Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Oriente
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No hay que ubicarnos en los principios biológicos o genéticos, hay que sentir más a fondo, a veces se asegura que llevamos mariposas, que revolotean depende de quién y el cuándo de nuestros paradigmas.
También se murmura que lo que tenemos son cuerdas, desosegadas pero resistentes, se enredan ante los nervios, las despedidas, ojos llorosos, pero especialmente frente al miedo al miedo.
Pero, ¿y si lo que tenemos son flores? Justo al lado del corazón para hacerle compañía, protegidas por las costillas ante los raspones que les pueda dar la vida.
No serían brotes de cualquier flor que reposa en la monotonía de las cuatro estaciones; es nuestra flor, aquella que solo con conocer el color de los pétalos o el dulzor del aroma se ubica cada perfecta imperfección de la persona que le esconde.
Lirios para los corazones que la mayor parte de las estaciones están en calma, rosas para cualquiera que lleve la pasión hasta en las pestañas, puede que jazmines para las reservaciones con aires de modestia y de tantas en tantas; girasoles crecerían en les que siempre buscan la luz.
Solo seres como las flores dejan nutrir de todo lo que significas, culpando a la vida y un tanto al destino.
Hacen fotosíntesis rutinarias para escudarte de lo que pueda marchitarlas. Inhalan tus elogios al espejo por las mañanas para exhalar las inseguridades en suspiros de alivio.
Cada quien tiene un brote floreciendo de a poco dentro de sí, cada quien elige como cuidarlas, si regarlas para que al día siguiente tengan un tallo nuevo o descuidarlas haciéndolas sentir frecuentes.
Nuestras flores no son rutinarias solo por el hecho de que están protegiendo a nuestro corazón y regocijando al alma.
Nunca serán ordinarias, se puede pensar que el florecer lo es.
Realmente extralimitan lo natural, lo establecido, van a su tiempo, ritmo y alcance. Podrán tardar uno o dos veranos, tal vez la mitad del invierno, pero siempre florecen.
Por: Edgar Serrano Oyorzabal
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Por: Citlali Núñez Téllez
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4 Responses
Puedes ponerte a pensar horas sobre lo que has escrito, realmente es algo que he sentido y supiste como ponerlo en un texto. ¡Sigue así!
Tal vez si tenemos flores en el corazón.
Es una exquisites, tu uso de la metáfora,
El manejo de las emociones,
Y, transporte en el espacio-tiepo, la imaginación
Bendiciones mi querida niña ( mi nietecita linda,
Te amo, hijita)
Cuanta profundidad en tus palabras!! …Florecer sin ritmo, sin tiempo, sin espacio… pero siempre florecer❤️
Hermoso y talentosa