Durante la pandemia que surgió en el año 2019 y que ha continuado hasta el año actual, se han suscitado varios problemas emocionales, sociales y psicológicos todos desencadenados por el confinamiento que ha tenido una duración de más de dos años, la cuarentena que surgió gracias al virus mejor conocido como covid-19 afectó de varias formas la vida en la sociedad especialmente la de adolescentes y adultos, tomando en cuenta que las personas estuvieron en aislamiento social, escaso y nulo contacto con otros individuos, se desató una gran vulnerabilidad y con ello las altas posibilidades de generar conductas sintomáticas, patologías psiquiátricas y otras disfuncionalidades como rencillas en las relaciones, estrés agudo y postraumático, soledad, angustia, depresión, ansiedad, insomnio, pánico entre otros.

Varios jóvenes, niños y adultos presentaron durante el transcurso de la pandemia problemas emocionales y psicológicos que no tenían antes de esta, el estrés postraumático, el trastorno de ansiedad y la depresión se agudizaron durante la cuarentena dando como resultado la posibilidad de incluso llegar al suicidio, puesto que tener que lidiar con sentimientos de aislamiento, frustración, aburrimiento, ansiedad y estrés solo trajo consigo una respuesta de desesperanza, tristeza y enojo.

Los constantes cambios en nuestras vidas a diario hacen que exista un desequilibrio en nuestra salud emocional, es por eso que terminamos sintiéndonos agotados y exhaustos y para podernos sentirnos bien buscamos alternativas, para estar satisfechos con nuestra persona es necesario tener estabilidad psicológica ya que a través de esta se desarrollan varios conceptos que se tienen sobre sí mismo y los demás, este es un elemento clave para el progreso de la sociedad.

La salud mental según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como “un estado de bienestar en el que la persona realiza sus actividades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”, sin embargo la salud mental no se refiere solo a eso, está ligado al bienestar psicológico y social de una persona, es importante y esencial en la vida del ser humano porque influye de manera sorprendente en la toma de decisiones y la percepción que un individuo tiene de la vida. Si hablamos de la salud mental como un derecho, moda o privilegio entendemos que todos tenemos derecho a tener salud mental, claro sería increíble que por moda todos pudiéramos estar bien y de otra forma visto como un privilegio hay que considerar que tener una buena salud mental es un lujo en la actualidad.

Ahora bien ¿qué es el bienestar?, el bienestar es un término subjetivo, no siempre es igual para todos, muchas veces para lo que uno está mal para otros está bien, pero ¿alguna vez realmente supiste lo que es el llamado “bienestar”? este concepto está bastante arraigado a la salud mental puesto que este término hace referencia a un estado de satisfacción personal y comodidad que varía para cada persona, dado que está íntimamente relacionado con los gustos y las necesidades de cada individuo, aunque la mayoría de las personas coinciden en que el “bienestar” se refiere a estar sano desde el punto de vista físico, emocional y mental.

Ante nuestra mentalidad varios factores influyen en ella, tales son la pandemia que se suscitó hace tres años, las personas y los comentarios que hacen quienes nos rodean, la forma en la que nos sentimos, la manera en la que nos percibimos a nosotros mismos, las cosas con las que podemos o no identificarnos e incluso formar parte de una comunidad. Muchas veces nos sentimos perdidos entre nuestros pensamientos y confundidos ante lo que hacemos, sentimos y pensamos, sin embargo debemos saber de qué forma cuidarnos y controlar nuestras emociones para así erradicar los pensamientos y actitudes negativas, no solo porque nos pueden provocar problemas sino porque pueden volverse tan graves que podríamos atentar contra nuestra propia vida, tales factores llegan a ser el estrés, desequilibrio emocional, pensamientos de autolesión, crisis, cambios hormonales, ansiedad causada por el aislamiento y depresión o algún tipo de trastorno psiquiátrico, ciertos eventos solo ocurren como detonantes sobre nosotros.

Es por eso que hay que aprender a cuidar de nuestra propia salud mental reconociendo nuestras emociones, haciendo algo para distraernos y usar nuestro tiempo, mantener el contacto con nuestros familiares o seres queridos, siempre ver el lado positivo de algo por más mínimo que sea, pensar antes de actuar, expresar nuestras emociones de manera apropiada, encontrar el equilibrio y no descuidar nuestra salud como por ejemplo; lo que comemos, las horas que dormimos, ducharnos, etc. Es necesario desarrollar en forma consciente y sistemática las habilidades socioemocionales que necesitan los jóvenes y adultos para afrontar con éxito circunstancias cambiantes, desconcertantes e inciertas. Cuando sientas que estas a punto de colapsar recuerda que hay gente que te apoya y con la que puedes hablar.