Facultad de Estudios Superiores Iztacala
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Mujer carismática y cariñosa,
tu reflejo no deja de susurrarme:
“Eres la flor más abundante y hermosa”.
¿Acaso quieres que no deje de observarte?
Sólo somos dos desconocidos,
pero en tus ojos, no deja de estar mi silueta.
Mi corazón no deja de añorar recuerdos,
¿acaso tuvimos que ver algo a la vuelta?
Mis labios repiten tu nombre,
pero, ¿realmente tú sabes cómo me llamo?
Yo rodé tu nombre en mi cabeza y me acostumbré,
¿tú lo tendrás a la mano?
Sé quién es esa mujer a mi lado,
¿aún le gusta el color azul?
Ese azul como el inmenso mar mimado,
¿aún lo quiere encerrado en un baúl?
¿Ese perfume sigue siendo el mismo?
Ese aroma que arrullaba mi alma,
Cada que lo olía, juraba entrar en un abismo
en donde lo único que había era una serena calma.
Miro su sombra y no la veo con risas
esas risas que vivían en mí a diario.
Yo las enterré y son sólo cenizas,
¿aún tendrás eso escrito en tu diario?
¿Por qué si es una desconocida, sé todo de ella?
Sólo me queda escoger qué creer
y espero que sus recuerdos sólo sean una huella.
Pero si pudiera saber algo, es si va a volver.
Mujer fría y obsesiva
deja de perseguirme y sigue sin mí,
no creo que esto me sirva
sólo hace que deje de pensar en mí
Al final, esa mujer se dio la vuelta y siguió su camino.
Parece ser que era mi turno de irme
suspiré y me di cuenta de que no era mi destino,
sólo era una idea más antes de dormirme.
Podría jurar ante la luna tu recuerdo
pero mi avaricia me impide soltarlo,
no puedo creer que tú si puedas darlo
¿Es que su valor no es más que infravalorado?
¿Por qué tengo yo qué buscarte?
Creí que vendrías por mí algún día
Pensar que eso no fue más que una tontería
¿Acaso necesito un golpe más para olvidarte?
¿Mis palabras ya no son suficientes?
Oh mujer, ¿acaso tú eres la que miente?
No logro entender la razón de tu partida:
lo que me hace llamarte desconocida.
Los años que tuvimos para caminar
pueden ser la razón de mis desvelos,
ahora no son más que simples sueños
no son cosa para olvidar.
¿Cómo puede perder alguien su valor?
¿De qué manera le explico a mi corazón
que no es tan duro como un caparazón,
que ya solo me queda darle un poco de mi calor?
Toma mi mano una última vez.
Acompáñame a ver lo que he logrado sin ti.
Dame el adiós que nunca pude sentir
y al mismo tiempo, hazme entender que tú ya no vuelves.
Hoy decido dejarte en un rincón de mi mente
hacer que tu recuerdo sea una enseñanza,
no importa que mi corazón lo vea como una añoranza,
es hora de dejar de abrazarte.
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