Escuela Nacional Preparatoria Plantel 5 José Vasconcelos
Escuela Nacional Preparatoria Plantel 5 José Vasconcelos
La parte del cerebro que nos ayuda a tomar decisiones de forma racional y “madura” se termina de desarrollar por completo hasta los 25 años; o eso se supone, pues vemos personas liderando el mundo con más canas que ideas innovadoras, las decisiones que toman dejan mucho que desear. Entonces, si personas así no toman las mejores decisiones, ¿por qué la sociedad pone la roca de la responsabilidad del futuro de mi vida sobre mí?
Tengo 17 años, y una parte de mí dice que si el tiempo nos enseñó algo, es a agradecer el presente, a que personas mueren, los tiempos cambian, las ideas revolucionan, el mundo es imparable y siempre después de todo hay un “feliz año nuevo”, porque el tiempo no para ni parará por nada ni por nadie, y después de un parpadeo ya es 2023; se escucha con el viento y resuena en mi interior: ¡ey, ey el futuro está aquí! Universidad… becas… trabajo… y en mí solo hay más dudas que respuestas.
La vida académica debería formarnos para enfrentarnos a la verdadera vida, no para temerle a ella, nos educan creyendo que una carrera va a ser la resolución de todos nuestros problemas, cuando en realidad, un título en papel hoy en día no es suficiente, bueno, la verdad es que no es suficiente desde la época de mis abuelos, donde el plan era titularse, casarse y tener hijos, el plan de hoy es “sobrevivir”, de eso se trata… ¿deberíamos aprender a vivir o deberíamos vivir para aprender algo que tal vez en 10 años no sea suficiente para ganar el salario mínimo? La realidad es que el mundo funciona así, y podemos criticarlo con escritos, canciones y novelas; no digo que nos demos por vencido, porque los tiempos cambian, eso es verdad, y de verdad espero que en futuras generaciones estos problemas se arreglen, pero por mi parte en mi presente inmediato, solo me adapto e intento un cambio interno, que aunque es una pizca de sal en un mar, hace una diferencia para mí.
Tengo 17 años y hay decisiones por tomar, hay que elegir una carrera en una universidad; pero la pregunta no es ¿qué quiero estudiar? Las verdaderas preguntas que me hago son ¿cómo quiero vivir la vida? ¿Cuál es la vida que quiero? ¿Cuál es la vida que disfrutaría? Más allá de lo material, de la paga o los bienes… o quizá sí, quizá lo que me traería felicidad y paz es ganar buen capital, y eso está bien; hay que encontrar la corriente que nos lleve al lugar tranquilo y calmo, claro que va a ser difícil, peligroso y tal vez te ahogues una y otra y otra vez, pero vas a volver a flotar y vas a llegar a la vida que deseas. El éxito no se mide con base en un título, el éxito se mide, en mi opinión, con base en la plenitud, puedes tener una buena casa, o solo una mochila y mil experiencias, pero si eso es lo que te hace pleno, lo que hace que te levantes por la mañana y digas “elegí bien, dolió, costo, pero sí, es así como amo vivir”, entonces tomaste buenas decisiones y te voy a contar un secreto, no fue solo por una carrera, ¡bienvenido a los terribles 17, 18, 19, 20, 21, 22…40, etc, etc! Elegir una carrera es una elección importante, pero elegir cómo quieres vivir también lo es, y eso lo escoges todos los días, te puedes equivocar, pero hay parteaguas en nuestras vidas que nos ayudan a aprender y crecer.
Hay decisiones que tomar, hay vidas que elegir, pero no te olvides que lo más importante es vivir y parte de eso también es experimentar y fallar. No elijas morir, y por esto no me refiero a dejar de existir en este planeta, me refiero a que no elijas dejar de sentir, sacrificar las sensaciones, experiencias y fracasos que hacen la vida por ser lo que alguien más espera de ti.
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