Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2, Erasmo Castellanos Quinto
Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2, Erasmo Castellanos Quinto
¡Qué onda!, ¿qué tal tus últimos días?
Espero que todo vaya bien. El año ha sido algo distinto para todos, en lo personal, ha estado lleno de emociones fuertes, altas y bajas; verás, últimamente he recordado cómo era mi vida antes de pandemia, he recordado a amigos que ahora son solo conocidos y momentos que ahora son lejanos.
Creo que a todos nos ha pasado. Aunque no es malo extrañar, no siempre es sano. Cuando las personas y los momentos se relacionaron u ocurrieron hace mucho tiempo se siente vacío o una sensación no agradable al repetir la cinta. No es saludable, no es sano si te provoca tristeza o emociones bajas; tristeza, enojo y sus derivados.
Por supuesto que se puede recordar ciertas cosas o personas y sentir algún tipo de nostalgia. Tal vez es nostalgia alegre, de ser ese el caso, no me parece mal recordar. ¡Al contrario! Es como recordar aquella película que viste y te dejó super motivadx, o de la canción que al escucharla inmediatamente creaste tu versión futura, conduciendo tu propio auto o, volando en un avión o en tu propia casa escuchando esa misma composición, no lo sé, cada quien se imagina diferente a futuro.
En fin, son sensaciones que deberían perdurar más en nuestro día a día. Hasta el momento no sé cómo se logra, pero sé que podré hacerlo. Para eso, creo prudente entender y desechar mis otros recuerdos, los que me bloquean, esos que provocan incluso llanto, aquellos que me ponen triste y sin ganas de seguir mi ritmo de vida.
Pienso que todos necesitamos éste proceso de “desecho de pensamientos”, la mayoría los hace a final de año, “Nuevo Año, nuevx yo”, pero seamos sincerxs, tal vez jamás has logrado todo lo que te propones para Año Nuevo y, ¿por qué? Bueno, eso se debe a diversas causas, pero la más común es que queremos los resultados sin pasar por el proceso. Buscamos ahorrar nuestro inicio desde cero, queremos todo rápido como Maruchan. Sin embargo, si deseamos un cambio perdurable, jamás se obtendrá así, al menos no desde mi punto de vista. Con muchos temas por los que tenemos que pasar y no importa que sea inicio o mediados de año, cualquier momento es el correcto para crecer.
Comenzaremos con hacer espacio. No puedes tener todas las apps que deseas en tu teléfono, tampoco todas las imágenes o canciones, siempre llega un tiempo en el que te llega la notificación de que queda poco espacio; pasa lo mismo con nosotrxs. Hablaré de mí, cada quien puede verlo de otro modo o experimentarlo diferente.
Siento que, tanto extrañar momentos y personas me está impidiendo incluir a personas nuevas a mi vida, me siento estancada en el hoyo de mis propios recuerdos, sin poder hacer nada por más que quiera zafarme de ahí, me siento impotente y no me gusta.
Sé que muchas personas pueden compartir mi sentir, tal vez eres una de ellas y tienes muchas cosas que decir a muchas personas, algunas tal vez ya no forman parte de tu vida, con otras, es posible que simplemente no puedas expresarte por dignidad. Pero, es necesario sacar todas ésas palabras de tu mente, es lo que necesitamos y si desean empezar a desahogarse, aquí les tengo dos posibles soluciones:
Ahora, si de plano crees que no podrás mantenerte a raya, te propongo que hagas una carta previa y se la des a esa persona, para que así, no tengas que hablar, pero de igual manera estás frente a ella. No es lo mismo un mensaje de texto a una carta.
Por otro lado, si piensas que no será tan buena idea decirlo o lo que extrañas es un suceso o emoción (intangibles), lo más viable es el punto dos.
Tal vez sea un poco difícil al principio, es normal, y lo que te podría ayudar a desarrollar puede ser como primer punto reconocer cómo te sientes. Muchas veces negamos lo que sentimos, ya sea por querer mostrarnos fuertes ante nosotros mismxs o ante los demás, también puede ser porque simplemente no nos cae el veinte de la situación. El segundo punto es imaginar que le estás contando a alguien todo lo que escribes; debe ser muy de tu agrado, alguien o algo que te transmita seguridad, puedes imaginar a una persona, no necesariamente que ya hayas visto. Yo me imagino a alguien de mi edad, a veces cambia de sexo, otras veces me imagino a mí misma del futuro, puede que te funcione, y espero que sí, el objetivo es vaciar tu mente de todo lo que abarca mucho espacio y ya no necesites. Créeme que se puede, sé que puedes, no necesitas seguir lamentándote por el recuerdo de aquella persona que ya no está en tu vida, ya no necesitas ver la misma película del momento que extrañas, ya no, vendrán más personas, más momentos, permite que suceda, hazles el espacio necesario para que permanezcan en tí los nuevos momentos y personas.
Es prudente que sepan que este primer paso no es de un solo día, la primera vez que pasé por este recorrido me tomó alrededor de tres o cinco meses, no está mal, cada quién tiene sus propios procesos, se paciente contigo, ve paso a paso, pero a paso firme, vacía todo.
Termino este primer artículo con muy buenos deseos para ustedes, deseo que todo por lo que han luchado se cumpla, y si aún no es así, perseveren que cada vez falta menos, deseo que lleguen las personas que necesitan y sobre todo que se conviertan en quien merecen.
Por: Carla Edith Martínez Vital
El amor está más allá del bien y del mal
Por: Edgar Humberto Soto Monrroy
Poemas sobre amor y aves atravesados por la historia del corazón
Por: Alan Alegría Martínez
¿Y si las rupturas se quedan con nosotros para siempre?
Por: Luis Iván Rojas Mares
La métrica del entendimiento para el amor y el deseo