Se preguntaba por qué veía aviones en el cielo y por qué las personas (aparte de que todavía existían los turistas) salían a las calles pasando cerca los unos de los otros. Siempre le pareció repugnante cuando alguien se le inclinaba para hablarle o se pegaba mucho por detrás en la línea de los supermercados.

Como procesión en luto, el silencio inunda de tristeza la avenida, las calles que anduvimos, las calles que pisamos.

Diez de la mañana, abro los ojos, tengo una clase en línea a esta precisa hora, el problema es que hace semanas no puedo despertar antes, tampoco dormir más temprano, siempre las tres, las cuatro, las cinco; a veces es un libro, a veces Picos gemelos

Érase una vez, un joven llamado Andrés que junto con su hija Dannae y su esposa Karla, conformaban una pequeña pero bonita familia, ellos vivían en un pequeño pueblito al sur del estado de Puebla, el cual es agradable por su tranquilidad y por la amabilidad de la mayoría de la gente que ahí habita.

Entre algunos miembros de mi familia no creen en el peligro del nuevo Virus llamado Covid-19 y están muy molestos y desesperados por cómo están las cosas últimamente.

Cuando comenzó el año, tuve el presentimiento de que algo importante podía pasar. Primero me llamó la atención que fuera el año 2020. El mismo número repetido dos veces, que se puede leer igual de izquierda a derecha o viceversa. Lo que los expertos llaman palíndromo

Esa mañana de viernes había iniciado como cualquier otra para Mandy, excepto que al despertar, no escuchaba a Luis cantar en la regadera, como todas las mañanas, lo cual la preocupó un poco, y más cuando, al terminar de vestirse con prisa, se dirigió rápidamente a la cocina, y tomó del refigerador una bebida energética que solía beber cada que no alcanzaba a comer nada por las mañanas.

Entonces comprendíamos que nuestra separación tenía que durar y que no nos quedaba más remedio que reconciliarnos con el tiempo. Entonces aceptábamos nuestra condición de prisioneros, quedábamos reducidos a nuestro pasado, y si algunos tenían la tentación de vivir en el futuro, tenían que renunciar muy pronto, al menos,

Y de pronto todo se detuvo, Y de pronto todas las puertas se cerraron, Los hubo aquellos que se negaron, Los hubo aquellos que se burlaron.

20 miligramos de fluoxetina por la mañana, 20 miligramos por la noche. Así han transcurrido los años y hoy la pandemia me ha recetado un abrazo.

Cuando comenzó toda esta pandemia, trabajaba en una tienda de deportes. El gobierno lanzo la alerta para que la gente se quedara en sus casas.

Ese día hubiese podido colapsar, pero para su fortuna llegó la lluvia, primero muy tímida, como titubeante, luego ya se instaló en su caudal, con su sonido y olor característico. Los gatos todos dormían. Ya no quería ver películas, su cerebro le atormentaba con juicios “¿por qué se abrazan?