Conocer la percepción de las mujeres con respecto a asuntos políticos y su participación es el objetivo de este trabajo de corte cualitativo realizado por Deyani Rodríguez y Ma. Aidé Hernández, las autoras buscan conocer cuáles son las tendencias políticas de las mujeres guanajuatenses, cómo se perciben a ellas mismas y a su entorno. Dentro de sus hallazgos, las autoras sostienen que se observa una cultura femenina apática a la política, con pocas expectativas de participación en ella, ni como votantes ni como representantes, probablemente debido a las estructuras sociales en las que se han desarrollado, en las cuales predomina el machismo y el miedo.

Se realiza un recuento de la lucha de las mujeres por tener derechos políticos, primero la obtención del voto en 1953, hasta llegar a la reforma por la paridad política en 2014, haciendo énfasis en que, si bien se observa un cambio con la participación de más mujeres derivado de las cuotas de género y posteriormente el principio de paridad, persisten resistencias que no permiten a las mujeres ejercer sus derechos políticos de la misma forma que sus compañeros varones.

En el estudio se realizaron 28 entrevistas semi estructuradas a mujeres y 8 a hombres en Guanajuato capital, de edades entre 18 y 50 años. La finalidad de las entrevistas fue conocer lo que creen y sienten las mujeres con respecto a la política y su interés en participar de la misma, así como contrastar lo que los hombres opinan de ellas. Los hallazgos obtenidos en las entrevistan muestran que a las mujeres guanajuatenses no les interesan los asuntos políticos, ni votar en elecciones, puesto que la mitad de ellas reportó no ejercer su derecho. Se observa apatía, ya que no les interesa participar en proceso políticos ni apoyar a mujeres que por convicción decidan hacerlo. Por su parte, los hombres reportan sentirse mejor con mujeres en el hogar y no en la política.

Esto coincide con lo expuesto por Rodríguez y Hernández, cuando establecen que en Guanajuato

“Predomina la masculinidad hegemónica de tipo patriarcal donde la violencia es el eje principal, este tipo de masculinidad se caracteriza por ser el hombre el proveedor, por tomar las decisiones en su hogar, no hacer quehaceres domésticos y buscar sólo su satisfacción sexual; esta violencia permea hacia todos los ámbitos en los que las mujeres podrían estar inmersas como lo es la política” (p. 1630).  

Las guanajuatenses entrevistadas manifestaron como los principales impedimentos para dedicarse a la política lo concerniente a sus obligaciones en el hogar, su trabajo, los miedos, falta de conocimiento y capacitación. Sin embargo, reconocieron que actualmente existen mecanismos legales para que las mujeres participen políticamente, especialmente las cuotas. Sale a relucir también la poca identificación de las mujeres con los partidos políticos y la baja participación electoral muchas de ellas no salen a votar por considerar que su voto no es relevante, y las que ejercen su derecho lo hacen por costumbre familiar, sin convicción propia.

Es importante señalar que el estudio, aunque valioso para conocer algunos rasgos de la cultura política de las mujeres guanajuatenses, es muy pequeño por lo que los hallazgos deben matizarse y tomarse con reservas, puesto que la muestra no es representativa de la población municipal de Guanajuato.

Los hallazgos de esta investigación muestran una sociedad guanajuatense sumamente conservadora, que refuerza los estereotipos de género y no considera que la mujer tenga potencial para ser parte activa de los asuntos públicos. Las mismas guanajuatenses reproducen los discursos discriminatorios contra otras mujeres que participan de la política.

Esto coincide con la visión de diversas investigaciones que establecen que la entidad es todavía muy conservadora y que se resiste a los cambios sociales. Si bien, el estado cuenta con buenos índices en cuanto a paridad de género en órganos legislativos, el discurso de la necesidad de las mujeres en el ámbito público parece no haber permeado todavía en el grueso de la población. Sin embargo, es importante señalar que el estudio es muy pequeño y la muestra de personas entrevistadas no es representativa de la sociedad guanajuatense en su conjunto.