Escuela Nacional Preparatoria Plantel 1 Gabino Barreda
Escuela Nacional Preparatoria Plantel 1 Gabino Barreda
La mayoría de las personas no recuerdan que no debemos jugar con nuestra salud mental, olvidan que ésta es un derecho, no un privilegio.
Muchas veces se utiliza la palabra “loco” de manera despectiva para ofender a alguien que se preocupa por su salud mental, te llaman “frágil” o “débil” por expresar tus emociones o por sufrir ataques de ansiedad constantemente. Encontrar un grupo de apoyo, tener una relación donde seas respetado y apoyado por tu familia a veces parece imposible debido a la idea que se tiene sobre los trastornos mentales: “quiere solo llamar la atención”, “deja que termine de hacer berrinche”, “tú solo te lo provocaste”, alguna vez me dijeron.
Lo cuestionable es que nunca se nos brinda una educación digna sobre estos temas, cuando es necesario recibirla desde niños. Sé que no puedes decirle a un niño pequeño que algún día podría pensar en quitarse la vida, no, pero desde que somos pequeños nos deben dar información sobre cómo manejar nuestras emociones; que si nos salimos de la norma, nos sentimos solos, tristes, debemos de saber identificar nuestro problema, hablarlo con alguien que tenga nuestra confianza y no permitir ser juzgados por lo que sentimos, por cómo nos identificamos o por lo que somos.
También es agotador pensar en cómo se va sentir la otra persona con tus constantes cambios de humor, eso afecta, el hecho de pensar “quién me va a querer con mi actitud”… Pero sí hay gente que apreciará pasar tiempo contigo y apoyarte, solo es cuestión de buscar una relación sana. Nos da vergüenza admitir que tenemos un problema de salud, pero lo realmente vergonzoso es que alguien lo utilice para menospreciarte, humillarte o etiquetarte como una persona vaga y floja que no se esfuerza en lo más mínimo para salir adelante.
Ha sido muy notorio cómo a partir de la pandemia se ha hablado mucho más sobre la salud mental porque el confinamiento en el que estuvimos sometidos y el no ver a nuestros seres queridos durante un gran periodo de tiempo provocó en nosotros soledad y ansiedad por la incertidumbre. A pesar del aumento de la difusión por parte de instituciones, gobiernos y profesionales, que se han encargado de visibilizar a través de las redes sociales la importancia de tener paz mental, actualmente en México se continúa sin darle la importancia que merece: México destina sólo el 2% del gasto en salud a la salud mental, cuando la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que se invierta entre el 5 y el 10%. Además, el 80% del gasto en salud mental es utilizado para el mantenimiento de hospitales psiquiátricos, mientras que se emplea de manera muy escaza a la rehabilitación de trastornos psicológicos, la detección y la prevención. ¡Eso representa esperar semanas o incluso meses para acceder a una consulta de la salud mental!
De acuerdo con el académico Martínez León de la Facultad de Psicología de la UNAM, hay un psicólogo por cada 300 mil habitantes, es más que obvio que dentro del sistema público hacen falta muchos médicos, porque no todo el mundo puede pagar $500 –el precio promedio en México– por una sesión privada con un especialista.
Además, la mayoría de mexicanos, debido a la ignorancia y la forma en que ha sido educado, piensa que ir a una terapia con un psicólogo es para gente loca; aun en el siglo XXI existen tabús y prejuicios sobre la rehabilitación, te recomiendan cosas como encomendarte a Dios para tratar tus problemas o simplemente un “échale ganas”.
En mi país se encuentra la salud mental en segundo plano y eso me preocupa. Me preocupa, por ejemplo, que en muchas instituciones de educación actualmente aún existen profesores que basen sus métodos de enseñanza en humillar y denigrar a los alumnos, provocando problemas de ansiedad, y que en la misma institución no exista un solo especialista de la salud mental para toda la comunidad estudiantil.
Para mí que la salud mental en mi país sea un derecho y no un privilegio es un punto clave para el desarrollo de sus ciudadanos. A muchos, el presente les genera angustia y desesperación, por eso es imprescindible ver por nuestro bienestar mental, preocuparse e informarse no es una cosa de locos, no es una moda; los problemas de salud mental existen y es necesario que lo hablemos sin tabúes y prejuicios. No lo ignoremos, no dejemos que la gente que queremos se sienta sola, no estamos solos. México merece que la salud mental deje de ser un privilegio solo para el acceso de algunos.
Fuentes:
Por Lotte Citlallicue García Bautista
Un amor onírico proveniente de una mística transformación
Por Óscar Alberto Pérez de la Rosa
¿Qué tienen que ver los nahuales con la psique?
Por Eduardo Gabriel Pérez
Las tradiciones indígenas conforman la identidad colectiva de todxs lxs mexicanxs
Por Natalia López Hernández
Las historias que construimos son una extensión de nuestra humanidad
Por Marlen G. Arzate
Mitos y leyendas que se crean en sociedad