Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 Pedro de Alba
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Cuando se habla de feminismo siempre se piensa en polémica y tal vez en tendencias, dependiendo del punto de la mentalidad de quien opina, pero muy pocas veces se repara en el olvido o el ser ignorado. Debido a muchas conductas machistas de nuestra sociedad, hay ramas del feminismo que son pasadas de largo.
Incluso con sus negligencias, México es una nación pionera en el feminismo y mucho se lo debemos a Kenya Cuevas Fuentes, que más que una activista es una heroína, pero antes de hablar de esta icónica mujer debemos entender el sector por el que lucha: las mujeres trans.
En México, las mujeres trans representan, probablemente, uno de los sectores más desamparados, ya que gracias a factores como la discriminación y falta de oportunidades, se encuentran más expuestas a la probreza, problemas de salud y falta de educación, además, en muchas ocasiones, su sector laboral sólo tiene tres vías: la peluquería, el show travesti y el trabajo sexual. Desafortunadamente, México también tiene una de las tasas más altas de VIH, por lo que la esperanza de vida de una mujer trans oscila entre los 37 y 40 años cuando en 2019 la esperanza de vida del ciudadano mexicano era de 75 años según el INEGI.
La historia de Kenya empieza en esas condiciones, en muchas entrevistas narra la historia de su vida y es desgarrador imaginar cómo ésta puede ser la realidad de muchas mujeres hoy en día.
El día que la realidad de Kenya cambió y, sin saberlo, también cambiaría la de muchas mujeres, fue el 24 de septiembre de 2016, día en que vió a su amiga Paola Buenrostro ser asesinada durante una jornada de trabajo sexual; producto de este suceso y las dificultades que afrontó como no poder reclamar el cuerpo de su amiga, que el asesino fuera liberado de manera casi inmediata y ser cuestionada constantemente por las autoridades, fue que se manifestó en la avenida Insurgentes de la Ciudad de México con el ataúd donde se encontraba su amiga recién asesinada y, durante su marcha, creó el termino “transfeminicidio”, que hoy en día es reconocido ante la ley.
“En estas condiciones Paola viene a manifestarse, porque todavía ni se enfría y ya a su asesino lo dejaron en libertad, por la corrupción, México nos invisibiliza todo el tiempo, vivimos así y fue cuando le grité al mundo y a la sociedad que estaba cansada, exploté”, dijo para Más allá del rosa. Con el tiempo, logró crear la asociación “Casa de las Muñecas Tiresias” y diversos albergues, el primero fue nombrado “Paola Buenrostro” en honor a su amiga, que se especializa en mujeres trans en estado de indigencia.
Aunque hoy en día se ha luchado colectivamente por dar representación a todas las identidades, la lucha por las mujeres trans aún tiene mucho camino por recorrer ya que son invisibilizadas por una sociedad que no entiende la diferencia entre sexo y género, que las ha dejado de lado por tanto tiempo, muchos hombres sólo pueden manifestar su gusto por ellas a traves de la fetichización y esto es gracias a un trauma colectivo causado por una sociedad patriarcal que aún tiene mucho por avanzar.
El feminismo islámico, por su parte, es un tema más complicado porque, aunque día a día vemos en los medios cómo son violentadas o reprimidas las mujeres en estas partes del mundo, poco se escucha hablar de su lucha y menos se sabe de las muchas realidades que viven las mujeres en el Islam, ya que no todas son reprimidas. Esta rama del feminismo se basa en un pilar: poder elegir, elegir si trabajar o quedarte en casa, elegir entre vivir sola o con más personas, y elegir cómo vestir, ya que un problema al que se enfrentan muchas mujeres que han migrado es el uso del hijab. Si bien, en muchos países el uso del hijab es obligatorio y hay muchas mujeres que desean vestir a sus propias normas, también hay mujeres que viven en lugares donde hay “autonomía corporal” y, aunque desean usarlo, no pueden porque se les ha prohibido en su lugar de trabajo, en sus escuelas o han sufrido agresiones y, desafortunadamente, hoy en día el hijab se convirtió en controversia ya que hay feminismos que juzgan su lucha producto del pensamiento machista de que la liberación femenina consiste en hipersexualizarse, de manera las critican por ser sumisas y no querer quitárselo.
¿Por qué estos feminismos son ignorados colectivamente? Al vivir en una sociedad donde los valores son católicos y patriarcales es difícil la empatía colectiva cuando alguien sale de lo que se cree aceptable y, desgraciadamente, una mujer trans o una mujer musulmana que alzan la voz y no piden, reclaman el respeto que merecen, son algo que sigue incomodando a una sociedad que tardará mucho en reconocerlas.
Aunque la juventud hoy en día intenta hacer un cambio y darle visibilidad a quienes lo necesitan, el panorama no es alentador entre gente mayor, por lo que tal vez una persona de esta generación no enfrente los mismos problemas que las generaciones anteriores, pero esto no minimiza todo lo que día a día sufrimos todas las mujeres en nuestros entornos laborales, familiares o sociales.
Fuentes:
nza-va-a-ser-que-todas-seamos-felices.html
c697.pdf
Por: Víctor Arizmendi
El mayor reto de la vida estudiantil es la habilidad social
Por: Julia Isguerra Torres
Hay que desaprender y usar el lente púrpura
Por: Pablo Josué Peña Molina
El cambio desde nuestra trinchera
