El texto retoma la temática laboral (como parte del derecho social) y su impacto en la construcción de una política democrática. A lo largo del ensayo, la autora demuestra cómo el Estado ha defendido poco los derechos colectivos, en particular el derecho a huelga, a pesar de que éste goza de una garantía constitucional. Consta de tres apartados: El reconocimiento del derecho de huelga, El anclaje corporativo y La nueva cultura laboral, sintetizados a continuación.

En el primer apartado, El reconocimiento del derecho de huelga, la autora menciona que el derecho sindical es un medio de autodefensa colectiva indispensable para solventar los intereses de los trabajadores frente a los del patrón y el Estado (Medellín Mendoza, 2010). Asimismo, el texto revisa las condiciones constitucionales y la historia del derecho social de huelga en México: “El fuerte impulso al corporativismo de origen empresarial también ha sido otra forma de control para los trabajadores, incluso más en el estado de Nuevo León, en donde se registró otro procesamiento corporativo ligado al modelo empresarial” (Medellín Mendoza, 2010). En Nuevo León se creó una estructura corporativa ligada al poder político y al poder empresarial.

En el segundo apartado, El anclaje corporativo, se menciona que el corporativismo en México se origina debido a la escasa autonomía de actores sociales ante el régimen político (ya que éste institucionaliza los derechos populares).

En el tercero, La nueva cultura laboral, la autora menciona que en los últimos años se ha construido una nueva cultura laboral con tendencia “colaboracionista” entre sindicatos y empresas (lo cual impacta en una disminución significativa del estallamiento de huelgas): “Bajo esta óptica, se considera que son las necesidades de la empresa las que deben considerarse prioritariamente para posteriormente otorgar los beneficios a los trabajadores” (Medellín Mendoza, 2010), sin embargo, a decir de la autora, no se puede demostrar que estas ‘negociaciones’ se realizaron con respeto y reciprocidad a los diversos intereses. La acumulación capitalista se contrapone a los intereses de la clase trabajadora.

En las reflexiones finales, la autora señala que “del Estado corporativista al Estado neoliberal la apuesta es la misma: mantener una paz laboral como un objetivo de su política pública” (Medellín Mendoza, 2010). El discurso neoliberal contemporáneo restringe aún más la autonomía de los sindicatos, los cuales (para no perder su reducido espacio de interlocución) se subordinan a la hegemonía del poder político-económico  (Medellín Mendoza, 2010).

1. 1. Cultura política y democracia en Nuevo León

      1. 1. Principios, valores y prácticas