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10 Tesis sobre la cultura política de los grupos de derecha

A través de un mural digital, acompañado de fotografías y testimonios de personas que pertenecen a grupos identificados con la derecha mexicana, te presentamos 10 tesis sobre su cultura política. Estas tesis contienen los principales hallazgos de nuestra investigación; se trata de un aporte original para entender cómo actúan, piensan, se organizan y conciben el mundo, la sociedad y la democracia los grupos de derecha en México. ¿La cultura política de los grupos de la derecha mexicana de oposición y su visión sobre la democracia ponen en riesgo o contribuyen a fortalecer la construcción de un México más justo e igualitario?

Primer bloque

Valores, principios, creencias y saberes

Primer bloque

Valores, principios, creencias y saberes

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Tesis uno

La derecha promueve una visión individualista y meritocrática de la sociedad, favoreciendo los intereses empresariales.
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Tesis uno

La derecha promueve una visión individualista y meritocrática de la sociedad que favorece el emprendedurismo, la competencia y los intereses empresariales.

La cultura política de los grupos de derecha en México se inspira en ideas, valores y principios que surgen del ámbito empresarial. El individualismo es un elemento central de su cultura política, a partir del cual estos grupos forjan una visión de la sociedad y una manera de entender el mundo que los lleva a revindicar la meritocracia y la competencia por encima de lo común y lo colectivo.

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CDMX, Militante FRENA

El individualismo y la meritocracia van de la mano porque promueven la idea de que el éxito está en uno mismo y se ligan con el emprendedurismo al privilegiar que la salida es emprender y seguir el ejemplo de los empresarios. A partir de ello se van impulsando ideas como la cultura del esfuerzo o la de que el cambio está en uno mismo, desvinculando los problemas del orden social y dejándolos en el plano individual o de la familia. Así mismo estas expresiones de su cultura política llevan a los grupos de derecha a oponerse a las políticas sociales que limitan la capacidad de las personas para desarrollarse al sólo darles, pero no enseñarles a superarse y a generar sus propias condiciones de éxito.

Históricamente la derecha mexicana ha asumido un discurso y una posición contraria a la igualdad, prefiriendo un asistencialismo desde el Estado y una focalización de las políticas sociales en detrimento de su universalización. Además, considera a la inversión en materia social como un gasto innecesario, concibiéndola como mecanismo de control social de los gobiernos de izquierda al tener como cautivos votantes a los pobres. Desde la derecha se prefiere que las personas tengan un trabajo “bien pagado” –generado por sus empresas– y obtenido a partir del mérito y el esfuerzo individual, que una despensa o una beca dada por el gobierno. 

Diversos sectores de derecha reivindican y reproducen la idea de que “basta con echarle ganas” para tener éxito y mejorar la posición social, o que “el pobre es pobre porque quiere”, sin tomar en cuenta o ignorando deliberadamente la existencia de estructuras económicas y sociales que generan grandes desventajas para amplios sectores de la población. Estas posturas de la derecha mexicana reproducen la cultura neoliberal.

mapH-, “Échale ganas”, Reddit Post, r/espanol, el 1 de diciembre de 2020, Reddit

La promoción del emprendedurismo y la visión empresarial de la sociedad es una característica de algunos grupos de derecha, quienes defienden la “libertad” de empresa y el papel del empresario como elementos centrales de una sociedad, ya sea porque pagan impuestos o porque crean empleos; de esta manera justifican que los empresarios requieren –más que restricciones– apoyos del Estado. En el caso de grupos como el Frente Nacional Anti-AMLO, hoy Frente Nacional Ciudadano (Frena), resalta su visión de que los ciudadanos en general y los empresarios en particular son los “patrones” y “mandantes” de los gobernantes; los funcionarios públicos deben, por tanto, estar al “servicio” de la ciudadanía, aunque en el fondo quieren decir al “servicio de los empresarios”. 

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NL, Privatización, Militante FRENA.

Para mantener su dominación, la derecha ha acompañado su discurso y su práctica con formas diversas de violencia, como la simbólica, y a través de nuevas formas de autoritarismo, reafirmando a su vez su oposición a la intervención del Estado en la regulación de la economía y defendiendo, por el contrario, al mercado y al neoliberalismo. Pero también han creado instituciones educativas y culturales para difundir los valores asociados a la ideología empresarial, a la formación de ciudadanos emprendedores y a la profesionalización de personas que demanda el mercado. Para defender sus intereses, las élites empresariales cuentan con organizaciones como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) o el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

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GTO, Ex militante del PAN.

En la visión de la derecha elitista empresarial todo ciudadano es potencialmente un empresario, un emprendedor. La cultura del esfuerzo, el éxito medido en términos individuales –y con el parámetro del dinero– y la meritocracia permiten a las personas identificadas con estas posturas justificar su posición social, su crítica al gobierno y su actitud despectiva contra las personas que no le “echan ganas” o no desarrollan su potencial emprendedor, dando por hecho que todos tienen en principio las mismas oportunidades.

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CDMX, Militante FRENA.

Hernán Gómez Bruera [@HernanGomezB], “La reivindicación difí (dixit), hoy en Reforma”, tweet, Twitter, 5 de mayo de 2019, Twitter Hernán Gómez
Álvaro Delgado, CRÓNICA / Con una figura en el centro, Claudio X., la marcha se vuelca contra AMLO”, SinEmbargo, 13 de noviembre de 2022,Sin Embargo

La derecha retoma del pensamiento neoliberal un sentido común en el que se ve de manera negativa a los trabajadores al servicio del Estado (burocracia) y a los trabajadores sindicalizados, esa visión negativa los asocia con la pereza y la falta de productividad. De esta manera se han justificado actos como la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro durante el gobierno panista de Felipe Calderón que dejó sin empleo a miles de trabajadores y se asume un discurso que exalta las supuestas bondades de la privatización. La narrativa se ha enfocado en afirmar que las empresas públicas del Estado son una carga fiscal y que deberían ser encabezadas por la iniciativa privada para maximizar sus ganancias.

Se observan también grandes contradicciones entre las personas y los grupos de derecha, por ejemplo, dentro de los militantes panistas es frecuente escuchar que buscan el bien común, pero aprueban o promueven la privatización de bienes y servicios públicos, en el caso de grupos pro-vida y grupos ligados al Frena se dicen humanistas y defensores de la dignidad de las personas, pero se manifiestan críticos a los procesos migratorios.

A partir de lo expresado hasta aquí y ligándolo al planteamiento de las siguientes tesis podemos decir que la derecha puede entenderse como un conjunto de ideas, creencias, pensamientos, prácticas y formas de actuar que tienen como objetivo conservar o mantener un orden establecido que beneficia a ciertos grupos sociales en detrimento de otros debido a la existencia de diversas condiciones de desigualdad, mismas que propician y justifican esas derechas. Por ello, la derecha también puede entenderse y analizarse en función de los grupos que se benefician de ese orden desigual que desean mantener.

Así, por ejemplo, grupos como las élites empresariales defienden un orden jerárquico y capitalista basado en la explotación, convirtiendo la competencia y la eficiencia en los principales criterios para distinguir la “calidad” de una persona; sectores de la Iglesia católica defienden la conservación de un sistema de ideas, valores y normas de corte moral afín a sus principios, promoviendo las “buenas costumbres” y el amor al prójimo como actos más loables que la crítica y la emancipación; ciertas organizaciones de padres de familia defienden una visión estratificada de la sociedad y un orden  natural, por lo que se oponen, por ejemplo, a la impartición de una educación sexual, defendiendo el valor de la familia y las costumbres; u organizaciones como el comité ProVida que se opone decididamente al aborto defendiendo el valor de la vida, cuestionando también la existencia de una diversidad sexual que contraviene el principio del género obtenido –como ellos lo expresan– por voluntad divina. 

Estos valores y principios ligados a la visión individualista y empresarial que ha promovido el neoliberalismo se ven acompañados por otros principios y valores que dan lugar a prácticas que analizaremos en las siguientes tesis y que se combinan o acompañan con un profundo pensamiento conservador de orden moral y religioso.

Fernando Velasco, “Playera con 10 razones para ser fifí causa revuelo en las redes sociales”, sdpnoticias, 2 de diciembre de 2019, SDP Noticias
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Tesis dos

La derecha sustenta sus acciones y planteamientos en criterios clasistas, racistas, machistas o de superioridad regional.
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Tesis dos

La derecha sustenta sus acciones y planteamientos en criterios clasistas, racistas, machistas o de superioridad regional. 

Si bien ello no es privativo de los grupos de derecha, pues las izquierdas también pueden reproducir este tipo de valores, ideas y prácticas, nuestros estudios sobre las derechas nos permiten afirmar que predomina entre las personas pertenecientes a esa posición política e ideológica un conjunto de expresiones de corte clasista, machista, racista y de superioridad en distintas dimensiones de la esfera social. 

Esto se hace notorio, por ejemplo, en su visión del país, en la cual prevalece la idea de que existe un norte industrializado y desarrollado, producto de la cultura del trabajo y del esfuerzo, y que, en cambio, el sur es subdesarrollado, producto de no saber aprovechar las oportunidades y no esforzarse lo suficiente para progresar. 

El caso del regionalismo regiomontano es paradigmático en este sentido, pues los testimonios de algunos actores vinculados al escenario político de Nuevo León manifiestan una clara distinción cultural entre el norte y el sur de México, señalando que la cultura en el norte es una cultura diferente a la del sur, pues mientras en el norte emprenden y trabajan, en el sur se victimizan y esperan la ayuda gubernamental.  

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NL, Exmilitante panista.

Estas ideas de superioridad encuentran su fundamento en una tradición del pensamiento colonial que –desde los orígenes de la historia moderna– ha presupuesto la inferioridad racial de grupos indígenas y afrodescendientes ubicados geográficamente al sur del país, dicha inferioridad se justifica por el color de piel o por prácticas culturales. Pero también se han justificado a partir del pensamiento desarrollista, el cual establece que hay sociedades avanzadas y sociedades que están a la zaga. Desde este punto de vista, son las sociedades europeas o la de Estados Unidos los referentes de desarrollo a los que debe aspirar nuestro país. Estas visiones estratificadas encuentran su correlato en las posiciones de líderes políticos de la derecha que construyen discursos como el expresado por Samuel García (actual gobernador de Nuevo León), quien afirmó que México no progresa debido a que solo los del norte trabajan y generan riqueza, mientras los del centro administran y los del sur descansan sin producir nada para el desarrollo del país2 .

2 Sin Chayote, recopilación, ¿“Qué opinan de estos ‘fifís’?”, consultado el 04 de abril de 2021, video de Facebook, 10:33, httpsss://www.facebook.com/watch/?v=812300763016128. 

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GTO, Simpatizante panista y provida.

En este mismo sentido, desde la filosofía humanista y en defensa del bien común que promueven organizaciones y partidos políticos en México, como el Partido Acción Nacional (PAN), se enfatiza el derecho que tienen las personas a “desarrollar sus capacidades” sin cuestionar las condiciones materiales y de evidente desigualdad de la que parte cada individuo dentro de la sociedad. Además, al defender un tipo de familia tradicional –con una definición específica de roles– estos grupos refuerzan la desigualdad de género, ya que es evidente que las mujeres enfrentan condiciones más adversas para desarrollar sus capacidades con respecto a los hombres. Esto se acentúa además por la permanencia de ideas y prácticas machistas que se ligan también con un pensamiento moral-religioso proveniente de la Iglesia católica, reproduciendo así estereotipos y roles de género que relegan y excluyen a las mujeres.  

La derecha justifica la existencia de las desigualdades sociales –cuando llega a reconocer que éstas existen‒ atribuyéndolas a una cuestión natural y/o necesaria, o a condiciones como la pertenencia étnica, la fisonomía de las personas, e incluso a que no le “echaron suficientes ganas” para lograr el éxito, pero jamás atribuye la desigualdad a la existencia del capitalismo ni a la explotación. Esto genera la idea de que las personas blancas, de países occidentales o con espíritu emprendedor sean vistas como superiores, y en consecuencia pasa que, en muchas ocasiones, quienes reúnen estas características efectivamente se sientan así.

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Audio 3, Sin chayote, “Que Opinan de estos “Fifís“”, Red social, Facebook, el 4 de abril de 2021

CdmxPress, “Van por la renuncia de AMLO, y la marcha fifí es el inicio”, CdmxPress, 7 de mayo de 2019

Un rasgo distintivo de las personas de derecha que entrevistamos durante esta investigación es que consideran que el ejercicio de los derechos de las personas requiere de la aprobación de una autoridad, y además hacen una distinción entre lo que podemos denominar ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Esto se expresa con claridad en el ámbito de la vida privada respecto al derecho al aborto cuando en los testimonios se escucha a los padres cuestionar a las hijas por no informarles en caso de haber tomado la decisión de abortar. La premisa que subyace aquí es que los derechos de la mujer y las decisiones sobre su propio cuerpo no tienen validez ni justificación alguna en este discurso abiertamente machista expresado como forma de autoridad. En la visión del padre de derecha, la hija tiene la obligación de consultar a un varón sobre su decisión. Más allá de las evidentes implicaciones sobre el papel de las mujeres en la sociedad, esto demuestra una forma de autoritarismo que influye en las decisiones privadas de las personas, acompañadas de fuertes componentes racistas, clasistas y machistas.

Otro elemento que nos permite caracterizar la visión clasista y estratificada de la sociedad que manifiestan algunos sectores de derecha se puede observar en los discursos de las personas que militan o simpatizan con el Frente Nacional Ati-AMLO, hoy Frente Nacional Ciudadano (Frena), el cual consiste en referirse despectivamente a las personas que simpatizan con el actual gobierno como “chairos” o “ignorantes” expresiones que reproduce abiertamente la dirigencia de este movimiento social de derecha. Incluso, en estas narrativas se plantea que aquellos que votaron por el actual presidente carecen de intelecto o educación, relacionándolos con personas de bajos recursos que votan por la izquierda solo para recibir apoyos. En la visión de los miembros de Frena, los pobres y las personas que votan a favor de la izquierda son inferiores, incluso en su intelecto: “son flojos para pensar”, han mencionado en diversas ocasiones.

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GTO, Simpatizante provida y panista.

Hernán Gómez Bruera [HernanGomezB], “La pejefobia en su máxima expresión”, tweet, Twitter, el de mayo de 2029,
Roger Vela, “Mensajes clasistas, gritos contra Maduro y AMLO: así fue ‘la marcha fifí’ en la CDMX”, Vice noticias, 12 de noviembre de 2018
La derecha reproduce también discursos y prácticas racistas dirigidas hacia personas pertenecientes a los pueblos indígenas. Sus simpatizantes se identifican con una superioridad (que en casos extremos se traduce en un supremacismo) que resalta la blanquitud de un sector de la sociedad por encima de la mayoría que tiene tez morena. Aceptan la existencia de un patriarcado, con el que justifican las desigualdades de género, a pesar del fuerte machismo que ello implica y que fácilmente puede desembocar en violencia. La derecha también practica y fomenta una religiosidad que en ocasiones es radical o que raya en el fanatismo. Es portadora de un clasismo acompañado de un profundo desprecio a los pobres (lo que algunos han definido como aporofobia) y que afirma que un empresario es superior a cualquier ciudadano común por el hecho de generar trabajos y pagar impuestos.
En suma, nuestros estudios nos han permitido comprender que la cultura política de los grupos de derecha, además del individualismo y el emprendedurismo que le caracteriza, contiene elementos machistas, racistas y clasistas; y también que estos grupos cuentan con un repertorio de acción que incluye discursos y prácticas de superioridad, mediante los cuales refuerzan sus valores, que reproducen y difunden en distintos espacios de la vida social.
Julia Álvarez Icaza Ramírez [@Jualicra], “Como conclusión. Sin que la mayoría supiera por qué marchó, como dice @lopezobrador_ queda claro que lo que verdaderamente hubo detrás de la marcha es la defensa de sus privilegios. No es el INE. Es una marcha a favor del clasismo y el racismo. Fuera máscaras”, tweet, Twitter, el 14 de noviembre de 2022, httpsss://twitter.com/Jualicra/status/1592161604103462912?ref_src=twsrc%5Etfw   
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Tesis tres

Las derechas defienden con firmeza las jerarquías tradicionales en la familia, la escuela, el trabajo y la comunidad.
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Tesis tres

La derecha busca sostener un orden jerárquico en la esfera privada y social (familia, trabajo, escuela, comunidad).

Los grupos de derecha en México defienden un orden social jerárquico por lo que suelen estar de acuerdo y promover la imposición de decisiones personales sobre la deliberación colectiva, justificando e identificándose con figuras de autoridad como el padre de familia, el patrón, el maestro o el líder político. 

Es importante precisar que esta manera de hacer valer las jerarquías en diferentes espacios de la vida cotidiana es compartida por muchas personas, pero lo específico de los grupos de derecha es que consideran el autoritarismo como forma válida para defender el orden social que ellos consideran amenazado. Precisar esto es importante porque significa, por un lado, que no todas las personas que defienden las jerarquías tradicionales son necesariamente parte de los grupos favorecidos, y, por otro, nos indica que el pensamiento y las prácticas de derecha encuentran resonancia a diferentes escalas y en diversos espacios de la vida social.   

La defensa de este orden jerárquico se hace de diferentes maneras, por lo regular siempre apelando a un supuesto orden natural de las cosas. En algunos grupos de derecha es recurrente que las personas reivindiquen la figura paterna como el eje central de la familia, con un valor superior a la figura materna y a la de los hijos, reproduciendo con ello formas jerárquicas y estereotipos que justifican la desigualdad, el machismo y el adultocentrismo. Al defender la visión tradicional de la familia, estos grupos asumen el papel central del hombre como proveedor y dan a la mujer el rol de madre y cuidadora, explicando esta división como algo natural (teniendo como base el pensamiento religioso) y no como una construcción social basada en los estereotipos de género. En las marchas Pro-Vida, por ejemplo, se observa que el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo es ampliamente cuestionado por las personas asistentes, quienes argumentan que “desde un punto de vista científico y religioso” existe vida desde el momento de la concepción y que el deber de una madre es cuidar esa vida.

NL. Exmilitante, simpatizante de diversos partidos.

 

Carlos A. Ramirez [@CarlRamirezA], “MAÑANA 9 de Octubre, es la mega marcha ProVida en CDMX. ¿Estás listo para participar? 👨🏻‍💻⬇️🫡 httpsss://t.co/xHFUEXY2FV”, Tweet, Twitter, el 8 de octubre de 2022, httpsss://twitter.com/CarlRamirezA/status/1578756701653635076. 

Cabe señalar que este tipo de grupos muestran fuertes contradicciones, ya que, por un lado, se expresan en pro de la mujer ―probablemente para eludir controversias―, asegurando que están a favor de su desarrollo personal y laboral; pero, por otra parte, defienden la vida desde la concepción, oponiéndose al derecho de las mujeres a decidir, mostrando así una visión conservadora en contra del aborto. En sus argumentos se encuentran mezclados tanto el derecho de las mujeres a desempeñarse en todos los ámbitos de la vida como su supuesto deber y responsabilidad como madres y educadoras, y al mismo tiempo enfatizan el derecho a la vida de las personas desde la concepción. A pesar de estas contradicciones, en el fondo lo que prevalece es una cultura política machista y un pensamiento conservador de corte religioso que imponen una jerarquía social donde la mujer y su derecho a decidir sobre su cuerpo quedan relegados a segundo plano.

NL. Pensamiento conservador, Militante panista.

En otros planteamientos de mujeres pertenecientes a grupos religiosos y Pro-Vida se llega a asumir, incluso, que los hombres son superiores a las mujeres y que “nunca” se puede asemejar una mujer a un hombre. Según las entrevistadas, es la naturaleza la responsable de esta superioridad y las mujeres deben respetar esa condición. Esta perspectiva naturalizada de las relaciones entre hombres y mujeres se ve afectada, según su visión, por ciertas acciones de los gobiernos, como la educación sexual o la defensa de la igualdad de género (a la que estos grupos llaman “ideología de género”), las cuales amenazan los valores tradicionales de la familia, alteran la paz y ponen en peligro el orden social. En el caso del aborto, estos grupos llegan al extremo de colocar el derecho de la mujer en último término, priorizando el parecer del hombre (padre del producto) y el derecho a la vida del nonato.

Ricardo Baruch [@Baruchdom], “Hace 4 años se organizaron las megamarchas del Frente Nacional por la Familia. Hoy vemos que algunas de sus ideas en contra de la educación sexual se están materializando en forma de propuestas de "pin parental" impulsadas principalmente por el PES y el PAN en varios estados.”, tweet, Twitter, 26 de septiembre de 2020,  httpsss://twitter.com/baruchdom/status/1309851267804672001

En este mismo sentido de las jerarquías, es muy frecuente observar el trato despectivo que realizan los simpatizantes de las derechas hacia personas que consideran inferiores. Lo anterior tiene un fuerte eco en el ámbito laboral y de las organizaciones y movimientos sociales de derecha. Esto lo pudimos constatar en las entrevistas realizadas durante las marchas del Frente Nacional Ciudadano (Frena), donde algunos de los participantes trataban con desprecio a sus trabajadores llevándolos a la marcha para cargar mantas y acrecentar los contingentes, marcando claramente las diferencias y jerarquías.

CDMX. Patriarcado. Simpatizante Provida. 

Algo similar sucede con la figura del maestro(a) al cual ven como una expresión de la autoridad que tiene permitido (por su autoridad precisamente) coartar la acción y la expresión de los alumnos (del colectivo), generando y reproduciendo la visión de que el conocimiento es algo que proviene del maestro como autoridad y que es depositado a alumnos pasivos, los cuales tienen que actuar de manera disciplinada. En una entrevista realizada por este proyecto de investigación se afirmó que en las escuelas se debe siempre respetar la jerarquía del maestro y dejar al alumno en segundo plano. Además, estas visiones reafirman la autoridad del padre en cuanto al derecho preferente que tiene sobre la educación de sus hijos, particularmente en el caso de la educación sexual, lo que ha derivado en iniciativas como el “Pin parental”, el cual busca obligar a las autoridades educativas a solicitar el consentimiento de los padres para que sus hijos asistan a las clases donde se discutan temas relativos a educación sexual o a diversidad sexual.

GTO. Autoritarismo. Militante FRENA.

 

Ricardo Baruch [@Baruchdom], “Hace 4 años se organizaron las megamarchas del Frente Nacional por la Familia. Hoy vemos que algunas de sus ideas en contra de la educación sexual se están materializando en forma de propuestas de "pin parental" impulsadas principalmente por el PES y el PAN en varios estados.”, tweet, Twitter, 26 de septiembre de 2020,  httpsss://twitter.com/baruchdom/status/1309851267804672001
Alejandra Rey, “Asistentes a ‘marcha fifí’ usaron a sus empleados para cargar las mantas”, Entrelíneas, 7 de mayo de 2017, httpsss://entrelineas.com.mx/mexico/asistentes-a-marcha-fifi-usaron-a-sus-empleados-para-cargar-las-mantas/

Otro argumento encontrado en las entrevistas y en las movilizaciones del Frena fue que sus participantes consideran a las personas que votaron por Andrés Manual López Obrador (AMLO) y que simpatizan con el partido Morena como faltos de capacidad y con bajo intelecto, llegando a considerar que tienen un “cerebro más pequeño. Con este tipo de expresiones los grupos de derecha justifican una supuesta superioridad y consideran que las personas con inteligencia son aquellas que piensan como ellos. Estas actitudes niegan la diversidad de ideas que forman parte de una sociedad democrática al asumir como verdadera o más válida una posición o forma de pensar que otra. Esto, cabe decir, forma parte de la disputa por los sentidos y concepciones de la realidad.

Para los grupos de derecha es necesario que en la vida exista un orden y una jerarquía, esto supuestamente garantiza la reproducción social. Por ello, aunque los derechos de las personas son los mismos, su ejercicio depende de la posición en que se encuentren y de que si esto conviene o no a la forma en que estos grupos creen que se debe organizar la sociedad. Todo ello reproduce la existencia de figuras de autoridad y de formas jerárquicas en donde ciertos individuos son vistos como superiores.

Los argumentos vertidos apuntan a que ciertos sectores de la derecha coinciden en reproducir una visión jerárquica y estratificada de la sociedad que inicia en la familia, se extiende a la escuela y a otros espacios de socialización, y llega al ámbito de lo comunitario, del espacio público, teniendo un fuerte referente en el orden político, económico y social bajo argumentos que apelan al respeto a la autoridad para mantener el orden.

Segundo bloque

Trayectoria y prácticas políticas

Segundo bloque

Trayectoria y prácticas políticas

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Tesis cuatro

Los grupos de derecha tienen una visión contradictoria de los derechos humanos, los defienden en algunos casos y en otros los rechazan.
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Tesis cuatro

La derecha cuestiona el ejercicio igualitario de los derechos humanos y su ampliación a otros grupos sociales, utilizando un discurso contradictorio de reivindicación de los derechos y las libertades para apropiarse de ellos en determinadas coyunturas.

Otra característica de la cultura política de los grupos de derecha es la reivindicación de ciertos derechos derivados del liberalismo político y económico, como el derecho al voto, a la representación, a la libertad (particularmente la de empresa), entre otros, los cuales no representan la transgresión de sus ideas, costumbres o su posición política, económica y social. Con respecto a los derechos humanos, estos grupos mantienen una posición ambivalente, ya que por un lado promueven discursos e iniciativas a favor de estos derechos, y por otro cuestionan la ampliación de los mismos hacia otros grupos sociales, generalmente asociados a los sectores más empobrecidos. Aquí, por ejemplo, destaca el caso de los migrantes y las mujeres, a quienes los grupos de derecha no les reconocen el derecho humano a migrar o a decidir sobre su propio cuerpo, respectivamente. En este último caso, para la mayoría de los y las entrevistadas durante esta investigación, el derecho a la vida ―del neonato― es primero y está por encima de los demás derechos, incluido el de la mujer a decidir sobre su cuerpo; si se viola este derecho (que ven también como un principio irrenunciable) se violan automáticamente todos los demás.

Esta contradicción que caracteriza a la cultura política de los grupos de derecha tiene como fundamento una concepción meritocrática de la sociedad. Las derechas defienden una visión de la sociedad organizada por estratos o clases, en la que hay ciertos grupos de personas con autoridad o cualidades para dirigir a la sociedad y en donde los individuos logran obtener bienes o privilegios como recompensa a su esfuerzo. En ese sentido, aunque todas las personas tienen los mismos derechos, las posibilidades para su ejercicio no pueden ser las mismas. Por ejemplo, si una persona tiene más estudios, a las derechas les parece lógico que ésta tenga mejores condiciones de vida y más derechos; de lo que se desprende que una persona sin estudios no puede acceder a una vida digna o no pueda tener derecho a ella.

Equipo de Investigación UNAM PUEDJS, “Una verdadera feminista lucha por las 2 vidas”, el 3 de octubre de 2022, OneDrive

Para los grupos de derecha el bienestar está asociado al esfuerzo y a la capacidad de generar ingresos, así, defienden la idea de que las personas que pagan impuestos o que trabajan en el marco de lo legal son quienes merecen tener mejores condiciones de vida e incidencia en la política y la cultura. Estas ideas contradicen, sin embargo, las nociones de derechos humanos como inherentes a las personas. Si existe un marco jurídico que determina quién puede ejercer sus derechos políticos y en el caso mexicano se establece una igualdad entre los ciudadanos, ¿por qué el hecho de pagar más impuestos o tener más ingresos debería ser un criterio para tener bienestar y más derechos? En el pensamiento de los grupos de derecha esto se justifica mediante la cultura del esfuerzo: bajo esta lógica puede más y tiene más derechos quien tiene más méritos para ello. Así los empresarios que generan empleos deben obtener apoyos del gobierno por encima de aquellas personas que sólo esperan beneficios a través de políticas sociales. Si una persona no cuenta con estudios o no aprovecha sus oportunidades, a los grupos de derecha les parece lógico que ésta no pueda acceder a mejores condiciones de vida, pues los derechos y las oportunidades son para los que “le echan ganas” no para los “flojos”.

Contradicciones similares se observan en la postura de las derechas acerca de los derechos de las mujeres. Por ejemplo, dentro de algunos sectores cercanos al Partido Acción Nacional (PAN), ha sido recurrente el discurso a favor de los derechos de las mujeres en el contexto de amplias movilizaciones de organizaciones feministas, cuestión que se amplificó con la llegada del gobierno de AMLO. Incluso algunas diputadas de este partido se han posicionado a favor de la paridad política y en contra de la violencia de género. Sin embargo, este apoyo a las mujeres desaparece cuando se toca el tema del aborto, la educación sexual, el matrimonio igualitario, el reconocimiento a la identidad de género, a la diversidad sexual o cuando se plantean sanciones a las llamadas “terapias de conversión”. Por lo que puede inferirse que el discurso de los derechos humanos que emplean las derechas busca capitalizar políticamente el apoyo a las mujeres y su representación, pero no plantea soluciones de fondo a las demandas feministas, e incluso el discurso se deja de lado cuando estas demandas y movilizaciones trastocan los valores conservadores defendidos por las derechas.

Equipo de Investigación del PUEDJS UNAM, “Hornos de Hitler y el aborto”, el 3 de octubre de 2021, OneDrive

NL. Militante PAN.

Los grupos de derecha tienen una concepción jerárquica y funcional de los derechos. Los derechos pueden ser útiles para mantener el orden de la sociedad y pueden ejercerlos las personas de acuerdo con criterios como el merecimiento o por haber hecho lo necesario para ganarlos. Estos grupos promueven una visión del Estado afín a sus intereses, por lo que los derechos son un medio para lograr otros objetivos y no necesariamente un fin en sí mismo que posibilita y aumenta el acceso a una vida mejor, al bienestar y a la justicia. En esa lógica se puede encontrar el caso de la defensa de las libertades –políticas y económicas– ante la supuesta insuficiencia del Estado y de la clase política, ya que en la perspectiva de estos grupos es preferible un Estado que garantice la seguridad a uno que garantice los derechos sociales de las personas menos favorecidas. Para los grupos de derecha los programas sociales que buscan apoyar a las personas en situación de pobreza son paliativos y formas de comprar conciencias que atentan contra la dignidad y la libertad, reconociendo que la mejor forma de ejercer los derechos es mediante el trabajo y el esfuerzo. El apoyo a los jóvenes (a los que llaman “ninis”), por ejemplo, les parece un gasto innecesario que solo fomenta la pasividad y el paternalismo, rechazando que este apoyo sea una forma de hacer valer sus derechos y abrir oportunidades.

Esta concepción ambigua de los derechos tiene implicaciones también en el ámbito privado. En las entrevistas realizadas para esta investigación, se puede observar una idea autoritaria de la sociedad, donde es necesario mantener el orden y el respeto, aunque a veces esto signifique la violación de derechos. En el caso específico de la relación entre infantes y adultos –maestros o familiares, por ejemplo– se muestra una perspectiva opuesta a los derechos de las infancias, los cuales consideran una exageración –ya que los niños y las niñas no tienen claro lo que les conviene o no¬– y que además atentan contra los valores asociados a las costumbres y tradiciones de orden católico y moral.

Equipo de Investigación PUEDJS UNAM, “Aborto, el primer feminicidio”, el 3 de octubre de 2021, OneDrive

GTO. Militante PROVIDA.

Otro ejemplo de las posturas ambiguas que tiene la derecha con respecto a los derechos humanos es el de las libertades políticas. Aquí estos grupos promueven la participación de la ciudadanía y hacen llamados a defender la democracia, pero en los hechos las decisiones suelen ser impuestas por un reducido grupo de personas, como en el caso de Frena. Este grupo promueve la renuncia del presidente y entre las causas de su movilización sostienen que se trata de una persona autoritaria y antidemocrática. No obstante, en las observaciones realizadas en campo encontramos que se trata de una organización que concentra las decisiones en un grupo reducido y donde el flujo de información está centralizado, esto se muestra sobre todo en los grupos que comparten y construyen en las redes sociodigitales.

NL. Militante PROVIDA.

En suma, todos estos ejemplos nos permiten concluir que la defensa de los derechos humanos por parte de los grupos de derecha está muy lejos de ser una acción legítima en pro de la igualdad y la justicia. Más bien, esta característica de su cultura política se ha convertido en un medio o un instrumento para posicionarse políticamente en un contexto determinado.

CDMX. Militante FRENA.

Foto Forbes, “Fotogalería: Familias de niños con cáncer marchan contra escasez de medicinas”, Forbes México, el 24 de julio de 2021, Forbes
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Tesis cinco

La derecha defiende una visión institucional de la democracia que niega su diversidad y en ocasiones algunos grupos apoyan el autoritarismo y el golpismo.
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Tesis cinco

La derecha mexicana reivindica una visión liberal e institucional de la democracia como parte de su cultura política. Pero asume posiciones autoritarias y/o golpistas cuando considera que el orden social está en peligro.

La derecha mexicana, particularmente la que se asume como oposición al gobierno actual, defiende una visión procedimental, institucional y representativa de la democracia. En esta visión la participación ciudadana se limita a votar y ser votado, y las instituciones son el medio adecuado para tomar decisiones, sobre todo cuando éstas representan los intereses y visiones de mundo y de la sociedad que comparten las derechas. En el caso de las derechas partidistas o de la sociedad civil, ambas reconocen el campo político, partidista y electoral como el espacio privilegiado para la acción política, aceptando las reglas del juego democrático. Sin embargo, en el caso de los grupos de derecha más radicales –que deciden usar las calles como campo de acción política– se puede observar una tendencia a defender a la democracia solo cuando esta les favorece, pero criticarla y cuestionarla cuando no es afín a sus causas e ideas. Este fue el caso de la exigencia y demanda de Gilberto Lozano ‒líder del Congreso Nacional Ciudadano (Conaci), hoy Frente Nacional Ciudadano (Frena)‒ a las fuerzas armadas para derrocar con un golpe de Estado al gobierno del presidente AMLO en el 2019. Más tarde, esta misma agrupación decidió participar institucionalmente promoviendo la consulta para la revocación de mandato del presidente AMLO en el 2022, lo que confirma su visión instrumental de la democracia: como un sistema para defender sus propios intereses y no como una forma de gobierno justa e igualitaria.

Frente Nacional Ciudadano, Facebook, 25 de mayo de 2022, Facebook

CDMX. democracia Militante FRENA.

En la perspectiva de los grupos de derecha el apego a la ley es imprescindible, de ahí que reivindiquen el estado de derecho por encima de todas las cosas. Sin embargo, cuando la correlación de fuerzas políticas y el marco legal no les favorece, los grupos de derecha tienden a justificar la necesidad de un golpe de Estado para restablecer lo que llaman el “orden social”. ¿Qué nos puede ayudar a explicar esta tendencia? La historia nos enseña que las derechas suelen resistirse por todos los medios a su alcance a aceptar la transformación de la sociedad si ésta ocurre fuera de sus marcos aceptados. Por lo que, en su concepción, el estado de derecho no es el resultado de las luchas por los derechos y las demandas sociales, sino más bien es el garante del statu quo, el orden y la seguridad. De ahí que cualquier cambio social que a su juicio lo amenace o lo perturbe es combatido por estos grupos, incluso con la violencia de un golpe de Estado, todo sea para devolver a la sociedad la estabilidad y la paz.

Jesús Esquivel, “Instituciones electorales independientes apoyan una democracia saludable: EU”, Proceso, 27 de febrero de 2023, Proceso

Así se explica por qué las derechas se opusieron con tanta vehemencia a las políticas sociales del gobierno posrevolucionario, particularmente en la etapa cardenista; por qué, posteriormente, en la década de los años ochenta impulsaron el modelo neoliberal reivindicando en lo político a la democracia procedimental representativa, pero soslayando ‒cuando no, reprimiendo‒ las acciones de muchos movimientos sociales en favor de la emancipación, la justicia y la igualdad; y por qué además se han opuesto tanto a las políticas que impulsa el presidente López Obrador mediante vías institucionales y no institucionales. Desde la perspectiva de las derechas el cambio social propuesto por Cárdenas, por los movimientos sociales o por el actual presidente, entraña riesgos y peligros no sólo para sus intereses económicos, sino para el orden social en su conjunto, por lo que estos grupos asumen que tienen el deber de garantizar por todos los medios posibles que ese orden no se fracture porque podría sobrevenir el caos.

Algunos grupos de derecha plantean también la necesidad de atender, desde las instituciones del gobierno, los problemas que genera la pobreza extrema. Esto se conecta con una larga tradición que viene desde la Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII en 1891, donde la Iglesia Católica hace un llamado a las élites a ser piadosos con los pobres y los proletarios, a sentir compasión por los menos afortunados. Este es el caso del Partido Acción Nacional (PAN) y el de otros partidos políticos asociados a la derecha, como el Partido Demócrata Mexicano o más recientemente el Partido Encuentro Solidario (antes Encuentro Social), quienes incluyen en sus discursos el tema de la pobreza. No obstante, a partir del análisis realizado durante esta investigación, se aprecia que los discursos y las acciones de estas agrupaciones a favor de los pobres son en realidad un mecanismo para cooptar votos, paliar los efectos más dañinos de la desigualdad y/o una estrategia para cerrar el paso a formas más radicales de solucionar los conflictos sociales. Respecto a este último punto, es común escuchar a las personas integrantes de los grupos de derecha decir que defienden a la democracia y que se preocupan mucho por los pobres, pero que preferirían un gobierno autoritario que les garantice su seguridad y libertad a un gobierno “comunista” que “regale todo” a los pobres sin el menor esfuerzo por parte de estos.

NL. Militante panista.

Otro rasgo distintivo de la cultura política de los grupos de derecha que tiene que ver con su concepción procedimental e institucional de la democracia, es que consideran el aparato estatal-gubernamental como una empresa que debe estar al servicio de los intereses que ellos, a nombre de la sociedad, representan. Y en ese sentido, cuando un gobierno decide políticas no aprobadas por estos grupos, hacen llamados a la sociedad civil para defender la democracia supuestamente amenazada por el autoritarismo del Estado. En su cultura política el Estado no es la representación de los conflictos de clase ‒y que por tanto debe mantiene cierta autonomía para orientar el bien común‒, sino que más bien es una especie de agencia al servicio de los ciudadanos ‒los “buenos” ciudadanos: los que se esfuerzan, pagan impuestos, respetan el estado de derecho‒ que ellos asumen representar por su posición en la cúspide de la pirámide social.

Esta visión ha propiciado la creación de organizaciones de diversa índole para participar en la vida pública del país, sobre todo en momentos históricos en los que creen que el orden social está amenazado por los poderes gubernamentales ‒aunque estos hayan sido elegidos democráticamente‒. Así han creado partidos como el PAN, para oponerse a las políticas sociales de la Revolución mexicana y el Cardenismo; organizaciones como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para detener el supuesto avance del populismo gubernamental en la década de los años setenta; o más recientemente, asociaciones civiles como Mexicanos Unidxs, a través de las cuales incentivan la participación de sus agremiados al tiempo que las usan como mecanismo de presión para posicionarse frente al Estado y las instancias gubernamentales. En algunos casos han formado estructuras organizativas como la Asociación de Banqueros de México (ABM) o el Consejo Mexicano de Negocios, que tienen mucha fuerza para intervenir en la vida pública, incluyendo el espacio de la democracia electoral.

En la visión de algunos grupos de derecha más radicales –como el Conaci, la organización Evolución Mexicana o el Frena– los gobernantes se deben a la ciudadanía y el pueblo es su “patrón”, por lo tanto, la relación entre los gobernantes y los gobernados debe ser de control por parte de la ciudadanía hacia sus representantes, teniendo mayor peso aquellos ciudadanos que pagan impuestos e incentivan la creación de empleos. En momentos más recientes se ha reivindicado a la democracia procedimental representativa a partir de defender a una institución que estos grupos consideran clave para el ejercicio de sus derechos político-democráticos, como lo es el Instituto Nacional Electoral (INE), en el cual personifican su idea de democracia, la que consideran amenazada por un supuesto autoritarismo estatal.

En el transcurso de esta investigación se pudo observar que para algunos sectores de la derecha empresarial agrupados en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y las asociaciones civiles que promueve, es primordial la idea de defender a las instituciones que para ellos son “garantes de la democracia” como el propio árbitro electoral, en este caso el INE, que en su opinión “garantiza” la equidad en las contiendas electorales. Esto refleja otro aspecto de su cultura política procedimental y representativa: la visión de una democracia personificada en instituciones y no como resultado de las demandas y las luchas sociales.

Shelma Navarrete, “#Crónica / Marchan miles en defensa del INE y contra la Reforma Electoral”, Expasión Política, 14 de noviembre de 2022, Expansión Política

En el caso del PAN es muy interesante la manera en que eligen a sus representantes y a sus candidatos mediante sus mecanismos intrapartidistas. Discursivamente estos mecanismos se consideran democráticos, pero los testimonios recabados durante esta investigación señalan fuertes críticas por la falta de participación de los militantes, que dicen sentirse afectados en sus derechos políticos al no ser tomados en cuenta para las decisiones importantes, las cuales son tomadas exclusivamente por una cúpula que sigue, en muchas ocasiones, una lógica clientelar y antidemocrática. Lo cierto es que partidos como el PAN siempre han privilegiado la acción política en el plano de la democracia formal o procedimental y en las últimas décadas se ha convertido en un actor político importante que impulsa esta visión de la democracia para incidir en los procesos de transición y de apertura política en el país.

NL. Militante panista

La visión de la democracia desde la perspectiva de los grupos de derecha difícilmente incluye otra visión que no sea la institucional, es decir, la democracia procedimental y representativa, que es muy afín al enfoque (neo)liberal. Si bien en ocasiones expresan que la democracia se debe ejercer en otros ámbitos de la vida social, esto generalmente choca con su visión jerárquica y estratificada de la sociedad. Llama la atención que la derecha acepta la democracia como sistema de gobierno –particularmente cuando ésta le favorece– pero también han avalado hechos fraudulentos o se han prestado a negociaciones antidemocráticas, como las concertacesiones en Guanajuato (en 1991) que violaron abiertamente el principio de la voluntad popular.

También resulta sumamente interesante que, en la actual coyuntura de cambio democrático, la derecha como oposición busca otras formas de acción política, como las movilizaciones y la ocupación del espacio público, y adopta un discurso de defensa de los derechos humanos como elemento que fortalece y profundiza la democracia; todo ello sin renunciar a su visión jerárquica y estratificada de la sociedad.

Redacción AN/ES, “México es un socio que tiene una ‘democracia vibrante’: Estados Unidos”, Aristegui Noticias, 1 de marzo de 2023, Aristegui Noticias

GTO. Exmilitante em partidos políticos.

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Tesis seis

Las organizaciones de derecha suelen ser poco democráticas y limitan la participación de las bases.
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Tesis seis

Los grupos de derecha suelen organizarse de manera jerárquica y toman decisiones con poca deliberación interna o participación de las bases.

Las organizaciones de la derecha mexicana se caracterizan por sus formas de organización jerárquicas, con poca deliberación interna y escasa participación de las bases en las decisiones estratégicas, así como por una ausencia de vida orgánica debido a la fuerte presencia de liderazgos unipersonales. Sin embargo, en coyunturas específicas ‒cuando consideran que el orden social se encuentra seriamente amenazado‒ es posible observar su actuación en diversas movilizaciones y protestas que complementan sus formas tradicionales de participación, las cuales se concentran en organizaciones civiles ‒algunas de ellas, secretas‒, partidos políticos y agrupaciones empresariales. En dichas coyunturas es posible observar cierta apertura a la participación de las bases mediante procesos de diálogo y debate colectivo.

NL. Iglesia, simpatizante provida

 

Los grupos de derecha tienden a asumir posturas conservadoras cercanas a las de los grupos religiosos o –recientemente– a las de sectores empresariales. Su cercanía con estos grupos obedece a que ambos defienden el statu quo y se oponen a los procesos de cambio social que ocurren fuera de los cánones aceptados; pero, además, las derechas abrevan de estos sectores una cultura política jerárquica y autoritaria, que en ambos casos se sustenta en que el poder que ejercen no dimana de acuerdos o procesos deliberativos, sino de los derechos de propiedad o directamente de Dios (en el caso de la religión), lo que favorece formas de organización vertical.

Tomando como base esos referentes, los grupos de derecha proyectan una cultura organizativa jerárquica y autoritaria en diferentes espacios de la vida social. Al respecto, nuestra investigación recabó testimonios de diferentes personas que defienden ideas o prácticas autoritarias tanto en el seno de la organización familiar como en las escuelas, centros de trabajo u organizaciones de la sociedad civil, lo que reduce las posibilidades para la participación democrática. En cuanto a su dimensión partidista, los testimonios que recogimos de militantes y simpatizantes de algunos partidos, como el de Acción Nacional (PAN), confirman que dentro de estas agrupaciones se tiende a concentrar el poder, sobre todo cuando se ejerce algún cargo público, y se favorece la organización jerárquica de la sociedad.

Imagen 1 Tesis 6
Polemón, “Así operan las millonarias ONG’S que controla Claudio X. González”, Polemón, 32 de marzo de 2021, Polemón

Un caso interesante de los últimos tiempos es el de las agrupaciones de derecha que se presentan al público como asociaciones civiles de carácter ciudadano, supuestamente apartidistas y apolíticas. No obstante, estas asociaciones difunden y defienden un conjunto de valores y prácticas que favorecen los intereses de las élites económicas y políticas, además de que comparten con éstas una visión del mundo jerárquica y sustentada en un orden natural. Un caso representativo de este tipo de organizaciones es Mexicanos Primero, creada en 2007 por el empresario Claudio X. González. Dicha asociación civil empezó a tener mayor presencia a partir del triunfo de Enrique Peña Nieto en el 2012, particularmente con el objetivo de promover la reforma educativa neoliberal del sexenio, la cual tuvo la finalidad de consolidar el ideario de las derechas dentro del campo educativo, instalando una visión individualista y meritocrática de la educación, así como criterios productivistas y de calidad para la evaluación docente, en detrimento de la educación pública, gratuita y con carácter social.

Nuestra revisión de diferentes fuentes documentales muestra que varias de estas asociaciones reciben financiamiento del empresariado que comulga con sus planteamientos e ideas, incluso hay empresarios que fundan de manera directa asociaciones civiles para realizar proselitismo político, tal es el caso del ya mencionado Claudio X. González. Esa promoción y formación de organizaciones civiles y sociales les ha servido a las derechas empresariales no sólo para difundir sus ideas y valores, sino también para posicionarse en asuntos públicos de su interés, como es el caso de las organizaciones católicas apoyadas por algunas élites económicas, las cuales promueven la defensa de la vida desde la concepción, rechazando el aborto y el ejercicio del derecho a decidir por parte de las mujeres. En este caso, nuestra investigación de campo observó en las movilizaciones Pro-Vida que la mayoría de los grupos asistentes estaban organizados desde distintas instancias cercanas a la iglesia católica y por organizaciones civiles, como el Comité Pro-Vida o el Frente Nacional por la Familia.

Imagen 2 Tesis 6
Dalia Souza, “Marcha ‘a favor de la vida’, pero en contra de los derechos humanos”, ZonaDocs, 21 de septiembre de 2019, Zona Docs

GTO. Simpatizante Provida.

Dentro de las organizaciones de la sociedad civil controladas por los grupos de derecha hay una tendencia a tomar decisiones de manera vertical, sobre todo cuando se trata de aspectos relacionados con las directrices de la organización o de decisiones que afectan su funcionamiento. No obstante, a diferencia de las estructuras partidistas de derecha, en estas organizaciones civiles es un poco más frecuente la existencia de miradas críticas al interior, las cuales llegan a plantear perspectivas que contrastan con la verticalidad impuesta. Esto ayuda a entender por qué a veces las asociaciones civiles de derecha fluctúan y se escinden con frecuencia. Un ejemplo interesante es el del Frente Nacional Ciudadano (Frena), que tuvo una fractura en noviembre de 2020 cuando un contingente decidió no levantar el plantón de casas de campaña que instalaron el Zócalo de la Ciudad de México, cuestionando la orden del principal líder, Gilberto Lozano, al que llamaron “un compañero más”.

En el Frena se observa una organización jerarquizada estilo pirámide, esta permite tener el control sobre algunas decisiones y distribuir las líneas de jerarquía. Aunque esta organización cuenta con un consejo rector que se subdivide en comisiones, lo que implica una manera de alejarse de la verticalidad, en la práctica la organización piramidal tiende a enfatizar la perspectiva autoritaria de sus integrantes. Un ejemplo de ello es la organización piramidal de sus grupos en las redes sociodigitales; en ellos sólo se difunde información verificada por Gilberto Lozano (uno de sus líderes) y su equipo más cercano, y los participantes del grupo no pueden emitir ningún comentario, desde la configuración solo se permite que el administrador envíe mensajes. Llama la atención que esta práctica es vista como una fortaleza por parte de los militantes de Frena, lo que muestra el grado de interiorización del verticalismo en las personas de la derecha. Esto acerca a los grupos de derecha a una forma de organización que acota y restringe la participación ‒que es uno de los elementos imprescindibles de una democracia participativa‒, haciendo de los simpatizantes sujetos pasivos y reproductores de los discursos de sus dirigentes.

Imagen 3 Tesis 6
Infobae, “FRENA habría pagado con dulces a indígenas que participaron en manifestación contra AMLO”, Infobae, 4 de septiembre de 2022, Infobae

NL. Militante FRENA.

Las características jerárquicas de la cultura política de los grupos de derecha, en su vertiente más extremista, tienen una veta asociada a la práctica militar, incorporada por los grupos radicales de la derecha religiosa durante el siglo XX y por los simpatizantes del nazismo. Esto se observa en las manifestaciones recientes de los grupos con ideología nazi, en donde éstos no solo asumen liderazgos autoritarios, sino que también adoptan una visión de superioridad respecto al grueso de la nación, expresando ideas totalitarias donde no hay posibilidad de diálogo o mediación respecto a las normas que deben regir la sociedad. La creciente realización de conciertos con grupos neo-fascistas en México, que actúan en la semiclandestinidad, nos alerta sobre el resurgimiento de este tipo de expresiones.

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Tiempo, “¿Qué es la Carta Madrid? Firmada por senadores del PAN y Vox de España, Tiempo, 3 de sptiembre de 2021, Tiempo

Estas expresiones también se presentan en grupos religiosos como los denominados Pro-Vida, que establecen una posición de jerarquía entre ellos y lo que sucede al exterior de la agrupación. Nuestra investigación de campo recabó testimonios de algunos de sus integrantes, quienes adoptaban posturas de superioridad para defender su forma de pensar y actuar, rechazando el diálogo y justificando que ellos tienen la verdad. En la misma tesitura estarían las expresiones de la derecha que simpatiza con organizaciones internacionales como el partido español VOX que recientemente lanzó una iniciativa para detener el avance del comunismo en Iberoamérica denominada “La Carta de Madrid”. En este caso lo que niegan las derechas son otras formas de ejercer la política, asumiéndose como portadores de la verdad única y paladines de la libertad y la democracia.

La organización vertical y jerárquica con la que se identifican los grupos de derecha parte de una visión de la democracia que entiende a ésta como un procedimiento, en donde los ciudadanos se limitan a elegir a sus representantes y se alejan de la vida pública una vez concluido el proceso electoral. Sin embargo, cuando llegan al poder gobiernos de distinta ideología, su postura cambia e incluso activan otro repertorio de prácticas y discursos. Por ejemplo, en casos como el de la oposición religiosa a la despenalización del aborto, algunos de los manifestantes de los grupos Pro-Vida apelan al movimiento cristero de 1926-1929, reivindicándolo como una forma de participación y acción política colectiva válida, que si bien sucedió fuera de los cauces institucionales, tuvo cierto éxito en el pasado. Aquí lo interesante –como en el caso de Frena– es que estos grupos de derecha no renuncian a la movilización para hacer valer sus derechos, lo que está generando una especie de aprendizaje político que los lleva a implementar formas de protesta y acción colectiva innovadoras dentro de su tradición.

GTO. Militante FRENA.

Tercer bloque

Visión del mundo y de la sociedad

Tercer bloque

Visión del mundo y de la sociedad

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Tesis siete

La derecha promueve un tipo de nacionalismo que combina su admiración por lo extranjero, especialmente hacia Estados Unidos y Europa.
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Tesis siete

Los grupos de derecha exaltan un nacionalismo extranjerizante expresado, entre otros aspectos, en la reivindicación de la herencia española y la cercanía con los Estados Unidos.

El nacionalismo, la exaltación de símbolos patrios y su pretensión de representar a una amplia colectividad social han sido características importantes de la cultura política de los grupos sociales asociados a la derecha. Pero se trata de un peculiar nacionalismo que tiene, contradictoriamente, un fuerte carácter extranjerizante y que enfatiza la herencia española y la cercanía geográfica con los Estados Unidos como aspectos centrales de nuestra formación cultural e histórica, poniendo en primer plano el ejemplo de los países que se consideran más desarrollados ‒y como los que, en consecuencia, debería ser nuestro país‒ y relegando en última instancia la raíz indígena y multicultural.

Estas expresiones encuentran sus raíces en los inicios del México independiente, cuando para buscar el sentido de identidad nacional se enfatizaron las ventajas del mestizaje, haciendo ver a la conquista como un proceso que permitió a México entrar en la historia mundial y que nos heredó elementos occidentales ‒como las raíces europeas‒ que nos sacaron del atraso y acercaron al progreso.

CDMX. Militante Provida.

Desde esta perspectiva globalizante o extranjerizante, las agrupaciones de derecha llegan a expresar una veneración por el pasado colonial, episodio que consideran como lo mejor que nos pudo haber ocurrido, e incluso reivindican la hispanidad y la importancia de hechos históricos como la conquista y la colonización a pesar de la crueldad y la violencia ocurridas. De ahí que las derechas adopten posturas críticas hacia los pueblos indígenas a quienes llegan a considerar como un factor que retrasa el desarrollo.

Durante el trabajo de campo realizado en la investigación, asistiendo a las marchas de los grupos de derecha como el Frente Nacional Anti-AMLO, hoy Frente Nacional Ciudadano (Frena), se pudieron captar expresiones racistas y discriminatorias hacia los pueblos indígenas, así como en contra de cualquier acción afirmativa que destaque el papel de estos pueblos en la sociedad mexicana. Por ejemplo, ante las declaraciones del presidente AMLO respecto a la necesidad de que el Vaticano y el rey de España ofrecieran disculpas públicas a los grupos indígenas y afrodescendientes por los agravios cometidos durante el proceso de conquista, y la decisión de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México de sustituir la estatua de Colón ubicada en el Paseo de Reforma por la escultura de una mujer con rasgos indígenas, las personas entrevistadas, claramente identificadas con organizaciones de derecha, manifestaron un profundo desacuerdo. Dijeron estar en contra de querer modificar la historia y a favor de conservarla intacta, reivindicando la importancia que tuvieron personajes como Hernán Cortés o Cristóbal Colón, quienes, a su parecer, nos heredaron “cultura y civilización”. El caso de la estatua de Colón y la propuesta de sustituirla generó mucho más descontento y animadversión en estos grupos, donde algunos de los entrevistados dijeron sentir que no se estaba valorando la importancia del pasado colonial.

Alberto Barranco, “‘Estatua de Colón’”, Secretaría de Relaciones Exteriores, 7 de agosto de 2020, Embamex

Los grupos de derecha manifiestan un nacionalismo lleno de simbolismos patrióticos, el cual combinan con expresiones xenofóbicas y un rechazo a la inmigración. Dos elementos a los que apelan las derechas en su discurso para ganar adeptos y construir una narrativa afín a sus causas e intereses son “la defensa de la nación” y los llamados a la “protección de la patria”. La concepción de nación que exaltan las organizaciones de derecha radical se pretende equiparar a la defensa de una representación de intereses colectivos, es decir, de todos los mexicanos. Grupos como el Frena asumen a la nación como la identidad que debe ser defendida ante la injerencia extranjera del comunismo y sus representantes (en este caso el gobierno de AMLO), quienes ponen en peligro los valores y principios que dan orden a la sociedad.

Forbes México [@Forbes_Mexico], “#marchaINE | Inicia la ‘¡Marcha por la democracia! #ElINENoSeToca’. Salen desde el Ángel de la Independencia, en la CDMX. 📷: Staff Forbes México Twitter Forbes”, Tweet, Twitter, el 13 de noviembre de 2022, Twitter Forbes

GTO. Exmilitante panista.

A lo largo de la historia reciente de México, diferentes grupos de derecha se han pronunciado a favor de un nacionalismo exacerbado. Así lo hicieron, por ejemplo, la Acción Revolucionaria Mexicana (1933-1945), grupo profascista que promovía la expulsión de judíos, chinos y comunistas de México, y cuyo lema fue “México para los mexicanos”; los Tecos ‒organización que surge en los años treinta en la Universidad de Guadalajara‒, el Movimiento Universitario de Renovada Orientación (MURO) ‒que nace en la Ciudad de México en 1961‒, el Partido Demócrata Mexicano (1975) y muchas otras organizaciones radicales de derecha que combatieron una supuesta conspiración comunista internacional que amenazaba nuestro país. Cabe aquí destacar una contradicción de la cultura política de las derechas: mientras que por un lado enarbolan un nacionalismo recalcitrante para rechazar la ideología comunista ‒supuestamente ajena a nuestros valores y costumbres en México‒ y oponerse a la migración centroamericana y asiática; por el otro, exaltan las raíces hispánicas y promueven la adopción de la cultura europea y estadounidense. Este nacionalismo extranjerizante y selectivo se explica no tanto por una afinidad cultural, sino porque las derechas ven en el socialismo y el comunismo las mayores amenazas al sistema de privilegios y jerarquías sociales que defienden.

La cultura política de las derechas recurre al uso de símbolos patrios o religiosos durante sus manifestaciones para producir emociones y sentimientos asociados a la alegría y la felicidad, así como sentidos de pertenencia y comunidad que buscan reforzar la participación y la acción. Por ejemplo, grupos como el Frena o los manifestantes en las marchas “en defensa del INE” han hecho uso excesivo de la bandera nacional en sus movilizaciones. Además, durante estas marchas muchos asistentes se uniforman con la camiseta de la selección mexicana de fútbol y enarbolan la imagen de la Virgen de Guadalupe o de Cristo. Incluso durante sus movilizaciones utilizan música que reivindica la grandeza cultural de México, como el Huapango de Moncayo, o que alude a un sentimiento “patriotero” y nacionalista, como la canción México en la piel del cantante Luis Miguel. Esto es importante destacar, porque ya no sólo es el miedo y la ansiedad que genera una supuesta conspiración comunista lo que caracteriza a los discursos de las derechas, sino que ahora se buscan activar otras emociones ‒como la alegría‒ para fortalecer el carácter de sus mensajes y disputar los sentidos de lo colectivo en México.

Forbes México [@Forbes_Mexico], Julio Ríos, “Pide FRENA salida de AMLO y coinciden con el Cardenal: ‘Comunismo amenaza a México’”. UDG44, 2 de agoste de 2020, UDG TV

GTO. A.C. Provida.

A nivel regional resulta interesante el caso de Nuevo León, donde la cercanía con los Estados Unidos impacta sobremanera en la cultura política de los grupos de derecha, pues hace pensar a muchos de sus miembros y simpatizantes que es hacia el norte donde se debe mirar en la búsqueda de alternativas para el desarrollo y no hacia el sur. Además, la cercanía con los Estados Unidos hace creer que ello ha permitido mantener alejada de nuestro país la “amenaza comunista”. Esto, aunado a una idea de superioridad de la entidad por encima de otros estados de la república que supuestamente generan menos riqueza, mantiene activa la idea de una posible separación de Nuevo León del pacto federal. En el caso de Guanajuato los símbolos religiosos forman parte central de la cultura política de derecha, pues brindan a estos grupos una memoria y un discurso de resistencia a partir del cual se ubican en el plano nacional. Llama la atención la reivindicación en esta región de la figura de Agustín de Iturbide como héroe nacional. Es frecuente también escuchar a personas afines al PAN asociar el orden, la disciplina y la cultura del esfuerzo ‒encarnada en la clase empresarial de la región‒ con una idea de desarrollo y progreso, claves, según ellos, que ponen al bajío en los primeros lugares de desarrollo nacional.

Guadalupe Vallejo, “A la marcha en defensa del INE, le anteceden otras contra decisiones de AMLO”, Expansión Política, 9 de noviembre de 2022, Expansión Política

GTO. Exmilitante PAN-PRI.

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Tesis ocho

El pensamiento conservador y anti-laico sigue siendo característico de los grupos de derecha, en los cuales la Iglesia católica mantiene una fuerte presencia.
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Tesis ocho

El conservadurismo religioso es una característica importante de la cultura política de las derechas; la religión es fuente permanente de ideas y propuestas para estos grupos, lo cual remarca su abierto anti-laicismo.

En particular, la iglesia católica ha jugado un papel importante en la formación de la cultura política de los grupos de derecha en México. Su concepción de un mundo constituido a partir de un orden natural en relación a Dios, el cual contiene los principios que rigen la vida moral de los individuos ‒a partir de los cuales cada quien obtiene lo que se merece, así como la aceptación de una sociedad dividida en clases, donde los individuos se distinguen por sus virtudes ‒una de ellas la resignación‒, han convertido a la Iglesia en un referente ideológico importante para estos grupos, los cuales retoman aquellos símbolos y prácticas que fortalecen una visión estratificada de la sociedad y una concepción autoritaria del poder. Por ello las derechas resaltan constantemente los principios morales y los valores conservadores asociados a la doctrina eclesiástica, que se reproducen a través de costumbres y tradiciones, tanto en la vida privada y cotidiana como en la vida pública y social, presentándolos como el estado natural de la sociedad, del cual se asumen como garantes. Esto se suma al abierto antilaicismo que profesan las derechas, desde el cual reclaman la importancia de la Iglesia y de la religión en la vida social. 

NL. Exmilitante panista.

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Gabriela Serralde, “Provida rezan contra el aborto en la Catedral de Morelia”, El Sol de Morelia, 3 de octubre de 2021, httpsss://www.elsoldemorelia.com.mx/local/provida-rezan-contra-el-aborto-en-la-catedral-de-morelia-7290747.html 

La defensa del credo católico como parte de las demandas de los grupos de derecha es un elemento distintivo tanto de su cultura política como de su genealogía histórica. El poder de la iglesia católica deriva desde la época colonial manteniendo una continuidad que le permite convertirse en un importante actor político, económico e ideológico del país. La pretensión de que la religión católica fuera reconocida como religión oficial en México formó parte de las primeras disputas entre liberales y conservadores en el siglo XIX; y durante todo el siglo XX la Iglesia se opuso al Estado laico propagando su pensamiento conservador. Prueba de ello fue su abierto y permanente rechazo al Artículo 3º que restringía a los grupos religiosos impartir educación pública, o lo estipulado en el Artículo 24° respecto a las libertades religiosas. En todas estas batallas, los grupos de derecha han estado presentes impulsando la agenda eclesiástica; el episodio más dramático fue la Guerra Cristera (1926-1929), donde diversos grupos de derecha, opuestos a las políticas de la revolución, convergieron con las demandas católicas. A partir de este suceso se conformaron distintas agrupaciones importantes dentro del panorama de las derechas en el siglo XX. 

En el caso de la derecha mexicana de corte religiosa es importante considerar algunos elementos que nos permiten identificar su presencia y actuación a lo largo del tiempo y en la actualidad. Por ejemplo, la construcción de una agenda conservadora y religiosa en torno a temas como la oposición al aborto o a la educación sexual. Estas oposiciones se han manifestado en diferentes momentos de la historia del siglo XX, por lo que podemos afirmar que se trata de elementos constitutivos de su tradición. Los planteamientos de esta agenda se articulan desde diversos sectores de la Iglesia católica –como el alto clero– con organizaciones nacionales e internacionales para tener eco y mayor fuerza a fin de revertir lo que ellos llaman la “ideología de género” ‒término que utilizan de manera negativa y despectiva para oponerse a las demandas de las mujeres y la diversidad sexual‒.

Los rasgos religiosos de la cultura política de las derechas han encontrado eco en personas y grupos de diferentes sectores sociales, independientemente de que sus posicionamientos les favorezcan o no. Es el caso de los sectores campesinos que en varios momentos de la historia reciente han rechazado la educación laica o “socialista” para favorecer una educación guiada por la religión. También es el caso de las mujeres que participan activamente en los grupos que se oponen al aborto, quienes cuestionan el derecho de las mujeres a decidir sobre el embarazo por contravenir, desde su concepción, el orden natural que Dios dispuso. 

GTO. Exmilitante panista.

Equipo de Investigación, “Voluntad Divina”, 3 de octubre 2021, httpsss://1drv.ms/u/s!ApubsM44fIPwgZw-gxdSBodm_0etmg?e=a7Ve1S 

Los grupos de derecha, al sostener este pensamiento conservador, manifiestan un profundo rechazo a todo actor o propuesta que evoque a ideologías de izquierda, donde se promueva la libertad de pensamiento o el ejercicio de los derechos de todas las personas, sin distinción alguna. Este rechazo fue un elemento común en las pláticas y entrevistas sostenidas durante la investigación con personas que asistieron a las marchas contra el aborto promovidas por grupos Pro-Vida, sectores de la iglesia católica y asociaciones civiles como el Frente Nacional por la Familia, en donde incluso se pudieron observar grupos que se reivindican aún como cristeros o simpatizantes de la Unión Nacional Sinarquista. 

La reivindicación que hace la derecha mexicana del componente religioso de su cultura política, el cual forma parte central de su visión de la sociedad, es parte de una disputa políticocultural que estos grupos entablan con otras visiones e ideologías. Esta matriz religiosa permite a los grupos de derecha encontrar lazos de identidad entre grupos de diferentes estratos o condiciones sociales; también le ha permitido contar con militantes o aliados dentro partidos políticos a favor de sus agendas, como en el PAN durante diversas coyunturas contra el aborto, o en las iglesias evangelistas, y más recientemente en el Partido Encuentro Solidario. Los grupos religiosos también han desarrollado estrategias para sobreponerse a la laicidad de la educación, fundando sus propias escuelas, donde se educan personas de los sectores más favorecidos. 

NL. Exmilitante panista.

GTO. Militante panista.

En las entrevistas realizadas con integrantes de los grupos de derecha ligados a la iglesia católica fue común observar la reivindicación de diversos valores que comparten con otras organizaciones afines como el PAN o la Asociación Nacional de Padres de Familia, como son: el respeto a la dignidad de la persona, la solidaridad con los menos favorecidos, la subsidiariedad, la defensa de la vida y el bien común. A través de la defensa de estos valores la iglesia católica ha buscado generar alianzas con otros grupos para construir agendas a favor de sus ideas y principios de acción política y religiosa. Entre sus principales demandas están la lucha contra el aborto, la inseguridad y poner un alto a la descomposición social y pérdida de valores en el país. 

Jorge Butrón, “‘Antivacunas ponen en riesgo control de virus’”, La Razón, 16 de febrero de 2021, httpsss://www.razon.com.mx/mexico/antivacunas-ponen-riesgo-control-virus-423629 
En el marco de la pandemia por covid-19 fue interesante observar la mezcla de argumentos conspiracionistas y religiosos que caracterizan la cultura política de estos grupos. Durante las entrevistas realizadas a integrantes de las derechas, fue común que éstos lanzaran planteamientos que relacionaban las vacunas contra la enfermedad con una supuesta consolidación del autoritarismo del presidente López Obrador y de una agenda internacional comunista; planteando que la estrategia de vacunación gubernamental era una imposición que atentaba contra la libertad individual y fortalecía el autoritarismo del Estado en el terreno del cuerpo, por lo que incluso hubo llamados “a la conciencia de las personas para no incurrir en estos actos”.
En el contexto del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) respecto a la despenalización del aborto (en septiembre de 2021), se manifestaron diversas personas pertenecientes a una multiplicidad de organizaciones sociales y civiles vinculadas a la derecha y a la iglesia católica en Nuevo León y en Guanajuato. La presencia de estos grupos da cuenta de la capacidad de penetración de las organizaciones religiosas en la sociedad mexicana, incidiendo de manera clara en su postura política y en su visión de mundo y de sociedad.   La presencia histórica de la iglesia católica y el auge de otras iglesias dan cuenta de la importancia de estos grupos asociados históricamente a las derechas, y que reproducen valores conservadores con gran influencia en la población. Pero esta relación no sólo busca reforzar la visión jerárquica y desigual del mundo que comparten estos grupos, sino que ha sido utilizada para enfrentar a las agrupaciones que consideran sus oponentes, como los movimientos de izquierda, donde confluyen desde los más radicales y anticlericales ‒que ellos asocian al comunismo‒ hasta los sectores reformistas que buscan extender los derechos humanos a todos los grupos sociales. 
Frena Nuevo Ladero Oficial, Facebook, 12 de abril de 2022, httpsss://www.facebook.com/FrenaNuevoLaredo/photos/p.459128916020554/459128916020554 
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Tesis nueve

La derecha mexicana ve al comunismo y al populismo como las principales amenazas al orden social vigente, dentro de las cuales incluyen al gobierno del presidente AMLO.
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Tesis nueve

El principal adversario político-cultural de las derechas es el comunismo, bajo el cual engloban al socialismo, los populismos de izquierda, los progresismos y a todo aquel proyecto que consideren como una amenaza al orden social vigente, incluido el actual gobierno del presidente AMLO.

El anticomunismo de los grupos de derecha en México se ha nutrido históricamente de diversas fuentes, la primera de ellas es la oposición de los grupos empresariales. Esta oposición se define por una clara afectación a sus intereses. Dado que el comunismo implica superar al Estado capitalista y con ello eliminar las diferencias de clase, destruyendo las bases que permiten la acumulación de riqueza en manos de unos cuantos, es lógico que la clase empresarial se opongan a su avance. La segunda fuente del anticomunismo de las derechas está en las instituciones religiosas que consideran al comunismo como un ideología exótica y amenazante del orden social natural. Particularmente, se oponen a sus propuestas de emancipación, igualdad de género, educación sexual y pensamiento laico, las cuales encuentran peligrosas debido al supuesto caos social que implican. 

 GTO. Militante panista.

Imagen 1 Tesis 9
Mariana Villalobos, “Se manifiestan queretanos contra AMLO”, QUADRATIN, 5 de mayo de 2019, httpsss://queretaro.quadratin.com.mx/se-manifiestan-queretanos-contra-amlo/  

NL. Simpatizante provida.

Como parte del conjunto de ideas, creencias, valores, principios y prácticas que constituyen la cultura política de los grupos de derecha, durante esta investigación pudimos constatar que su concepción acerca de lo que consideran “sus oponentes” está integrada por un amplio conjunto de grupos con ideologías de izquierda, a los cuales suelen englobar en categorías como “izquierdistas”, “radicales”, “socialistas”, “populistas” o, la más recurrente, que es la de “comunistas”. Las derechas suelen expresar una fuerte animadversión hacia estos grupos, tanto en el espacio público como en el digital, que incluye discursos violentos e intimidantes, los cuales apelan a emociones negativas como el miedo y la ansiedad frente al cambio social para fortalecer el carácter de sus mensajes. En el caso de actores como el Partido Acción Nacional (PAN) y la iglesia católica, el discurso anticomunista ha estado acompañado por argumentos religiosos y económicos en donde se define a los comunistas ‒y en general a todas las ideologías englobadas bajo su espectro‒ como anticatólicos y como grupos que atentan contra la propiedad privada. Además, el anticomunismo de la derecha está asociado a una particular defensa del nacionalismo y la soberanía que tuvo su clímax durante la Guerra Fría (1947-1989), especialmente después de la Revolución cubana (1959). Durante este periodo, diversas e importantes organizaciones de la derecha en México asociaron al comunismo como parte de una conspiración internacional para desestabilizar países e implantar dictaduras pro-soviéticas.  

En cuanto a las organizaciones religiosas de extrema derecha que surgieron –entre otras razones– para contrarrestar la influencia del comunismo se encuentran la Unión Nacional Sinarquista (fundada en 1937, en Guanajuato), el Frente Universitario Anticomunista (FUA) (surgido en 1955, en Puebla), el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) (que data de 1961, con sede en la UNAM), y organizaciones secretas, como el Yunque (1953, Puebla) o los Tecos (1935, Guadalajara), las cuales han mostrado abiertamente su anticomunismo ‒incluso participando en grupos de choque y acciones de provocación contra partidos y grupos de izquierda‒ y que aún cuentan con presencia y seguidores en todo el país. Estas acciones han tenido un fuerte impacto regional, principalmente en el norte, centro y occidente de México, donde, por ejemplo, los empresarios de la ciudad de Nuevo León han combatido abiertamente a las agrupaciones comunistas, sobre todo desde la década de 1970; o los grupos conservadores en Guanajuato, que tienen muy presente la Guerra Cristera de los años ‘20 y todo el tiempo han manifestado su rotundo rechazo a la ideología comunista.  

Más recientemente y mediante trabajo de campo, esta investigación pudo constatar en distintas movilizaciones realizadas entre 2020-2022 por el Frente Nacional Ciudadano (Frena) y los grupos Pro-Vida, así como en las marchas de las asociaciones civiles ligadas al empresariado (por ejemplo, la marcha “El INE no se toca” del 13 de noviembre de 2022), que buena parte de los manifestantes siguen identificando a las izquierdas con el comunismo; además, caracterizan al gobierno actual como un régimen autoritario y populista que forma parte de una conspiración internacional conformada por Cuba, Bolivia y Venezuela para implantar dictaduras comunistas en todo el continente. En el caso del Frena, la propaganda anticomunista que despliegan a través de imágenes, discursos y símbolos ha logrado calar en el sentido común de cierto sector de la población ‒hecho que pudimos corroborar a través de entrevistas‒, logrando persuadirle acerca de que el socialismo-comunismo es un sistema político nocivo para el bienestar y las libertades. 

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Oscar [@Oscar41448349], “Ayer fue temporada de zopilotes: Para los millonarios sedientos de más riqueza, todooooo acto de justicia es comunismo. Comunismo? Miedo apagar tus impuestos, rabia y rencor porque ya no hay condonaciones, y dejarás de enriquecerte más porque ya no habrá compadrazgos”, tweet, Twitter, 2 de diciembre de 2019, httpsss://twitter.com/Oscar41448349/status/1201562721088679937 
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1A FRENA Oficial [@Oficialfrenaaa], “Empieza todo el país a rechazar y repudiar esta Dictadura Bolivariana. A #FRENA, nada lo frena #SomosMexico y seguiremos luchando contra este títere del Nuevo Orden Mundial.”, tweet, Twitter, 16 de enero de 2021, httpsss://twitter.com/oficialfrenaaa/status/1350505401117151232

Las derechas tienen diversas expresiones, una de ellas, la más radical, está dispuesta a usar la fuerza para conservar el poder, mantener sus privilegios y asumirse como defensora de las buenas costumbres y de la tradición. Esta expresión extrema ‒o de ultraderecha‒ encuentra su fundamento en la defensa de un supuesto orden natural avalado por Dios, el cual busca ser destruido por el comunismo y sus adeptos, a quienes asemejan con el mal que aparece en la literatura bíblica. Por ello, estos grupos de derecha recurren a un permanente llamado a las masas ‒a quienes consideran el pueblo encomendado por Dios, asumiéndose como sus representantes, para actuar por todos los medios posibles contra las fuerzas antagónicas del bien, es decir, el espectro comunista. En este llamado se puede identificar otra característica de su ideología: que es hacer pasar como intereses de toda la población intereses que en realidad son propios de estos grupos.El anticomunismo y anti-populismo de los miembros y simpatizantes de los grupos de extrema derecha los lleva a reivindicar a figuras como Adolfo Hitler, Francisco Franco, Gustavo Díaz Ordaz o Augusto Pinochet por su marcado anticomunismo, y por supuestamente haber hecho lo que tenían que hacer para salvarnos de la “conjura comunista”.  

CDMX. Militante FRENA. 

Este anti-izquierdismo de los grupos de derecha en México los lleva a caracterizar la figura del presidente AMLO como un personaje autoritario, ignorante e irresponsable, cuestión que se expresa constantemente en sus discursos y consignas. La crítica a AMLO es a veces personalizada, pero en el fondo se cuestiona un proyecto de izquierda con el que no están de acuerdo y que identifican con la denominada “Cuarta Transformación”. En ese sentido, los cuestionamientos a la personalidad del presidente tienen como trasfondo una serie de disputas por la redefinición del campo político en México. Por ejemplo, al calificarlo de autoritario en realidad se manifiestan contra la negativa pública del presidente a aceptar los planteamientos y propuestas de grupos empresariales o de organizaciones de la sociedad civil asociadas al pensamiento neoliberal; o al definirlo como ignorante e irresponsable se busca cuestionar su manejo poco ortodoxo de la política económica y social.  

Esta disputa por el campo de lo político, donde lo que está en juego es la redefinición de los valores, las nociones y las maneras de entender la propia sociedad, ha acentuado una característica de la cultura política de las derechas, que es su concepción de una sociedad que no sólo está organizada jerárquicamente a partir de un orden natural, sino que además, la parte baja de la misma (compuesta de trabajadores, pobres, proletarios y desposeídos) no tiene la suficiente capacidad para distinguir lo que mejor les conviene, son susceptibles de caer en los embustes de los discursos inmediatistas que les prometen el cielo en la tierra y se confunden fácilmente, dejándose llevar por la envidia y el encono que agitan en ellos algunos “resentidos sociales”. Estos elementos están presentes en la Encíclica Rerum Novarum que lanzó el Papa León XIII en 1891 y que es una importante referencia de las derechas, sobre todo para las vertientes religiosas y otros grupos conservadores; donde se acusa a los “socialistas” de atizar “el odio de los indigentes contra los ricos” y de proponer medidas ilusorias ‒como distribuir por igual las riquezas‒, que en realidad perjudicarían a las propias clases trabajadoras. Dicha encíclica conmina a los desposeídos a respetar la condición humana: “que no se pude igualar en la sociedad civil lo alto con lo bajo” ‒y que no hay nada de indigno la pobreza‒ y sobre todo hace un llamado a cuidarse de quienes “alardean” que pueden lograrlo, porque en realidad “engañan al pueblo y cometen un fraude que tarde o temprano acabará produciendo males mayores que los presentes”.¹

1 “Rerum Novarum. Sobre la cuestión social”. Carta Encíclica del Sumo Pontífice León XIII, 15 de mayo de 1891.

Equipo de Investigación PUEDJS UNAM, “AMLO Demente”, noviembre de 2021, PUEDJS-UNAM

NL, Autoritarismo, Militante FRENA

Margarita Arreola, “Con Bandera De México Y Pancartas Contra AMLO Se Realizó La 4ta Caravana FRENA”, Changoonga, 12 de julio de 2020, httpsss://www.changoonga.com/2020/07/12/con-bandera-de-mexico-y-pancartas-contra-amlo-se-realizo-la-4ta-caravana-frena/

GTO. Militante PAN.

Inspirados en estas ideas, los grupos de derecha en México han dado rienda suelta a sus insultos contra el presidente AMLO ‒cuyo discurso propone mejorar la distribución de la riqueza y pone “primero a los pobres” en el orden de prioridad de las políticas públicas‒ y a sus seguidores. Al primero, grupos de derecha como el Frena lo caracterizan como un personaje autoritario, corrupto, egoísta, necio, inepto, asesino, con falta de clase, ignorante, etc. Además, se le acusa de buscar la reelección, haciendo notar que sus ideas y acciones son cercanas a las de Hugo Chávez o Nicolás Maduro en Venezuela. Se le acusa también de concentrar el poder, asumiendo un carácter totalitario. Le caracterizan como irresponsable en cuanto al manejo de la economía, generando programas sociales asistencialistas que solo captan la voluntad política de la ciudadanía ‒una especie de compra de voto‒ donde en lugar de darles un pez, debería “enseñar a pescar a la gente” para que pueda haber desarrollo en el país.  

En el trabajo etnográfico realizado por el equipo de investigación en diversas movilizaciones, tanto de grupos de Frena como de organizaciones Pro-Vida y asociaciones civiles ligadas a grupos empresariales, se pudo constatar que muchas personas se dirigen al presidente utilizando una gran diversidad de adjetivos negativos hacia su persona y hacia su gobierno. Incluso se han podido escuchar palabras altisonantes y discursos estridentes que manejan un lenguaje violento y provocador. Resulta muy difícil que las personas pertenecientes a estos grupos logren identificar o reconocer un rasgo positivo en la personalidad y el trabajo del presidente. Esta animadversión hacia AMLO se extiende a sus principales colaboradores y a los grupos y personas que simpatizan con su causa, a los cuales les llaman “flojos”, “ignorantes”, “borregos”, “mantenidos”, “ninis”, etc., reflejando con ello una visión de las clases subalternas como personas sin capacidad de razonar, guiadas por el resentimiento o por la perversidad de quienes “atizan el odio contra los ricos”.

Cuarto bloque

Los grupos de derecha en la coyuntura actual

Cuarto bloque

Horizonte político y utópico

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Tesis diez

La derecha busca construir una sociedad deseable y posible basada en la materialización de algunos elementos que constituyen parte de su cultura política.
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Tesis diez

El horizonte utópico de las derechas concibe una sociedad sustentada en las libertades de mercado, los valores religiosos y la meritocracia; con un Estado y una democracia garantes del orden social estratificado. 

Los grupos de derecha, al igual que otros movimientos sociales, construyen horizontes utópicos donde prefiguran una sociedad acorde con sus formas de pensar y actuar, por la cual luchan y se organizan. Este imaginario de la sociedad que buscan establecer también forma parte de su cultura política. Históricamente, estos grupos han buscado mantener un orden social que consideran afín a sus ideas, a sus intereses y a sus visiones de mundo y de sociedad, el cual proyectan en el horizonte de sus luchas y acción. Para ello construyen y difunden un conjunto de aspiraciones, objetivos e ideas en torno a cómo debería ser la sociedad, en las que se representan las instituciones políticas, las relaciones sociales o las costumbres y las tradiciones que forman parte de su cultura política.  
Red por la Vida y la Familia, “Marcha por la vida en Ciudad de México”, 28 de abril de 2018, Red por la Vida y la Familia, httpss://redprovida.com/marcha-por-la-vida-en-ciudad-de-mexico/

Las derechas son plurales y diversas, por lo que no se puede pensar en un solo proyecto utópico sino en varios que pueden tener o no relación entre sí. Sin embargo, hay una serie de elementos imprescindibles en la sociedad ideal de las derechas, los cuales distinguen a la cultura política de estos grupos, como son: la oposición al aborto, tema que estuvo presente en casi todos los testimonios recogidos y que muestra las tensiones y contradicciones de la derecha respecto a la defensa de las libertades desde un enfoque liberal y los derechos de la mujer. En otros testimonios es posible escuchar que desean un México libre y seguro, donde las mujeres se encuentren libres de violencia y se combata la inseguridad y la pobreza, para ello es común que pongan como ejemplo a países como Suecia o Nueva Zelanda a los cuales ven como un referente y como modelos que debería seguir nuestro país para lograr una mejor sociedad.

GTO. Exmilitante panista.

La educación es otra actividad que para estos grupos resulta fundamental. Tanto en la revisión documental como en los testimonios recabados por la investigación resalta la importancia que las derechas le otorgan a la formación de las infancias. No obstante, su enfoque enfatiza la inclusión de materias o temas que fortalezcan el emprendedurismo, la inteligencia de negocios, el individualismo metodológico y las competencias profesionales para construir una sociedad productiva. En este punto los testimonios indican que para los grupos de derecha la educación privada es mejor que la pública, la cual consideran como deficiente y rezagada respecto a lo que requiere el mercado laboral. Esto se complementa con la idea de que el Estado debería cobrar menos y de mejor manera los impuestos a fin de generar incentivos para que la clase empresarial invierta en todos los ámbitos, incluido el educativo, y así aumentar la calidad de la producción y los servicios. En el horizonte utópico de las derechas todos los espacios de la vida social, la escuela en particular, deben estar regidos por la lógica de la competencia y el mérito individual.

GTO. Exmilitante panista.

La Silla Rota Guanajuato, “Al borde de los golpes; defensores del AMLO VS FRENA en Guanajuato”, La Silla Rota Guanajuato, 15 de julio de 2020, httpsss://lasillarota.com/guanajuato/estado/2020/7/15/al-borde-de-los-golpes-defensores-de-amlo-vs-frena-en-guanajuato-238201.html

En el caso de grupos como el Frente Nacional Ciudadano (Frena) su horizonte utópico consiste en una sociedad en la que no existen los partidos políticos, o en su caso una sociedad en la que los partidos políticos están completamente sometidos a los intereses de los ciudadanos, a quienes se define como los “mandantes” o los patrones de los políticos y los funcionarios públicos. El empoderamiento ciudadano es para los líderes de Frena el objetivo final para tener una mejor sociedad, de ahí que a veces contradictoriamente tomen como ejemplo de lucha los procesos autoorganizativos realizados en la comunidad indígena de Cherán en el estado de Michoacán, pero vean de manera muy distinta la autonomía de las comunidades zapatistas. La idea de que los servidores públicos son empleados de los ciudadanos (de quienes se expresan como “leones ciudadanos”) es llevada a veces al extremo, mediante expresiones como “¡López, estás despedido!” en alusión al presidente de México y su supuesta incapacidad para gobernar, lo que deja ver una concepción empresarial de la democracia, reducida a contratos entre patrones y empleados. A su vez, en el horizonte utópico de esta agrupación hay ciudadanos de distintas clases. Si bien todos somos ciudadanos con igualdad de derechos, un ciudadano empresario que genera empleos tiene más derechos que un ciudadano que vive de los subsidios que le da el gobierno a través de programas sociales.

En el caso del Partido Acción Nacional (PAN) actor que ha sido muy relevante dentro de las derechas partidistas se puede deducir su proyecto político y el horizonte utópico al que aspiran a partir de sus documentos programáticos, sin olvidar que en muchos momentos este partido ha privilegiado el pragmatismo político a la acción doctrinaria. A pesar de ello es posible mencionar que el PAN busca construir una sociedad compuesta por personas autónomas e interdependientes, no por individuos; una sociedad que reduzca el antagonismo y logre paliar las desigualdades sin ir necesariamente a las raíces de la explotación capitalista, propiciando la cooperación y el trabajo conjunto entre diversos sectores. Defiende valores morales como el bien común, y busca la estabilidad y el orden evitando cambios que causen alguna ruptura del orden social. El PAN tiene coincidencias con las doctrinas económicas neoliberales, como el mercado autorregulado, sin embargo, considera que el poder público estatal debe ejercer una “orientación moral” que propicie el desenvolvimiento empresarial, así como acciones para mitigar los efectos más dañinos de la desigualdad social. Esta última posición los acerca a ciertas doctrinas católicas cristianas que muestran preocupación por la situación de pobreza que viven millones de personas.

Estas expresiones también se presentan en grupos religiosos como Provida, donde se establece una posición jerárquica hacia el exterior de la agrupación, son sus integrantes quienes tienen la verdad y sin posibilidad de diálogo defienden una forma de pensar y actuar. En la misma tesitura estarían las expresiones de la derecha que simpatizan con organizaciones internacionales como el partido español VOX que recientemente lanzó una iniciativa para detener el avance del comunismo en Iberoamérica denominada “La Carta de Madrid” (Investigación documental). 

GTO. Militante panista.

La otra opinión, “‘A mano alzada, queremos que se vaya’: Quadri en marcha anti-AMLO", La Otra Opinión, 1 de septiembre de 2019, httpsss://laotraopinion.com.mx/a-mano-alzada-queremos-que-se-vaya-quadri-en-marcha-anti-amlo/
Otros sectores de la derecha piensan en un Estado ideal que proteja y dé seguridad a las personas y a las inversiones; un Estado que intervenga para incentivar la producción y la creación de empleos, pero que reduzca la regulación de la economía y en cuanto a la política social, evite las políticas “populistas” y “asistencialistas”. El empresariado conglomera un conjunto de valores y principios para construir un marco ideológico de acuerdo con sus intereses y aspiraciones. Las organizaciones empresariales buscan fomentar una ideología que vincula esencialmente dos principios: el emprendimiento y la idea de que la iniciativa privada genera bienestar social, concebidos como pilares de lo que puede y debería ser una sociedad ideal. En el ideal neoliberal que defienden algunas derechas, la paz, la libertad y la justicia son los elementos clave de una sociedad que busca el orden y el equilibrio, por ello se debe garantizar un Estado fuerte con capacidad de contener y si es necesario reprimir las revueltas sociales y que combata de manera efectiva la corrupción. La democracia procedimental y representativa es importante en su horizonte, pues es el único medio para tomar decisiones y tener presencia en los espacios de poder y representación popular. 

GTO. Conservador.

En el caso de algunos grupos radicales de carácter religioso su horizonte utópico es moldeado por la fe religiosa. Aspiran a tener una sociedad libre de lo que denominan “la ideología de género”, rechazan la diversidad sexual o los matrimonios entre personas del mismo sexo, de la misma manera que tienen claro que no aceptarán nada que tenga que ver con las posturas “izquierdistas” y “populistas” que muchas de las veces integran en las categorías “socialistas” o “comunistas” al considerarlos sus oponentes en la disputa política, económica y cultural. En algunos casos extremos la utopía de los grupos de derecha religiosa consiste en lograr instaurar “el reino de Dios en la tierra” por lo que impulsan y defienden un ideal de sociedad creyente de la religión católica, que reivindica los valores conservadores que son la base de su orden social en términos de roles sociales y jerarquías en las diferentes esferas de la vida social, y que coloca a la religión y a las iglesias (particularmente la católica) en un lugar primordial dentro de la estructura social.  Cabe señalar, por último, que en el horizonte utópico de algunos grupos de derecha se encuentra recuperar parte del modelo colonial establecido en México durante tres siglos, en los que las élites y la iglesia se beneficiaron de un orden social sustentado en el despojo, criterios raciales y discriminatorios, dogmas religiosos como criterios de verdad y relaciones de dominación y explotación hacia los sectores sociales subalternos. El colonialismo interno prevaleciente, la implementación del neoliberalismo y la permanencia histórica de las injusticias sociales son el más claro ejemplo de las estrategias implementadas por los grupos de derecha para defender el statu quo que les permite preservar sus privilegios, todo ello sin reconocer ‒o abiertamente encubriendo‒ que esa es la fuente de su poder y pretendida superioridad.
 Karen Avila, “Se burlan de protesta anti AMLO con ‘marcha fifí en redes sociales”, GLUC, 1 de diciembre de 2019, httpsss://gluc.mx/mexico/2019/12/1/se-burlan-de-protesta-anti-amlo-con-marcha-fifi-en-redes-sociales-4677.html
Análisis preliminar de la cultura política de la derecha mexicana de oposición