Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Es común entre los jóvenes escuchar que todo partido es lo mismo, que la política es una esfera llena de podredumbre y de corrupción, que las cosas no se pueden cambiar desde las estructuras que han venido dominando la esfera pública y por consecuencia lo único que podemos hacer es despreciarla. Yo, en lo personal, no puedo consentir estas expresiones a pesar de que podrían ser ciertas. Claro que la política formal en México ha sido un nido de corrupción, que las cúpulas partidistas se encuentran cooptadas por viejos caciques y empresarios de Estado; nada de eso se puede negar pero, ¿y entonces?
La idea, bastante neoliberal, de rendirse antes de luchar, de entregar toda esperanza y de hacerse a un lado es una fórmula ideada desde las entrañas del Estado-Partido que en México fue dominante, sofocante y asesino. ¿Para qué involucrarse si nos van a matar o a terminar corrompiendo? Se pensó en los pasillos del Partido Comunista de México, en las filas de la huelga del 2000, en las asambleas anarquistas hasta la fecha. Bueno la respuesta es evitar que ese perro que persigue su cola llamado Estado lo siga haciendo.
Por un lado, el Estado intenta limitar la participación de espectros plurales y fundamentalmente de izquierdas más duras que la socialdemocracia y después trata de hacer votar por igual al anarquista que a los grandes cotos católicos. El permitirnos involucrarnos en la democracia y en la política permite entonces que el perro deje de perseguirse la cola y comience a avanzar.
Atrevernos a militar más allá de la crítica iracunda, del reduccionismo de los mecanismo o de la utopía ciega permitirá comprender que el monstruo de la corrupción tiene mil cabezas pero comprometerse con las causas a punto tal de no sucumbir en los valores y la ética permitiría comenzar a destrozar el corazón de la bestia. Un partido lleno de gente comprometida con valores y causas sería en su propio sentido un partido de vanguardia con posibilidades de refundar el sistema y de generar un cambio de fondo; de acercar la revolución.
Un puñado de personas desorganizadas gritando a cuatro vientos obviedades sirve, en efectos prácticos, para lo mismo que sirve quedarse a dormir en casa. La revolución, compañerx no se hace a los gritos. No se hace repitiendo al cansancio que todos son lo mismo, que no hay más nada que hacer.
Si de verdad queremos acabar con los problemas de fondo como el adultocentrismo, la pobreza o la corrupción necesitamos a la mayor cantidad de personas jóvenes, con sensibilidad de clase y honestas haciendo parte de los espacios de incidencia y si para eso se debe entablar relación con todo aquello que han intentado quitarnos desde los 50 entonces toca entrar en grandes cantidades y plantar cara desde ahí. Inamovibles en valores y en sentido, humanos y serviles a las grandes causas. Puros, sencillos y optimistas cantaban las juventudes comunistas.
Este es un llamado a las, los y les jóvenes universitarios y de México a superar el desencanto y comenzar a actuar. Organizar nuestro sentipensar a nuestras comunidades y enfrentar con las acciones aquello que los discursos tratan de contener en las urnas. No me mal entiendan; votar es importante pero ese proceso será o deberá ser marginal ante la inminente organización de los jóvenes dispuestos a cambiar el sistema de raíz. Más allá de las urnas, está la política.
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Una respuesta
Comparto tu pensamiento y sé que es necesario dejar de lado el no luchar, es fundamental el activismo juvenil en la política actual en México y si no, solo voltea a ver los cuadros políticos existentes en todos los partidos y con ello quiero hacerte ver que no solo es no luchar, es saber cómo luchar y por qué luchar; el sistema de partidos en México ha colapsado, se necesita una reforma urgente donde exista una obligatoriedad de la participación al voto y más allá de la obligación a sufragar se necesita una sociedad participativa en la vida política mexicana, además de una evaluación de los políticos, si a los maestros y a los estudiantes se les evalúa, Por qué no existe una evaluación una verdadera evaluación con sanciones y con reconocimiento para los que se destaquen en su labor, por ejemplo en la reforma electoral del 2015 votaron por la relección de los puestos para diputados, como dejar el espacio a nuevos cuadros políticos? La democracia representativa ya no está velando por los intereses del electorado, si no por sus propios intereses y bolsillos; esto aplica para cualquier partido que hablemos, ¿cómo quitarlos del poder? votando por uno nuevo? y quienes militan en los nuevos partidos? Todos lo sabemos y si no, tomen como ejemplo el partido MORENA de nueva creación. Fueron 40 millones de mexicanos que no salieron a sufragar esto te habla no solo del no querer luchar por que tengan un sentimiento derrotista, es por que quien llegue nos va a timar…porque ningún partido promoverá las verdaderas reformas que esos 40 millones de mexicanos que no salieron a votarlo saben, sería como autodestruirse ellos mismos; así que los que votamos, votamos por el menos peor o el que sabemos te va robar, pero mínimo le entrega Frijol con gorgojo a los adultos mayores (ayuda en algo),realiza infraestructura y todos los días sale a anunciarlo.