Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 Pedro de Alba
Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 Pedro de Alba
Desde hace muchos años la sociedad ha considerado a la juventud como símbolo de rebeldía e ignorancia, incluso nos han llamado generación “de cristal” por el hecho de que queremos expresarnos y hacer valer nuestros derechos como cualquier persona.
Las personas que pertenecen a la comunidad LGBTQ+ han tenido que batallar con los desafíos de la sociedad y de las formas de pensar, que no les permitían poder gozar de su sexualidad y forma de amar.
Es de reconocer a todas esas personas que lucharon y no se quedaron calladas ante los tabúes y estereotipos que la sociedad les impuso. Desde los primeros movimientos en los años 60, iban logrando poco a poco que la gente se informara y se diera cuenta que las distintas sexualidades no están mal ni son una enfermedad que hay que erradicar.
El camino para alcanzar sus derechos no ha sido nada sencillo, pero cada paso que han dado los llevó más y más cerca para ser aceptados ante esta sociedad.
Los jóvenes que pertenecen a la comunidad pueden sentirse más libres al saber que ante la ley gozan de los mismos derechos como cualquier persona, aunque es importante recalcar que siguen existiendo muchas otras cosas por las cuales deben luchar aún. El rechazo, bulliyng y discriminación siguen están presentes tanto para jóvenes, como para los adultos. Y con la llegada de la era moderna y tecnología, los jóvenes y las redes sociales han causado que varias personas se sientan inclusive más rechazadas por los mismos estereotipos del pasado en la actualidad.
Mucha gente sigue sin poder comprender que independientemente de nuestra orientación sexual, género con el que nos identifiquemos o sexo, seguimos siendo personas con los mismos derechos y cada uno de nosotros merecemos el mismo respeto por el simple hecho de ser seres humanos.
La forma en la que amamos no debe basarse en lo que era común años atrás, como la heterosexualidad. Es mucho más que eso, y en lo personal pienso que cada persona tiene derecho a elegir cómo quiere amar y ser amado sin importar nada. Es difícil que la sociedad en su totalidad sea consciente que la manera en la que demuestras amor o eres feliz no deber ser de una forma predeterminada, ni está mal alguna.
En lo que sí podemos contribuir como jóvenes es dar el respeto que todos nos merecemos, de esta forma podremos avanzar a una era en la cual nuestra forma de amar no sea algo para avergonzarnos o sea motivo para algún tipo de rechazo.
Recuerda que “love is love” y lo que te haga feliz no es algo que deba ocultarse.
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