Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
La historia de México, como la de muchos otros lugares que se conformaron bajo la colonización europea, es la historia de la marginación de los pueblos originarios y la imposición preponderante de los conquistadores. El paso del tiempo permitió consolidar las posiciones sociales basadas en el privilegio de unas castas y la exclusión de otras, ya fuera por medio de argumentos o de la fuerza, configurándose así el orden natural de las cosas.
Se construyó una realidad en el que jurídica, cultural y económicamente se benefició a unos grupos por sobre otros, ya fuera por su características físicas, además de anudarse otras cuestiones como el poder económico de estos grupos y su sexo. Así, un hombre caucásico y adinerado tendría la posibilidad de acceder a beneficios antes que otros.
Aunque con el paso del tiempo y los esfuerzos populares se han logrado combatir estas disposiciones injustas, sería innegable decir que el orden social sigue siendo esencialmente racista. Esto se ha mantenido tanto en México como en buena parte del mundo.
En nuestro país estamos acostumbrados a injusticias donde se pueden pasar por alto los delitos sólo por cómo luce una persona y en una situación opuesta ser abusivos. Inclusive en Estados Unidos, cuya población no-blanca ha luchado por la conquista de sus derechos, con cierta frecuencia ocurren actos de brutalidad policiaca atravesados por una cuestión racial: los actos de abuso contra personas de piel blanca son menores en comparación con otros grupos étnicos, como los afrodescendientes o hispanos. Al atestiguar estos eventos, no resulta extraño que escuchemos condenas, seguidas casi de inmediato de la frase consoladora “al menos en México no somos racistas”.
Y es que en buena parte de la población persiste la idea de que México es el resultado del mestizaje, borrando de forma automática toda posibilidad de actos de discriminación racial. Este discurso del mestizaje universal da por hecho que se dejó de ser indígena, se dejó de ser negro y se dejó de ser blanco, para dar lugar a un mexicano ideal, resultado de la convergencia de estos grupos fundadores pero que al mismo tiempo le resultan extraños.
Este discurso del mestizaje universal oculta las relaciones de dominación existentes entre los diferentes grupos raciales. Si no somos capaces de identificar a los grupos dominantes caucásicos, seremos incapaces de ver cómo ejercen su violencia sobre el resto. Parafraseando al filósofo Slavoj Žižek, en México nos sentimos tolerantes porque nos falta el lenguaje necesario para articular nuestro racismo. Quitar el velo que impide distinguir el sistema profundamente injusto es siempre resultado de actos de subversión, acciones en contra del orden dado por los dominantes. Uno de los casos más famosos en nuestro país ocurrió tras el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994, que obligó a des-cubrir a los grupos agraviados por años y años de marginación étnica y racial.
¿Y qué sucede con los grupos dominantes cuando ocurren estos des-cubrimientos? Definitivamente no les gusta que otros vengan a cuestionar su cómoda forma de vida. Se sentirán en riesgo de perder su posición y de forma casi automática defenderán su lugar, ya sea justificándose o deslegitimando a aquellos que les increpan, ocupando para ello todo el poder acumulado que les ha sido heredado: medios de comunicación, fortunas económicas, posiciones políticas.
Dicho esto, quiero pasar a un evento que ocurrió no hace mucho tiempo. En octubre de 2020, durante una rueda de prensa para la presentación de la película “Nuevo Orden”, el director Michel Franco expresó: “En redes sociales, por ahí me decían, todas las películas de Michel Franco son de gente de clase alta o gente blanca. Por ahí decían whitexican. Alguien que acusa de racismo y está creando esos términos, está siendo profundamente racista”. Esta no es una opinión aislada, sino la postura de un gran número de personas que no ven como legítima la popularización de este nuevo término. Pero, ¿a qué se refiere?
En octubre de 2018 se crea en Twitter la cuenta @LosWhitexicans. Ésta se dedica a reunir y compartir las actividades que ciertos mexicanos de clase alta y tez clara publican en sus redes sociales. Sus actividades fluctúan entre mostrar su ignorancia de la realidad cotidiana de millones de mexicanos y entre el excesivo racismo de su visión del mundo. Se consideran más cercanos al modo de vida estadounidense que el mexicano, empleando con regularidad expresiones en inglés. De ahí surge este grupo, la definición sobre quiénes son los whitexicans. Decir whitexican es denunciar las prácticas estructuralmente injustas y excluyentes, de quienes perpetúan las relaciones de dominación que se esconden bajo el velo de lo normal, de lo que siempre ha sido y seguirá siendo igual, de hacer ver como natural lo que es resultado social.
El cuestionamiento resulta molesto, como ya hemos visto. Los ofendidos alegan que están siendo violentados por sus rasgos físicos y su posición económica, declarando que están siendo víctimas de racismo. A esta idea se le conoce como racismo inverso, pues se dice que los grupos históricamente violentados son ahora los que violentan. Esto ocurre cuando se les empieza a señalar como whitexicans, pues en automático se descalifica a los otros al señalarlos como racistas, como resentidos, como marginadores. Nada más lejos de eso, pues como ya se ha dicho, esta es una práctica que busca denunciarles cuando denigran a sus trabajadoras domésticas, cuando dan dinero aludiendo a su superioridad, cuando sus criterios de lo bueno y lo malo están atravesados por la tonalidad de piel e ingresos económicos. Me parece que denunciar estos abusos es una actividad que debe continuar hasta hacer conscientes a un mayor número de personas que no es normal ni justo que esto siga sucediendo.
Gracias al internet, este des-cubrimiento del mundo acontece de forma más rápida, pero del mismo modo también surgen posiciones para mantener las cosas tal y como están. Por ello es necesario continuar en la conquista de la opinión popular, que nos permita avanzar hacia una sociedad donde las relaciones injustas no tengan cabida y las voces sistemáticamente silenciadas cobren relevancia.
Por Jaime Martínez Aguilar
El impacto de Fernández Noroña en el público estudiantil
Por: Aline Abril Carbajal de León
El célebre equipo de fútbol de la Prepa 2
Por: Carlos Yahir Lara Bautista
A pesar de su entorno físico deteriorado, Polakas es un faro de pensamiento crítico
Por: Yolotzin Jaimes Oñate
Imaginemos una escuela donde el bienestar emocional sea tan importante como el rendimiento académico
7 Responses
No existe el racismo inverso, sí la discriminación
Siendo sincera yo no estaba al tanto de este término de whitmexican pero con lo que respecta al racismo inerso en México puedo dar testimonio de ello puesto que lo eh vivido , yo soy una persona de test blanca, ojos claros y cabello rubio y gracias a estás características la discriminación el aviso por ser una persona rubia han Sido tan terribles que me visto obligada a tener que usar pelucas para poder salir en las cercanías de mi casa. Y las autoridades esto jamás le han dado el peso por ser una persona diferente en un entorno en el que mis rasgos raciales son diferentes a los de la mayoría.
Tú eres objeto de discriminación más no de racismo. Son dos conceptos totalmente diferentes. Te invito a que revises el tena y encontrarás que eres víctima de discriminación, no existe el racismo inverso. Saludos.
No ay que mentir por convivir. Yo soy exactamente de la misma complexión color, ojos , estoy económicamente bien y jamás me a ocurrido algo de lo que estás diciendo.
Es verdad que tus experiencias son fidedignas y el acoso que has sufrido no debe ser invisibilizado, sin embargo, la realidad genera del país es otra, y es que las personas con las características físicas como las tuyas, gozan de ciertos privilegios, como tener acceso a mejores puestos de trabajo, preferencias a la hora de otorgar bienes y servicios y en general ser tratados mejor. La violencia que has recibido es un reflejo de la opresión que la población morena sufre sistemáticamente a diario, es el resentimiento porque saben que al final del día, por mucho que te molesten, tú tendrás una mejor vida, una mejor vivienda, un mejor trabajo, y mucho mayor acceso a la riqueza de lo que pueden tener ellos, porque el sistema así nos lo ha demostrado.
Es importante aclarar que el término whitexican incluye a las personas que no necesariamente son blancas, pero tienen esa actitud de blanquitud, lo hemos visto con actores del espectáculo mexicano como Eugenio Derbez. El término en sí, no es un insulto, concuerdo con Carlos de que la palabra es una forma de englobar todo aquello que está mal con este grupo de personas que se excluyen del resto por sentir superioridad por su status social. Es importante continuar informandonos acerca de cómo deconstruir la cultura de racismo y clasismo existente en México para que en un futuro como sociedad se acepte realmente nuestros orígenes y no un mestizaje inventado para hacer esta división de clases.
No existe el ‘racismo inverso’…
Entendedlo tío.