“Aunque tú me olvides, te pondré en un altar de veladoras y en cada una pondré tu nombre y cuidaré de tu alma”.

Caifanes 

Escribió Alejandro Zambra en Mis documentos: “Esa es la manera como la gente se conoce, contándose cosas que no vienen a cuento, soltando las palabras alegremente, irresponsablemente, hasta llegar a territorios peligrosos”. El 15 de mayo de 2021 nace el club literario Amoxtli, tras una idea y una reunión virtual. La palabra Amoxtli significa libro en náhuatl, y la razón principal para nombrarlo así fue la de tomar al libro como un objeto físico que además de la labor escritural, engloba otros trabajos como la edición, el diseño y la distribución.

Este objeto de papel me haría coincidir con Alexis, una joven de ideas maravillosas cuya chispa nos hizo aventurarnos a crear esta iniciativa donde lo primordial no era leer, sino descubrir y tejer vínculos y aprendizajes alrededor de ese universo de letras, donde el lema sería: “La literatura está en todas partes”. 

En el camino se nos sumaron Diana, Arianna y Majo, quienes hicieron de este grupo cultural un lugar cálido para compartir experiencias. En Amoxtli coincidimos en que la literatura se encuentra en las disciplinas artísticas: en el cine, en el teatro, en la danza, en la música, en todas ellas habita el mundo literario. 

Amoxtli existe en el seno cultural de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), junto con otros doce grupos culturales que conforman sólo una parte de la Secretaría de Difusión Cultural (SDC). Este tipo de iniciativas promueven una visión distinta de los valores universitarios para que la escuela no sólo se perciba como una institución, sino como un hogar donde surjan relaciones desde el arte y la cultura, una guía donde descubriremos lo que somos, lo que seremos y lo que podemos lograr de la mano de gente que comparte nuestras pasiones artísticas.

El club literario Amoxtli ha sido invitado a formar parte de dos grandes celebraciones en torno de los libros: la Fiesta del Libro y la Rosa, en su 14°, 15° y 16° edición, y la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios en sus ediciones IV, V y VI.

Universo de Letras: Islas de la Lectura, ha fungido como enlace para que el club literario sea partícipe de dichos eventos, mismos que la Secretaría de Difusión Cultural ha gestionado para hacer posible que la mediación literaria no se limite a la comunidad estudiantil de la Facultad de Contaduría, sino que también llegue a otras de las comunidades de nuestra enorme Universidad y al público que gusta de acercarse a estos eventos.

Entre letras, música, pintura, foto, teatro y múltiples formas de compartir la literatura, este espacio colectivo fortalece sus relaciones interpersonales. En nuestra comunidad estudiantil, asediada por los números y los trabajos de oficina, se encuentra en el arte un respiro. Comúnmente escuchamos que “no se puede vivir del arte”, pero si no se puede vivir de ella, ¿por qué nos hace sentir tan vivos? Como dijo Freire: “Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, las personas se educan entre sí con la mediación del mundo”. 

La generación de ideas puede llevar a proyectos cuya finalidad es compartir(se) con las y los otros. Las cosas hechas con amor perduran en el tiempo, a pesar del rumbo que se elija. Es posible una escuela donde conseguir un trabajo y un título no sean la única meta. En Amoxtli nuestra finalidad es que la formación humanística, a través del arte y de la cultura, enriquezca a la comunidad y le dé un sentido de pertenencia y de libertad.

Sabemos que nuestro paso por la Facultad de Contaduría es pasajero, pero las iniciativas que creamos a través del arte son para siempre. Amoxtli es una semilla que floreció en manos de dos jóvenes que gustaban de leer y que con el cuidado de más personas echó raíces. 

Al paso del tiempo, de manera inevitable las personas caminamos hacia direcciones diferentes. Con lo que me quedo de Amoxtli es con los momentos inolvidables vividos entre nosotras. Éramos muy unidas, un grupo de chicas que se querían. Era fantástico que el sólo hecho de unirnos fuera suficiente para sostener un espacio cultural. Cada una ha continuado su camino, sin embargo, nos queda lo que vivimos y la amistad que forjamos mediante el trabajo y el amor. Ya lo decía Anne Sexton: “Te prometo amor. El tiempo no se llevará eso”.