Edit Content
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Foto de Ariful Haque
Picture of Karla Ximena Aguilar Domínguez

Karla Ximena Aguilar Domínguez

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9

Una chica extrovertida que disfruta de hacer nuevos amigos, cantar, dibujar y la playa.

Todo está en nuestras manos

Número 8 / ENERO - MARZO 2023

Debemos tomar acciones drásticas ante las condiciones actuales de nuestro planeta

Picture of Karla Ximena Aguilar Domínguez

Karla Ximena Aguilar Domínguez

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9

Nuestra generación se ha caracterizado por no quedarse callada, hacer frente a las acciones erróneas de la administración de los recursos naturales, acciones degenerativas para nuestros ecosistemas, crear conciencia sobre cómo las condiciones actuales de nuestro planeta son muy delicadas por lo que debemos tomar acciones drásticas.

Se nos ha juzgado por querer “echarle la culpa” a industrias o al gobierno con la excusa de que somos “exagerados”, cuando a duras penas la realidad es que de nosotros dependen las acciones a tomar, nuestra reflexión ha servido para mostrar a otros las ejecuciones que a largo plazo nuestra vida podría ser no muy larga y ni hablar de generaciones futuras…

Se reflexiona que, aunque nosotros tratemos de ayudar a la conservación del agua, no se puede cubrir el agua que ha sido empleada por industrias que ni siquiera tienen aportaciones positivas a nuestra salud, la industria de comida ultra procesada y las bebidas chatarra, las cuales ocupan miles de millones de litros de agua para apenas crear poca cantidad de productos a comparación de su total.

Mientras tenemos sed, los organismos responsables no administran adecuadamente a estas empresas para evitar el gasto de recursos tan importantes y vitales como lo es el agua. Como sabemos, todos los productos que usamos cotidianamente ya ocuparon agua para su creación. Dependemos de ella.

Algo innegable es que atravesar la emergencia sanitaria de COVID-19 fue algo que nos ha afectado muchísimo. Viviendo hoy sus duras consecuencias, que, sin exagerar, el mundo ya no es para nada lo que llegó a ser. A lo largo de esta pandemia mundial, se hizo mucha agua. ¿Por qué?, porque fue necesario, nuestra vida dependía de nuestros hábitos de higiene y medidas sanitarias. ¿Notamos la diferencia?

Si nos quedáramos sin agua, TODO se afectaría, la ganadería, agricultura, industrias dirigiéndose a la no producción de alimentos conduciendo a la escasez y, por ende, al hambre mundial. El oxígeno que respiramos ya sería deficiente, las plantas que ayudan a su fabricación necesitan de agua, sin ella, desaparecerían. Aparecería un tremendo efecto económico, lo cual para quienes poseen una situación difícil, empeoraría para poder sobrellevar el cambio. Y por si no es suficiente, la transmisión de enfermedades sin control, ya que no habría manera de aplicar medidas sanitarias.

Se ha estimado que para años no muy lejanos millones de personas vivirán en áreas con estrés hídrico, las catástrofes relacionadas con el agua incrementarán a causa del cambio climático, mientras más población somos en el mundo, incrementa la demanda y disminuye la disponibilidad del recurso.

Sin embargo, mantenemos la esperanza, creemos en la empatía, contamos con el coraje de alzar la voz y luchamos por nuestra sobrevivencia. El haber identificado la problemática y los fallos nos lleva a reflexionar sobre las alternativas. Lo que podemos hacer es denunciar a tantas industrias que hacen un uso excesivo de agua, evitando su consumo. E incluso pedir la implementación de medidas en las empresas como la reducción de su maquinaria, el uso eficiente de esta, mantener controles de seguimiento para evitar pérdidas de agua. Para esto se requiere de participación conjunta pues todos los eventos ocurren en el mismo momento.

Claro que hay un efecto de pesimismo en todos nosotros y ante la inexistencia de soluciones podríamos preferir no intervenir, pues al fin y al cabo, ¿en qué ayudaría? Pero no debería ser así. Nuestro propio bienestar depende de las condiciones de nuestro mundo, somos parte del medio ambiente junto a todos los seres vivos que lo habitan. Si ayudamos a reducir la contaminación en todas sus formas, así como el cambio climático, no lo olvidemos, también estamos cuidando a nuestra especie. Todo está en nuestras manos.

Más sobre Más allá de las urnas

La verdadera política

La verdadera política

Por Joselin Carmona
¿Qué tiene que ver Aristóteles y Maquiavelo con la visión contemporánea de la política?

Leer
Campañas electorales: subestimación, importancia la “memeficación” e historia

Campañas electorales: subestimación, importancia la “memeficación” e historia

Por Ana Cecilia Hernández González
De los inicios de la Revolución mexicana hasta la modernidad y su comedia

Leer
Los desafíos de la mujer en la política

Los desafíos de la mujer en la política

Por Banshee Gómez Gutiérrez
Análisis del poder con lente púrpura

Leer
Jóvenes chingones en la política de nuestro país

Jóvenes chingones en la política de nuestro país

Por Gisela Elizabeth Nolasco Domínguez
Si eres joven y no participas en las decisiones del país, ¿en serio eres joven?

Leer
Contra la democracia, asamble afectiva

Contra la democracia, asamble afectiva

Por Gerardo Elías Rodríguez
Politizar es un acto de sensibilidad que nos encamine hacia la paz

Leer
No todo lo verde es bueno…

No todo lo verde es bueno…

Por Gisela Trejo Zarco
¿Sabes lo que es el greenwashing y sus efectos en la política?

Leer

Deja tus comentarios sobre el artículo

Todo está en nuestras manos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

18 + 19 =