellos para que esas amistades no se enfoquen en un solo ámbito o lugar, sino además diversificar el ambiente en el que nos desenvolvemos en lo cotidiano o común, salir de nuestras burbujas y verdaderamente tener recuerdos y experiencias maravillosos.
Es así que el amor tiene múltiples formas de vivirse y sentirse, y en el caso de las amistades no es la excepción, pues ahí se dan los principales lazos con todas aquellas personas a las que tenemos confianza, reciprocidad, cariño y a las que les extendemos ayuda en los momentos más duros y complejos. Esto demuestra que, contrario a lo que se cree y se piensa, el amor no necesariamente está en el noviazgo y en las relaciones sexuales y sentimentales, y que involucra a nuestro círculo más cercano de carnales, camaradas, amigxs y reales.
Por lo que, el decirle a un amigo que lo quieres o lo amas no debe de verse mal, al contrario, es parte fundamental de nuestro desarrollo y crecimiento, ya que es donde encontraremos a lxs mejores amigxs con quienes contaremos siempre y harán de nuestra vida una etapa memorable que nunca olvidaremos.
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