Edit Content
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Diego Armando Ramirez Rodriguez / Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2
Carlos Alexis Jonguitud Carcamo

Carlos Alexis Jonguitud Carcamo

Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón

Carlos Jonguitud es estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México. A lo largo de su experiencia se ha desarrollado en actividades de diversa índole como en el programa Embajador BIVA Universitario y el Reto Banxico. Ha participado en espacios como el Foro UNAM Rumbo a la Sustentabilidad de la CDMX, el Concurso Espacio Abierto de TEPJF y el Foro de Política Exterior de México de la Jefatura de Carrera de Relaciones Internacionales de la FES Aragón. Ha sido articulista en espacios como ¡Goooya! del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS). Sus temas de interés son la política exterior, gobernanza internacional de las ciudades, mercado de valores, movilidad urbana, sostenibilidad y medios de comunicación, tecnologías de la información y comunicación, así como la gestión empresarial. Es un apasionado promotor de la Inclusión Bursátil, Movilidad Sostenible y está comprometido con México.

Las ciudades frente al cambio climático

Número 8 / ENERO - MARZO 2023

Hay que repensar colectivamente la urbanidad y la movilidad

Carlos Alexis Jonguitud Carcamo

Carlos Alexis Jonguitud Carcamo

Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón

Vivimos en una época difícil. El cambio climático está comenzando  a pasar factura a la humanidad cada vez más rápido y, además, el tiempo para dar marcha atrás a los errores del pasado está corriendo. La inestabilidad de nuestra relación con el  planeta es un asunto que está costando caro: la contaminación, deforestación, reducción  de la población de flora y fauna mundial, son solo unos cuantos ejemplos.

Además, el hecho de que los avances de los gobiernos en el mundo para poner en la mesa  un verdadero plan para evitar que la temperatura del planeta rebase los 1.5°C y para  trabajar de forma armoniosa con el medio ambiente, han sido poco exitosas -como en la  pasada Conferencia de Partes de las Naciones Unidas para Cambio Climático (COP27 en  Sharm El-Sheik, Egipto), hace de vital importancia de que, desde la sociedad, las comunidades y las ciudades comiencen a tomar cartas y trabajen en conjunto.

La ciudad es uno de los ejes clave en que se deben trabajar para comenzar a cambiar  nuestra realidad, nuestra relación con el medio ambiente, por una razón de gran  importancia: más de la mitad de la población mundial está viviendo en ellas, lo que significa  una huella ambiental significativa. Sin embargo, hay un elemento en que debemos poner  atención específica: el sector de movilidad significa una marca especial en las ciudades.

El modelo actual de las ciudades y de su esquema de movilidad se encuentra lleno de incógnitas: reducido espacio verde para la convivencia, para la supervivencia del ecosistema, pero también significa muchos automóviles y poca dedicación a medios alternativos y colectivos. Debemos cuestionarnos: ¿Cómo lograr ciudades amigables, vivibles y resilientes frente al cambio climático? Para lo cual, buscamos demostrar que una reforma profunda hacia una movilidad urbana sostenible puede ser clave.

Entendiendo la ciudad: diagnóstico de una pieza clave para generar cambios profundos.

Sin lugar a duda, desde la primera Revolución Industrial (en el siglo xviii), las ciudades comenzaron a convertirse en un lugar de reunión para la gente, la industria y el gobierno, provocando un gran y constante desplazamiento, incluso forzado por las condiciones, desde las zonas rurales –una tendencia que incluso, en pleno siglo xxi, se mantiene– y con ello, también trajo cambios cada vez más fuertes hacia el crecimiento de los asentamientos.

Hoy, según cifras del Banco Mundial (2022), alrededor del 56% de la población del planeta vive en la ciudades, con una tendencia programada hacia el 2050, donde 7 de cada 10 personas se encontrarán en las urbes. Además, alrededor del 80% del PIB mundial proviene de las ciudades, lo que hace de vital considerarlo como un actor importante para los cambios que el mundo necesita. Sin embargo, no todo es como parece.

En recientes décadas, mientras en algunos sectores de las ciudades se formaron como un área correctamente planeada; las periferias, especialmente, se convirtieron en el lugar donde la esperanza de crecimiento y superación se convirtieron en espacios olvidados, sin regulación de crecimiento y sin apoyo para un desarrollo realmente ordenado, con las consideraciones para asentamientos amables, conectadas y con acceso a derechos como la educación, agua, espacio verde y sistemas de transporte asequibles y conectados.

Si hablamos de la movilidad urbana, misma que incluye a los diversos sistemas de transporte, tenemos una clave de desigualdad. Una buena mayoría de los habitantes de la ciudad se mueven en los sistemas de transporte público y una reducida cantidad de personas cuenta con el acceso a un automóvil, los cuales, en su mayoría siguen dependiendo de contaminantes como la gasolina como combustible para su uso.

Mientras tanto, la atención a la conectividad del transporte público sigue siendo ineficiente, en especial en las zonas consideras como periféricas, con proyectos que no entienden o atienden de lleno la razón de ofrecer un servicio seguro, digno, conectado, integrado y pensado para la mayoría; pero en especial, que considere en generar una huella reducida.

En algunos casos, las autoridades han decidido dar la espalda al respaldo de proyectos de trasportación pública colectiva o individual, así como de ordenamiento vial, para dar paso a otros que han generado fenómenos tales como el tráfico inducido, dado por el incremento sustancial del tráfico que ocurre en las vías de movilidad recién construidas o de su ampliación, que contribuye a aumentar la contaminación (generación de partículas de CO2, PM2.5 o PM10, por ejemplo) y que en su construcción eliminó espacio verde y vegetación.

Casos como el de la Ciudad de México, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y su megalópolis son un ejemplo de todo lo expuesto anteriormente, pues mientras una parte de la ciudad concentra las zonas de oportunidad educativa, de empleo y recreación, la parte periférica (zonas como el norte y oriente de la ZMVM) es obligada a desplazarse y se mantienen con condiciones de conectividad menos favorecidas, tanto si hablamos en materia de movilidad urbana, o en temas como el acceso a un medio ambiente sano.

Ahora que hemos tocado esto, se hace importante comprender otra situación particular. Este crecimiento ha generado una serie de alteraciones en el ecosistema, algunos plenamente perceptibles el día de hoy. Este desarrollo urbano, sea ordenado o irregular, ha presionado al equilibrio ambiental de las ciudades, obligando a la fauna nativa a huir de sus hábitats o en algunos casos, a someterse a modificar su ciclo natural.

Cuando hablamos del impacto del cambio climático en las ciudades, es importante considerar que el caos provocado por una movilidad desordenada también está siendo una amenaza latente para la fauna y flora. Uno de los ejemplos más impactantes es caso de las aves y la contaminación acústica que, “[…] aunque algunas especies se han adaptado a este tipo de afectación, se ven severamente afectadas por el ruido” (Jonguitud, 2019).

Analizamos este ejemplo rápidamente. Justamente, para el Biól. Rafael Calderón Parra de la Iniciativa para la Conservación de las Aves de América del Norte (ICAAN), existe un daño auditivo en las aves, que ha sido causado por sonidos de automóviles o construcciones de las grandes ciudades, generando sensibilidad al ruido, estado de presión y estrés constante y alterando su comportamiento en actividades vitales (EFE, 2018).

Sin embargo, este es solo un ejemplo, pues la crisis ambiental que se ha gestado desde las ciudades, a través de medios como la movilidad urbana ambientalmente poco responsable, ha llevado a la formación de la migración animal ambiental forzada hacia algún hábitat que no es el suyo. La contaminación también nos afecta, es un asesino silencioso, pues mata nueve millones de personas al año, (Boyd/ONU, 2022)

Por esta razón se hace de especial considerar que las ciudades deben ser un factor de cambio, un elemento que permitía reencontrarnos amigablemente con el ambiente, contribuyendo a, entre otras cosas, a construir una movilidad urbana ambientalmente responsable, sostenible y que comience por atender a la comunidad y desde la comunidad.

Adaptándonos: Del derecho a una ciudad de los 15 minutos, hacia un destino más amigable.

Construir la ciudad que queremos, que sea sostenible y ambientalmente responsable, debe ser un objetivo accesible y asequible para todo el mundo; no debe ser considerado como una hipotenusa. Es claro que el modelo actual de las ciudades, del cual todas, todos y todes formamos parte, no es el mejor, ni en el corto, ni en el mediano plazo, por lo que es importante observar hacia atrás y cambiar las perspectivas.

Para cambiar este panorama, debemos tener claro que toda persona debe ser consciente del acceso a sus derechos más fundamentales. Es de aquí que se desprende el hecho de que las autoridades deban considerar comenzar por hacer cambios en el modelo de gobernanza, en el que toda la comunidad sea incluida, que involucre mayor participación en la definición del territorio, pero que también incluya una mejora en la economía, los servicios públicos, la educación y en la movilidad; hablamos de generar derecho a la ciudad.

Según la ONU-Hábitat (2020), en el marco de la Nueva Agenda Urbana, hablar del derecho a la ciudad debe significar “[…] el derecho de los habitantes a habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, […] para una vida digna”. Y es precisamente ese debe ser el espíritu que debe considerar la nueva ciudad modelo.

Debemos ser ambiciosos: el acceso a mejores oportunidades debe enmarcarse en hacer realidad construir la ciudad de los quince minutos. Este concepto ha sido ampliamente conocido gracias a la actual alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el cual considera la posibilidad de tener espacios de trabajo, estudio, servicios clínicos, de abastecimiento, así como espacios verdes y de convivencia, a 15 minutos en caminata, transporte o bici.

Quizás se puede considerar estos dos conceptos como un tema complicado o difícil de llevar a cabo; sin embargo, es importante considerar que el elemento de la movilidad es, de hecho, un elemento que puede concatenar el inicio de una transformación, una reforma profunda hacia la ciudad que queremos.

Precisamente, el gran tema con el que se puede comenzar es el paradigma de la movilidad motorizada, considerando al automóvil, ¿cómo necesidad, prioridad o como un elemento desplazable? Si observamos el hecho de que buena parte de los habitantes de ciudades como Ciudad de México (donde es más de la mitad) no se mueve en automóvil. Por lo tanto, al automóvil podemos considerarlo como un elemento desplazable.

Una movilidad urbana sostenible: actuación del transporte público, la bicicleta y el peatón.

Pero para que este movimiento ocurra, la tarea será dar paso a una movilidad urbana sostenible que se base en la importancia y con especial enfoque en los sistemas masivos como el ferrocarril o metro, e incluso un modelo ordenado autobuses como los Bus Rapid Transit; así como en el sistema individual, representado fundamentalmente la bicicleta, y por supuesto, siendo la “joya de la corona” el peatón.

Resulta fundamental que todos sistemas se amalgamen en un modelo de integración e interconexión entre sí mismos. Si lo vemos en una escala de importancia, se debe comenzar por el fortalecimiento del integrante menos contaminante: el reforzamiento de la infraestructura y seguridad peatonales debe ser el paso elemental para ofrecer una convivencia social y ambiental ordenada, plural y con visión de comunidad; el espacio de la banqueta debe ser amplio y debe permitir la convivencia.

Si vamos en ese orden, la bicicleta debe ser reconceptualizada como la parte esencial de un modelo de transición automotor, por lo cual, debe ser junto al peatón, uno de los ejes principales del ordenamiento vial de nuestras ciudades, pues sus niveles de contaminación son bajos –una bicicleta mecánica genera reducidos decibeles en su uso y una de pedaleo asistido puede usar electricidad–, además permite una optimización del uso de vialidades.

Por esta razón, la infraestructura ciclista debe crecer a lo largo y ancho de las ciudades, junto a los sistemas de préstamo individualizado de estas, pero no solo enfocado a las zonas centrales. El peatón, como pieza de conexión, en conjunto con la bicicleta como elemento de movilidad de última milla, deben ser los sujetos que permitan estructurar el enfoque de vialidades completas, en conjunto a los sistemas masivos de transporte.

De esta manera es como entran en acción los sistemas de autobuses masivos, tanto en su formato bus rapid transit (BRT), trolebuses o buses convencionales, así como de sistemas de ferrocarriles como son metro, metro o tren ligero, tranvía, y en caso de las megalópolis, ferrocarriles suburbanos, regionales o de cercanías, toman un papel en las larga distancia. Esto hace necesaria una articulación e integración funcional, accesible, tecnológica y digital del transporte, reflejada desde los medios de pago, seguridad, hasta el tiempo de traslado.

Por lo tanto, más allá de una integración visual, se debe buscar que cada uno de estos sistemas encuentre una posición de evolución constante, sincronizada entre los medios de transporte, pero también adaptada de los cambios. Debe ser pensado de forma humana e inclusiva, por lo que es necesario la integración de las tecnologías de avanzada, hablemos de la movilidad eléctrica y por hidrógeno verde, como el futuro de la movilidad; y debe ir en cohesión con políticas nacionales de energía limpia para reducción del carbón y gas.

Ciudades como París, en temas de ciclismo urbano, de Londres en integración del transporte, de Santiago en materia de integración de autobuses urbanos, o de Beijing en el crecimiento de metro, deben ser algunos nuestros ejemplos. Debemos llevar una convivencia entre la movilidad y la naturaleza a un nuevo nivel, lo que hace que aquí entre la posibilidad de poder llevar al derecho a la ciudad sustentable como tema de cooperación nacional e internacional; por ello, la necesidad de mecanismos como CLGU y el C40.

Finalmente, nuestra tarea pendiente hoy es realizar una verdadera transición sustentable, respetuosa y en armonía ambientalmente, con el objetivo de alcanzar un futuro basado en la resiliencia, en beneficio de las especies silvestres –a quienes hemos obligado a la migración forzada– y también del ser humano. Para ello, e incluso para hacer frente al greenwashing, la movilidad urbana integrada, planificada e interconectada debe jugar como factor clave para lograr ciudades amigables, vivibles y resilientes frente al cambio climático.

REFERENCIAS CONSULTADAS:

  1. Amirtahmasebi, R., Vuova, Z., et. al. (2020) La Nueva Agenda Urbana Ilustrada. (Centro Urbano, Trad.) Nairobi: Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos. 194 p.p., PDF. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://publicacionesonuhabitat.org/onuhabitatmexico/Nueva-Agenda-Urbana-Ilustrada.pdf
  2. Banco Mundial (2022) Desarrollo urbano: Desarrollo urbano. Washington DC: The World Bank. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://www.bancomundial.org/es/topic/urbandevelopment/overview
  3. Boyd, D. / ONU. (2022) Informe del Relator Especial sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible. Nueva York: Asamblea General, Naciones Unidas. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://news.un.org/es/story/2022/02/1504162
  4. García, M. (2021, octubre 15) La ciudad de los 15 minutos. Ethic. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://ethic.es/2021/10/la-ciudad-de-los-15-minutos/
  5. González, E. (2018, abril) Movilidad Urbana Sostenible. México: Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía. PDF. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/313972/movilidadurbanasostenible.pdf
  6. Jonguitud, C. (2019) Impactos de la Movilidad Urbana en el Equilibrio Ambiental de la Ciudad de México. Ciudad de México: UNAM, Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades. 30 pp. PDF. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://drive.google.com/file/d/1cW1j_nWvcDNBggxIoNENV0IXn6m2oq1U/view
  7. Mota, I. (2018, abril) El caos sonoro amenaza también a las aves de las ciudades. México: Agencia AFE. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://efeverde.com/caos-sonoro-amenaza-aves-ciudad/
  8. Obra Social, Caja Madrid (2010) Movilidad Urbana Sostenible: Un reto energético y ambiental. Madrid: Comunidad de Madrid. 74 pp. PDF. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://www.upv.es/contenidos/CAMUNISO/info/U0536159.pdf
  9. ONU-Hábitat. (2020, febrero) Componentes del Derecho a la Ciudad. Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://onuhabitat.org.mx/index.php/componentes-del-derecho-a-la-ciudad
  10. Redacción. (2018) ¿Sabes qué es la movilidad urbana sostenible? México: Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía. PDF. Recuperado en noviembre de 2022, de httpss://www.gob.mx/conuee/articulos/sabes-que-es-la-movilidad-urbana-sostenible

Más sobre Aluxes, aliens y nahuales

Dos formas opuestas de ver la muerte

Dos formas opuestas de ver la muerte

Por
¿En qué se diferencian Día de Muertos y Halloween?

Leer
Deseos del caos

Deseos del caos

Por Lotte Citlallicue García Bautista
Un amor onírico proveniente de una mística transformación

Leer
Tras la mirada de los nahuales: un viaje desde la Psicología Social

Tras la mirada de los nahuales: un viaje desde la Psicología Social

Por Óscar Alberto Pérez de la Rosa
¿Qué tienen que ver los nahuales con la psique?

Leer
El mito y la leyenda, reflejo de cosmovisión

El mito y la leyenda, reflejo de cosmovisión

Por Eduardo Gabriel Pérez
Las tradiciones indígenas conforman la identidad colectiva de todxs lxs mexicanxs

Leer
La humanidad: Un infinito de historias infinitas

La humanidad: Un infinito de historias infinitas

Por Natalia López Hernández
Las historias que construimos son una extensión de nuestra humanidad

Leer
Para cada suceso paranormal, tenga a la mano a un gato

Para cada suceso paranormal, tenga a la mano a un gato

Por Marlen G. Arzate
Mitos y leyendas que se crean en sociedad

Leer

Deja tus comentarios sobre el artículo

Las ciudades frente al cambio climático

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

19 + 4 =