Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9
Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9
La historia de Naruto nació en el manga creado por Masashi Kishimoto en 1999, y pronto se convirtió en un fenómeno global. Su adaptación al anime fue producida por Studio Pierrot y distribuida por TV Tokyo. La primera serie, Naruto (2002-2007), contó con 220 episodios, mientras que su secuela, Naruto: Shippūden (2007-2017), extendió la historia con 500 episodios adicionales. Más allá de su acción y su universo de ninjas, su éxito se debe a su poderoso mensaje. A lo largo de su historia, esta obra nos regala momentos inolvidables que pueden reflejarse en nuestra propia vida.
La historia sigue a Naruto Uzumaki, un joven ninja de la aldea oculta de Konoha que sueña con convertirse en Hokage, el líder y guerrero más fuerte de su aldea. Sin embargo, su camino está marcado por la adversidad, ya que desde su nacimiento es rechazado por la mayoría de los aldeanos debido a que en su interior está sellado el Zorro de Nueve Colas, una bestia que una vez atacó la aldea. A lo largo de su viaje, Naruto enfrentará desafíos que pondrán a prueba su determinación, entablará lazos de amistad inquebrantables y descubrirá la verdad sobre su propio destino. Enfrentando enemigos poderosos y revelaciones impactantes, su historia es una de perseverancia, redención y crecimiento personal..
El mundo de Naruto siempre se caracterizó por la hostilidad, la soledad y el rechazo. Desde el inicio, fuimos testigos de cómo su protagonista, Naruto Uzumaki, creció en medio de la exclusión, señalado por algo que jamás eligió: llevar dentro de sí a Kurama, el Zorro de Nueve Colas. Durante años, sin siquiera entender la razón de su marginación, se aferró a su sueño, a su nindo: convertirse en Hokage.
Es aquí donde brilla su mayor cualidad: la perseverancia. Naruto jamás se rindió, incluso en sus momentos más oscuros. Permaneció indomable en un mundo que intentó apartarlo a toda costa. A esto se suma otra de sus enseñanzas más valiosas: la autenticidad. A pesar de las incontables noches de soledad, aprendió a comprender sus emociones y a usarlas como combustible para su vida. Poco a poco, construyó lazos irrompibles que marcarían su destino.
Pero esta historia no solo trata sobre la superación personal, sino también sobre el impacto que una sola persona puede tener en los demás. La perseverancia de Naruto no solo lo ayudó a salir adelante, sino que inspiró a aquellos que lo rodeaban.
Un claro ejemplo de esto es Gaara, quien, al igual que Naruto, sufrió el rechazo de su aldea. Sin embargo, a diferencia de Naruto, Gaara cayó en el odio y la venganza, convirtiéndose en un ser despiadado. Fue Naruto quien, con su determinación inquebrantable, logró hacerle ver que su destino podría cambiar, que no estaba condenado a la soledad eterna. Así, Gaara pasó de ser un enemigo letal a un aliado invaluable, demostrando el poder transformador de la voluntad de seguir adelante.
Otro personaje impactado por la determinación de Naruto fue Neji Hyuga. Desde niño, Neji creció creyendo en el destino inamovible, pensando que estaba atado a un papel que no podía cambiar. Sin embargo, Naruto desafió esa idea y demostró que el destino no está escrito, sino que se construye con esfuerzo y convicción. Su victoria contra Neji en los exámenes Chunin fue más que una simple pelea; fue una declaración de que el futuro de cada persona depende de su propia voluntad.
Esta historia logra reflejar realidades que muchos enfrentamos. Quizá sea por eso que Naruto es un personaje con el que es tan fácil identificarse. Porque, aun cuando el mundo parecía darle la espalda, jamás permitió que esas circunstancias definirán su destino.
Uno de los momentos más emblemáticos de la serie ocurre tras la batalla contra Pain. En una de las peleas más icónicas y emocionantes de la historia, Naruto regresa a la aldea victorioso. Allí, quienes antes lo despreciaban ahora lo aclaman. Aquellos que alguna vez lo rechazaron, ahora reconocen su grandeza.
Para quienes seguimos su historia, este momento fue inolvidable. No solo porque lo acercaba un paso más a su sueño, sino porque nos enseñó una lección valiosa: cuando el mundo te da la espalda, lo más importante es seguir adelante. Sin importar los obstáculos, si pones todo tu esfuerzo y te mantienes fiel a tus principios, puedes lograr cualquier cosa.
Naruto es una obra espectacular que marcó la vida de muchos, incluida la mía. Más allá de su trama —perfecta para algunos, inconsistente para otros— lo que realmente deja huella son sus enseñanzas. Nos ayuda a comprender la vida desde otra perspectiva, a ver más allá de nuestras emociones y, sobre todo, a entender la importancia de tener un sueño… y nunca soltarlo.
Porque Naruto nos recuerda que el camino nunca es fácil, que las caídas son inevitables, pero que lo verdaderamente importante es la voluntad de levantarse una y otra vez. Nos enseña que los sueños no se alcanzan solo con deseo, sino con esfuerzo y perseverancia. Que el reconocimiento no es lo que define a una persona, sino su determinación de no rendirse. Y, lo más importante, que cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar su destino.
Naruto no solo nos cuenta la historia de un ninja; nos cuenta la historia de cualquiera que alguna vez se haya sentido solo, perdido o sin un camino claro. Nos habla a todos aquellos que hemos dudado de nosotros mismos, que hemos sentido que el mundo nos rechaza. Pero, al igual que Naruto, tenemos la capacidad de desafiar esas adversidades y convertirlas en el combustible que nos impulse hacia adelante.
Su historia nos enseña que la verdadera grandeza no radica en la fuerza o el talento con el que nacemos, sino en nuestra capacidad de seguir adelante cuando todo parece en contra. Que el apoyo puede llegar incluso de los lugares más inesperados y que, cuando luchamos por algo con todo nuestro ser, poco a poco, el mundo empieza a reconocerlo.
Y, al final del día, eso es lo que hace a Naruto una historia tan especial. No es solo sobre ninjas, jutsus o batallas épicas. Es sobre la lucha interna de cada persona, sobre el deseo de superarse, sobre la fuerza de la voluntad y la importancia de no rendirse jamás. Porque, aunque el mundo nos dé la espalda, mientras sigamos adelante, siempre habrá una oportunidad de cambiar nuestro destino.
Por: Saúl Ramírez Gómez
Lecciones de templanza y superación
Por: Chimalakatl Soledad Flores Bautista
Partes mi corazón de la manera misma que tu mamá partía el frijol
Por: Lesly Saraí Martínez Cárdenas
¿Merezco un amor que me entierre espinas y dagas al corazón?
Por: Monserrat González Flores
¿Qué habría pasado si las cosas fueran diferentes?