ISSN : 2992-7099

Nos va a hacer falta discutir con Margarita Favela

Pablo Carlos Rojas Gómez

Pablo Carlos Rojas Gómez

Doctor en Estudios Latinoamericanos y licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Twitter: @‌pablocarlos_22

20 junio, 2024

Las y los pensadores críticos de las ciencias sociales no suelen contar con los espacios suficientes para participar en el debate académico, mientras que los investigadores “consentidos” por los regímenes políticos anteriores prefieren plegarse a las directrices hegemónicas y asegurar que se guían por la “patraña de la neutralidad”, imponiendo sus visiones sin escuchar opiniones discordantes, y evitando someterlas a debate y polémica. De entre los primeros -los pensadores críticos-, destacó Margarita Favela, quien siempre enseñó en sus aulas la necesidad de oponerse a la opresión, tomar postura del lado de las transformaciones sociales y debatir mucho, porque ahí se juega la política. 

Además de tener una larga trayectoria como socióloga, economista, doctora en ciencia política e investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), dedicó gran parte de su vida a la docencia. En la UNAM, sus clases siempre tuvieron de todo un poco, menos aburrimiento. La primera vez que la escuché supe que en su seminario no habría tiempo para distraerse ni fallar en ninguna tarea. Siempre nos motivaba a discutir con ella, a diferir y a enfrascarnos en un ir y venir de argumentos. Su pasión era una invitación a emocionarnos y defender nuestra postura argumentativa. Discutir con Margarita Favela era toda una experiencia, porque frente a su agilidad lógica uno tenía que ocupar toda su concentración para lograr contraargumentar con la misma determinación y nitidez.

Las aulas en las que ella hacía presencia se convertían en hervideros de debates, nos provocaba, nos invitaba a mirar desde otros ángulos, a sacar nuestras verdaderas convicciones, pero, sobre todo, nos desafiaba a tomar postura y sostenerla para aclarar cuál era nuestra perspectiva más profunda. A veces no sabíamos qué pensar, qué postura tomar, pero su método nos llevaba de la mano a comprendernos y descifrarnos. Nos interpelaba, nos cuestionaba, nos ponía a dudar una y otra vez hasta llegar a una respuesta. 

Un día la encontré en los andares de la Convención Nacional Morenista, me saludó y me dijo con su voz grave, directa, firme: “¡Qué bueno que estás acá, pensé que a los estudiantes ya no les gustaba la política! ¡No podemos quedarnos con los brazos cruzados!”. Sus posicionamientos en la academia no eran más que su forma congruente de vivir la realidad. Así comprendí que la pasión en sus clases era la pasión por responder las preguntas de una realidad que quería transformar, por eso había que leer con tanto rigor a Marx y a Zavaleta. La precisión en el análisis era crucial para lograr mayor consistencia en las decisiones políticas, por eso, la gran importancia de la teoría. Ojalá muchxs actores políticxs pudieran comprenderlo. 

En sus clases nos enseñó que la hegemonía no era mejor que la dominación, todo lo contrario, porque la hegemonía sigue siendo dominación, solo que lxs subalternos la percibimos menos. El hecho de que no se vea lo doloroso de su efecto hace que se encaje más y haga más daño. ¡Qué gran aprendizaje en tiempos en que tantos intelectuales pregonan por aquí y por allá que construir la hegemonía es la mejor aspiración posible de la izquierda!

Y si no le tuvo miedo a caracterizar la hegemonía y la dominación, menos miedo le tuvo al Estado, a pesar de las incomodidades que implica estudiarlo. No dudó en agarrar al toro por los cuernos; sabía (y nos convocaba a comprender) la relevancia que tenía descifrarlo en su momento histórico y en su especificidad geopolítica con el fin de transformarlo. En todas las discusiones volvíamos una y otra vez al tema, le apasionaba porque le importaba desentrañar y comprender al poder. 

Debido a su perspectiva crítica considero que fue una de las primeras en abordar desde la academia la noción de la Democracia neoliberal, que caracterizó con gran claridad en su artículo “Después del COVID-19 ¿está realmente agotado el enfoque neoliberal sobre la democracia?”, publicado en el Dossier Académico vol. 1, no. 2, de la Revista Tlatelolco (https://n9.cl/srzjc). En su reflexión, la democracia no tiene una postura neutra, no es un paraíso al que hay que llegar, es a la inversa, hay siempre fuerzas políticas construyendo proyectos de democracia afines a sus intereses. Ese es un aprendizaje que se vuelve legado.

Por ello, resulta fundamental mantener vivo lo que le aprendimos durante estos años y volverlo praxis en lo cotidiano; habrá que recordar su congruencia, su participación activa en la transformación social, su visión crítica de la academia y su ejemplo, comprometida siempre con la democratización del saber y la lucha contrahegemónica en la academia y en la política.  

Da gran tristeza su partida. Queda la falta de su energía, de su empuje y de su decisión que nos espabilaba y nos invitaba a participar de la realidad con nuestras preguntas y nuestras convicciones, sin miedo y sin timidez. Ojalá que mis alumnxs algún día puedan disfrutar tanto el discutir conmigo como yo disfruté discutir con la profesora Margarita Favela. 

¡Hasta pronto maestra, la echaremos de menos!

2 Responses

  1. Muchas gracias por retratar tan vívidamente la manera apasionada de abrir las mentes, despertar el interés y las ganas de ver que siempre es mejor trabajar para mejorar las condiciones de vida del pueblo. Con argumentos, conocimiento y análisis bien estructurado para una construcción del presente y futuro.

  2. Gracias Pablo por tus palabras y emoción de conocer tan profundamente a Margarita, yo la conocí en las luchas por la democracia y en la convención nacional democrática, no fue grande mi cercanía, la hubiera querido, pero desde que habló en un mitin en la lucha por una universidad mejor, la segui me inspiró un gran ejemplo de compromiso y congruencia con la academia reflexiva apasionada y postura clara con la sociedad, con empatía por los derechos y necesidades sociales para la transformación del país, solo se nos adelantó pero dejó un gran legado en sus alunmos destacados como tú ¡ un fuerte abrazo ¡ y abrazo para sus familiares que a todos nos hará falta ¡ deseo a todos que pronto llegue el consuelo de su partida.

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